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El Gobierno de Japón acaba con el pacifismo de su Constitución

  • Introduce en el texto el derecho de autodefensa
  • La medida permitirá a Japón ayudar militarmente a sus aliados
  • El cambio ha suscitado críticas internas y la protesta de China

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Manifestación en Tokio contra la decisión del primer ministro, Shinzo Abe, de cambiar la Constitución
Manifestación en Tokio contra la decisión del primer ministro, Shinzo Abe, de cambiar la Constitución

El Gobierno de Japón ha aprobado este martes una histórica y polémica modificación de su Constitución pacifista, adoptada tras la Segunda Guerra Mundial, que a partir de ahora le permitirá ayudar militarmente a sus aliados si estos son atacados.

Los cambios afectan al Artículo 9 de la Carta Magna, que hasta ahora impedía el uso de la fuerza para resolver conflictos internacionales.

De acuerdo con la nueva redacción, Japón podrá ejercer el llamado derecho de autodefensa colectiva si "la existencia del país se ve amenazada y existe un claro peligro de que se vean anulados los derechos del pueblo a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad". Para ello, el Ejecutivo deberá contar con el visto bueno del Parlamento.

El concepto de autodefensa colectiva está contemplado en el Derecho internacional y, además de la asistencia militar a aliados en caso de que estos sean atacados, permitiría la participación de Japón en operaciones de seguridad de Naciones Unidas.

Tokio podrá acelerar así el envío de sus Fuerzas de Autodefensa (Ejército) a zonas sumidas en conflictos de baja intensidad y estudiar la ampliación de apoyo logístico y de otro tipo para estas misiones de paz en el extranjero.

Apuesta de Abe sin apoyo público

La medida, impulsada por el primer ministro, Shinzo Abe, cuenta con el rechazo de buena parte de la opinión pública (más del 60% según las últimas encuestas, informa Efe). Este domingo, un hombre se quemó a lo bonzo en Tokio para protestar por la reforma.

Tampoco en la coalición gobernante ha habido unanimidad. El Partido Liberal Demócrata (PLD) de Abe ha tenido que negociar durante un mes con su socio de coalición, el budista y conservador Nuevo Komeito, que finalmente ha aceptado añadir el derecho de autodefensa.

La vía legal escogida por Abe también ha suscitado críticas. El primer ministro ha evitado el proceso legal de reforma constitucional, que puede durar varios años y requiere la aprobación de dos tercios del Parlamento previa celebración de un referéndum.

El primer ministro ha defendido hasta ahora la necesidad de convertir a Japón en un actor "más proactivo" en materia de seguridad dentro de la comunidad internacional y también ha instado a otorgar a las Fuerzas de Auto Defensa un papel más enérgico ante el avance de China en la región y las amenazas de Corea de Norte.

Protesta de China

La modificación histórica de la Constitución nipona ha despertado la desconfianza de los países vecinos, que sufrieron el colonialismo nión antes y durante la Segunda Guerra Mundial, como Corea del Sur o la propia China.

Desde Pekín, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hong Lei, ha advertido contra acciones que pueden dañar la soberanía china. "China urge a Japón a que respete las preocupaciones de sus vecinos por su seguridad y maneje el asunto con prudencia", ha señalado Hong.

Según el portavoz diplomático, Abe "ha fabricado deliberadamente" presuntas amenazas exteriores con fines políticos.

Japón, ha añadido Hong, "debería mantener la senda del desarrollo pacífico, largamente perseguida desde el fin de la Guerra Mundial".