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Kandinsky, antes de la abstracción

  • Podrá visitarse hasta la primavera de 2015 en el Guggenheim de Nueva York
  • Muestra la evolución temprana del artista a través de 16 obras

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Vasily Kandinsky Landscape near Murnau with Locomotive (1909)
Vasily Kandinsky Landscape near Murnau with Locomotive (Landschaft bei Murnau mit Lokomotive), 1909 Oil on board, 50.5 x 65.1 cm

Kandinsky abandonó una prometedora carrera de abogado para iniciar su trayectoria artística en 1895, con 29 años, una edad tardía para su tiempo. Fue contratado como director artístico de una imprenta en Moscú y un año después se trasladaría a Munich, donde entró en contacto con las principales vanguardias artísticas de la ciudad.

Desde el 27 de junio y hasta la primavera de 2015 podrá visitarse en la Galería Kandinsky del Museo Guggenheim de Nueva York la exposición Kandinsky antes de la abstracción, 1901-1911. La muestra ofrece una escogida selección de 16 pinturas y grabados realizados en la etapa más temprana del artista, destacando los temas pictóricos que precedieron al estilo abstracto que le hizo más conocido.

En la ciudad alemana no solo desarrolló su habilidad en el empleo de tres técnicas clásicas de grabado: aguafuerte, litografía y tallado en madera. También comenzó a evolucionar como artista y teórico.

A pesar de la dificultad que el grabado en madera supone para la ejecución plástica, puesto que proporciona limitados recursos expresivos, Kandinsky encontró en esta técnica una vía para plasmar sus tendencias románticas. Los recuerdos de su tierra natal, Rusia, el historicismo romántico, la poesía lírica, el folclore y la pura fantasía inspiraron sus primeras obras.

Descubriendo el color y la línea

En 1904, el artista inicia una etapa de viajes. Visitaría Venecia, París, Ámsterdam, Túnez y Rusia, que concluye en 1908 estableciéndose de nuevo en Munich. En esta época Kandinsky traslada a la pintura de paisajes los elementos expresivos propios de sus grabados en madera.

Las formas claramente delineadas, las perspectivas planas y el acromático blanco y negro de sus grabados están presentes en los paisajes bávaros que ejecutó entre 1908 y 1909, delicadamente coloreados. Estos cuadros se diferencian nítidamente de sus anteriores pinturas neo-impresionistas.

Para 1913, ya había reducido sus reconocibles y recurrentes motivos –incluyendo el jinete y montura, las colinas, las torres y los árboles- a amplias superficies de color intenso, concebidas para rentabilizar las cualidades expresivas del color y la línea.

En estos contornos caligráficos y formas rítmicas quedan escasos vestigios de los elementos expresivos originales. Finalmente, Kandinsly fue capaz de imponer lo que él llamó “el poder oculto de la paleta” y alejarse de sus inicios pictorialistas para profundizar en el camino de la abstracción.

El fundador del museo, Solomon R. Guggenheim, comenzó a coleccionar la obra de este autor en 1929. Actualmente el museo atesora más de 150 trabajos suyos, lo que lo que lo convierte en el primero de Estados Unidos en este sentido y en el tercero a nivel mundial.