Los padres de niños de vientre de alquiler piden poder inscribir a sus hijos como españoles

• Esta técnica no está contemplada en la Ley de Reproducción Asistida
• Denuncian problemas con las tarjetas sanitarias de los bebés

Los padres de niños de vientre de alquiler piden poder inscribir a sus hijos como españoles

Los padres de niños nacidos por gestación subrogada, conocida como vientre de alquiler, han reclamado este viernes al Gobierno que se reconozca la filiación de sus hijos y se les inscriba automáticamente en el Registro Civil como ciudadanos españoles.

Aseguran que en la actualidad el Ejecutivo deniega la demanda porque esta técnica no está contemplada en la Ley de Reproducción Asistida.

Ramón y su marido Carlos son padres de Marina, una niña nacida en marzo de 2014 a través de la gestación subrogada en Illinois (Chicago).

Han denunciado, en declaraciones a Servimedia, que su hija "quedaría en una situación de desamparo total" si les pasa algo a ellos porque no está reconocida como española ni pueden inscribirla en el libro de familia.

Problemas con las tarjetas sanitarias

"Ninguno de los dos ha podido inscribir a nuestra hija en ninguna de nuestras tarjetas sanitarias; tiene una por el hecho de ser menor, pero no por ser hija nuestra. Esta tarjeta ni si quiera es una tarjeta, sino un papel que no admiten en todas las farmacias por lo que nos niegan algunos medicamentos", se quejan.

"Lo que ofrece el Gobierno es todo palabrería y poca voluntad de solucionar nada porque la alternativa de la adopción también la están denegando", afirman.

Según explica Santiago Agustín, responsable de la atención psicológica y social de Interfertuluty, empresa española dedicada a la gestación subrogada, "cada semana llegan a España bebés a los que no se reconoce el pasaporte español".

"Independientemente de estar a favor o en contra de esta práctica el Gobierno debe poner en marcha medidas para que estos niños consigan su pasaporte y su cartilla sanitaria dentro de su núcleo familiar para regularizar su situación", exige Agustín, que añade que "es muy fácil debatir este tema en el mundo de las ideas, pero estos niños son una realidad y tienen unos derechos".