Los libios votan para salir de la crisis en un clima de relativa calma
- El actual Parlamento no ha sido capaz de elegir un Ejecutivo
- Siete soldados han muerto pese al despliegue de seguridad
Libia ha celebrado este miércoles unas elecciones legislativas claves para superar la compleja crisis que atraviesa, en un clima marcado por una calma relativa, a excepción de las localidades orientales de Bengasi y Derna.
Desde primeras horas de la mañana y hasta las 20.00 hora local (20.00 en horario peninsular español), los colegios electorales recibieron a los votantes a fin de elegir a los 200 parlamentarios independientes que formarán el nuevo Congreso de los Diputados.
Un millón y medio de libios estaban convocados para renovar el Parlamento, frente a los 2,8 millones registrados en el censo electoral para los comicios de 2012. Más de 1.5 millones de libios se han inscrito para votar, muy por debajo de los 2.8 millones que se registraron para las primeras elecciones, celebradas en 2012 tras la caída del régimen de Muamar Gadafi.
Participación del 42%
Según afirmaron varios responsables de seguridad a distintos medios nacionales, la jornada se ha desarrollado con normalidad y aunque se preveía una participación del 45%, finalmente se ha situado en un 42%, lo que se traduce en que solo 630.000 libios han pasado por las urnas, de acuerdo con datos de la Comisión Electoral.
En declaraciones a una televisión local, el portavoz del Ministerio libio de Interior, Rami Kaal, ha hecho hincapié en el "importante dispositivo de seguridad" desplegado en torno a los centros de votación, así como en las entradas de varias ciudades con problemas de seguridad, entre las que citó Bengasi, capital de la región de Cirenaica, escenario de enfrentamientos desde el pasado 16 de mayo entre milicias islamistas y hombres leales al general retirado Jalifa Hafter.
No obstante, en esta localidad, la segunda más grande del país, al menos siete soldados han perdido la vida y 53 agentes de seguridad han resultado heridos en un ataque perpetrado por hombres armados de la brigada islamista Rafala al Sahati, según ha informado la agencia AFP. Asimismo, la agencia estatal libia ha indicado que las víctimas pertenecían a la Oficina de Seguridad Conjunta que participaba en el dispositivo de seguridad desplegado para garantizar la buena marcha de la jornada.
La directora del Centro Médico de Bengasi, Leila Kaikis, ha denunciado por su parte a un canal de televisión libio la falta de medios y el desbordamiento de los hospitales de la ciudad, como consecuencia de los enfrentamientos intermitentes que se registran desde hace más de un mes.
Además, varios problemas de seguridad y técnicos impidieron la apertura de colegios electorales en Derna, en el noreste del país, y obligaron al cierre de otros en Kufra, en el sureste, o en Al Yamil, en Trípoli, donde desconocidos robaron urnas en al menos ocho centros de votación, según medios nacionales.
Varios días de escrutinio
La Comisión Electoral ha señalado, en un comunicado, que los libios pudieron depositar sus papeletas en el 98% de los 1.625 centros de votación ubicados a lo largo del territorio y donde ya ha comenzado el recuento de los sufragios. El escrutinio se prolongará varios días, añadió la Comisión, que no dio una fecha para el anuncio de los resultados finales.
El primer ministro del Gobierno transitorio, Abdalá al Zani, ha mostrado su convencimiento de que los libios van a "elegir a los mejores y más capacitados para asumir la responsabilidad de administrar el país", que atraviesa una profunda crisis de seguridad, política y económica.
Sumido en el caos político y una inseguridad cada vez mayor, este Estado norteafricano espera mediante la renovación de la Asamblea Legislativa superar la profunda crisis que atraviesa y remontar la situación que amenaza la transición democrática iniciada hace ahora tres años.
El Parlamento, bloqueado desde febrero
El Parlamento lleva prácticamente bloqueado desde el pasado febrero, debido a las disputas entre las distintas corrientes políticas. Estos desencuentros han provocado en menos de cuatro meses la caída de tres gobiernos, que se han mostrado incapaces de extender su autoridad o poner freno a la cada vez mayor inseguridad que se vive en el país, donde muchas milicias surgidas durante el levantamiento armado de 2011 imponen su ley al margen del poder central.
Tras depositar su papeleta, el exprimer ministro libio Ali Zidán, destituido el pasado marzo tras ser acusado de incapacidad para hacer frente a la degradada situación de seguridad, mostró su deseo de que la tercera etapa de la transición, que arrancará con el nuevo Parlamento, "avance hacia la estabilidad".