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La posibilidad de medir el ritmo cardíaco a distancia usando señales inalámbricas

  • Las variaciones en la señales wifi sirven como detector de movimientos
  • Las señales wifi pueden revelar si hay alguien al otro lado de una pared
  • Permite conocer las pulsaciones de un recién nacido de forma no intrusiva

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Monitorización cardiaca.
Monitorización cardiaca.

En pleno albor de los dispositivos wearables en forma de relojes, pulseras, e incluso teléfonos móviles que son capaces de medir el ritmo cardiaco y otras variables relacionadas con la salud, investigadores del MIT han ido un paso más allá, convirtiendo los dispositivos físicos de medición en algo próximo a lo obsoleto.

Según publica MIT News, un grupo de investigación ha desarrollado un sistema inalámbrico que puede detectar el movimiento debido a la respiración de hasta cuatro individuos diferentes situados en otra habitación.

El wifi como detector de movimientos

El uso de señales wifi de baja potencia ya se había probado como un método válido para detectar la presencia de personas a través o no de las paredes, ya que al rebotar en los cuerpos las señales cambian y se modifican según la distancia a la que está el sujeto y según los movimientos de este, lo que abre la posibilidad al uso de señales wifi como sensores para detección y control por gestos.

Dado que además de las personas también otros objetos alteran la señal utilizada, los investigadores han desarrollado algoritmos que anulan o cancelan la recepción de señales que son irrelevantes, caso de las reflejadas por objetos estáticos como muebles.

99 por ciento de precisión

Ahora se ha 'afinado' esa tecnología para alcanzar una mayor precisión en la detección de esas variaciones de las ondas. La exactitud lograda es tal que el sistema permite discernir los movimientos del pecho de una persona cuando respira y a partir de ahí determinar con un 99% de precisión cuál es su frecuencia cardíaca.

Esta medición tan concisa se consigue utilizando las señales reflejadas para crear un modelo aproximado del volumen total del sujeto, y a partir de ahí comparar las variaciones menores causadas por pequeños gestos, caso de la respiración.

Una diferencia de este modelo respecto a otros sistemas similares, también inalámbricos, es que en este caso no se utiliza un sensor local acoplado al individuo que envía la información por rediofrecuencia; en cambio es el emisor de la señal inalámbrica el que también determina los movimientos -y la frecuencia cardíaca- en función del retardo y de los cambios registrados en la señal reflejada.

Ventajas y aplicaciones prácticas

Para los investigadores, el uso de señales inalámbricas simplifica y abarata la monitorización de este tipo de mediciones respecto al uso de dispositivos wearables, eliminando además algunos de sus inconvenientes como reacciones adversas en la piel o la necesidad de cargar las baterías.

Aunque su aplicación a distancia de forma no instrusiva se considera por ahora una ventaja, es inevitable suponer que este tipo de tecnología acabará mencionada en los debates sobre el derecho a la intimidad.

Las aplicaciones mencionadas por el artículo incluyen la monitorización de bebés y recién nacidos y el desarrollo también puede resultar de utilidad en operaciones de militares y de búsqueda -el sistema puede determinar la presencia de una persona que permanece quita por los movimientos que hace al respirar- y en tareas de rescate para, por ejemplo, localizar supervivientes en el interior de un edificio en llamas o derruido.

Pero además también amplía las posibilidades al uso de gestos para controlar dispositivos electrónicos, electrodomésticos y sistemas de domótica sin depender de la presencia de un sensor de movimiento, pudiendo darse las órdenes gesticulares libremente en cualquier ángulo y desde cualquier lugar de la vivienda.