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Richard Hamilton construye a Richard Hamilton en el Reina Sofía

  • El autor diseñó personalmente esta exposición antes de su muerte en 2011
  • Es la mayor retrospectiva de su obra que se ha hecho hasta la fecha
  • Fue el primero en concretar el concepto del pop art

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El Museo Reina Sofía de Madrid se rinde a la crítica y al ingenio de Richard Hamilton

“Un gran analista de imágenes y, partir de esto, un gran productor de sus propias imágenes”. Así ha resumido Vicente Todolí el trabajo de Richard Hamilton a RTVE.es. Todolí es uno de los dos comisarios de la retrospectiva sobre el artista que este miércoles se ha presentado en el Museo Reina Sofía, la más completa organizada hasta la fecha, y que puede visitarse entre el 27 de junio y el 13 de octubre.

Es un tópico decir que a un autor plástico le preocupa el mecanismo de la percepción estética, y subsidiariamente la percepción sensorial. Sin embargo, Hamilton hizo de tal cuestión uno de los ejes de su obra.

Esto puede explicar el talento de “uno de los pocos artistas capaz de entender los mundos ‘moderno’ de la primera mitad del siglo XX y ‘posmoderno’ de la segunda mitad”, ha comentado Manuel Borja-Villel, director del museo, durante la presentación. “Entiende el espacio de la pintura y, al mismo tiempo, que vivimos en una sociedad de objetos construidos en serie”.

Tenía facilidad para trabajar de millones de formas, es pintor, grabador, une la pintura, la deshace. Para él es importante comprender el lenguaje, los conceptos. Fue la persona en la que empieza el término pop art (…) Richard Hamilton comprendió y escribió lo que significaba el pop art”, ha explicado Paul Schimmel, otro de los comisarios de la exposición.

Construir, no copiar, la experiencia del mundo

Hamilton descubre que la “experiencia del mundo” (por parte del público) deja de ser la de una reproducción directa (la pintura convencional), para ser la que se obtiene de forma secundaria a través de revistas, televisión, música o cine, un conjunto de percepciones multisensoriales.

La muestra ha sido diseñada para respetar este punto de vista. Fue concebida especificamente por el artista para el Reina Sofía antes de morir en 2011 y la exposición puede considerarse una obra de arte en sí misma, puesto que para él “la exposición artística es un formato nuevo, es su plataforma de puesta en órbita (…) trabaja en motivos y variaciones, en series, con la idea de construir habitaciones como cuerpos de obra casi autónomos. Para él, el todo es superior a las partes”, ha explicado Todolí a RTVE.es

Continúa el comisario confirmando la temprana coherencia del artista: “Para él el momento crucial es el inicio, cuando concibe su primera exposición, Growth and Form (1951). Es el primer proyecto complejo de su vida, inaugurando un formato nuevo, y sin el que no se explica Richard Hamilton. Es diseñador, es investigador, es conservador y es artista”.

La relación con Duchamps

La exposición ofrece además la proyección de un vídeo que explica la estrecha relación que el artista mantuvo con Duchamp. El relato audiovisual describe cómo Hamilton aplica el concepto de “reconstrucción” para reproducir la obra del creador francés El Gran Vidrio, un proceso que abordó ante la imposibilidad de trasladar la obra original debido a su mal estado. Cuenta en primera persona cómo recopiló todo el material necesario hasta adoptar de manera suficiente el punto de vista de Duchamp al ejecutar la obra.

De esta manera, Hamilton no copia burdamente un objeto físico, sino que, fiel a su filosofía, reproduce un mecanismo que proporciona el conjunto concreto de experiencias sensoriales definidas por el autor original, Duchamp.

El público podrá contemplar las obras más emblemáticas, como la carátula del White Album, el doble disco de los Beatles, o la serie Swingeing London 67, en la que Hamilton pintó a Mick Jagger y el marchante de arte Robert Fraser esposados tras una redada antidrogas. También sus series de My Marilyn, Interior, o The Solomon R. Guggenheim.

Un museo idóneo para la mayor retrospectiva

Las características físicas del Museo Reina Sofía han permitido la instalación de esta muestra tal y como el autor deseaba. La exposición Richard Hamilton es un recorrido donde uno entra en el mundo de Richard”, ha afirmado Teodolí.

Para Hamilton la exposición es una obra unitaria, y lo que ofrece el Reina Sofía es una "exposición de exposiciones", según Borja-Villel, viable gracias a la posiblidad de disponer de salas para desplegar una instalación temática.

Como ejemplo, el conjunto The fun house incluye un recorrido sensorial auditivo (una juke-box), visual (vídeos y paneles rotatorios), táctil (distribución de texturas en el suelo) y habitabilidad (una estancia artificial que contiene parte de estos elementos).

La muestra Incluye alrededor de 270 obras creadas a lo largo de 70 años, entre 1949 y 2011, y permite conocer tanto la variedad de la técnica de Richard Hamilton, como la repercusión de su trabajo.

Un aliciente añadido es la iniciativa de colaboración denominada #MadridEsPop. Se trata de una entrada conjunta para visitar esta exposición, Richard Hamilton en el Museo Reina Sofía, y Mitos del Pop en el Museo Thyssen-Bornemisza al precio de 13 euros, lo que supone un ahorro aproximado del 20 %. Presentada por el gerente del Reina Sofía, Michaux Miranda, y el director gerente del Thyssen, también cuenta con la participación del Ayuntamiento de Madrid.