Londres jalea a los Monty Python en la primera de su última serie de actuaciones

• 16.000 personas llenaron en el O2 londinense
• El físico Stephen Hawking apareció en uno de los vídeos proyectados

Los comediantes británicos de Monty Python (de izda a dcha) Eric Idle, John Cleese, Terry Gilliam, Michael Palin y Terry Jones en la presentación de sus actuaciones.

Una audiencia de 16.000 personas aclamaron al loro muerto, a la Inquisición española, y cantaron "Always look on the bright side of life" en el O2 de Londres en el esperado comienzo de la última serie de actuaciones de los Monty Python.

Eric Idle, John Cleese, Terry Jones, Michael Palin y Terry Gilliam, todos con más de 70 años, recrearon algunos de los gags más célebres en un show cuyos tickets, que costaban 117 eruos, se agotaron en 45 segundos. La primera de las 10 noches de “Monty Python Live (Mostly): One own Five to Go" fue una colección de grandes éxitos de los Phyton. La última actuación, el 20 de julio, será retransmitida en 1.800 cines de 39 países (36 salas en España).

El grupo cómico estuvo acompañdo por una orquesta, un coro y un grupo de bailarines. Carol Cleveland, la única mujer que aparecía regularmente en el programa televisivo de los años 60, también estuvo en escena para interpetar sus papeles habituales. Graham Chapman, el sexto Python, que murió en 1989, apareció en algunos vídeos proyectados en una pantalla gigante que incluían algunos de los sketches originales del Monty Python flying circus.

Aparcición estelar de Stephen Hawking

El físico Stephen Hawking, fan confeso de los Python, hizo una aparición estelar en la pantalla mientras el actor Stephen Fry estaba en escena para recrear el gag del programa televisivo “Blackmail” (Chantaje), en el que un presentador amenaza con revelar oscuros secretos de los espectadores a menos que estos paguen sustanciosos rescates.

Los Python cantaron su tema “Lumberjack song”, en el que Palin es un supuesto rudo leñador que disfruta vistiéndose con ropa de mujer. Palin y Cleese recrearon el que quizás es el sketch más célebre de los Pyhton, en el que un hombre intenta devolver un loro muerto a una tienda de mascotas cuyo dependiente afirma que solo está dormido.

La actuación terminó, inevitablemente, con la interpretación de “Always look on the bright side of life", la clásica canción del final de La vida de Brian.