El ilustrador David Pintor decora unos grandes almacenes de París
- Miles de personas ven cada día sus ilustraciones gigantes
- “Es una gozada que tus obras se vean en el centro de París”, asegura
David Pintor (A Coruña, 1975) es uno de los artistas españoles más internacionales, ha ilustrado libros y cómics, ha colaborado con numerosos periódicos y revistas y ha expuesto su trabajo en galerías de todo el mundo, pero sus obras nunca habían tenido tanto público como hasta ahora, porque acaba de decorar cinco grandes almacenes de la cadena C&A en París.
“Es algo muy poco habitual –confiesa- ahora mismo solo recuerdo otro caso parecido, el de Javier Mariscal para H&M en Barcelona”.
Una oportunidad que surgió a raíz de otra de sus campañas más recordadas: “El consultor de diseño de la empresa es español y vio mi trabajo para una campaña promocional del Museo Thyssen en Prensa y me llamó para proponérmelo”.
Ilustraciones de cuatro metros de altura
Entre esos cinco edificios está la sede central de los grandes almacenes, en la Rúe Rivoli -a pocos metros del museo del Louvre y de la catedral de Notre Dame-. Allí nos sorprenden jóvenes con paraguas (¡de cuatro metros de altura!), otros que pasean en bicicleta, y hasta un vestido con las amapolas que simbolizan la ciudad. Unas ilustraciones que intentan plasmar “Diversión, frescura, estilo, fantasía y dinamismo”.
“La falta de tiempo fue lo más complicado del proyecto -asegura Pintor- Fue una auténtica contrarreloj porque tenía que hacer muchas ilustraciones, unas setenta, en muy poco tiempo, dos o tres meses. Otro problema es que nunca había dibujado nada para moda o marcas de ropa. Aunque era una idea que siempre me había rondado por la cabeza y me apetecía hacer. Al final creo que ha quedado bastante bien”.
Cada uno de estos grandes almacenes tiene una temática propia: “La tienda de Rivoli –asegura Pintor- es un homenaje a París y sus habitantes. Tiene como leitmotiv la vida cotidiana de la ciudad reflejada en el perfil de los clientes. París es la protagonista de las ilustraciones, pero no quería recurrir a los tópicos como la Torre Eiffel y por eso he usado gente paseando o montando en bici y algunos elementos del mobiliario urbano como farolas”.
“Las otras tiendas (4 temps, Bourdeaux, Aeroville y Madeleine) requerían temas más específicos –continúa Pintor- como el metro de París, la ciudad de Burdeos, las cuatro estaciones y el aeropuerto. Para 4 temps recurrí a un panel enorme en las escaleras mecánicas que muestra el paso de las cuatro estaciones en un bosque, desde la primavera al invierno, con personajes asomándose entre los árboles. Y para la de Aeroville, situada en el aeropuerto, utilicé a gente con maletas y aviones por el aire. Cada una tiene un tema”.
“He perdido la cuenta de las ilustraciones”
Además de las ilustraciones para las fachadas, David Pintor realizó muchas otras: “He perdido la cuenta de cuantas son, como unas setenta, porque aparte de las que decoran las fachadas, también realicé muchas para las cajas, para señalizar las escaleras y para cosas más específicas como las secciones de complementos, bolsos, zapatos, etc…”
“Las ilustraciones las trabajé en tamaño pequeño, DINA 3, luego había que escanearlas a alta resolución, porque algunas tienen hasta cuatro metros de alto. Tuvimos algunas dificultades técnicas y fue muy complicado mover las figuras una vez realizadas”.
“Yo tenía los planos de los edificios y sabía donde iba a ir colocada cada ilustración –asegura David-. De la colocación se encargó una empresa española, de aquí de A Coruña, muy cerca de donde yo vivo, y pude ver cómo se fabricaban”.
“Algunas de las ilustraciones se han colocado en cajas con luces para que puedan iluminarse por la noche –nos comenta el ilustrador-. Y creo que han quedado bastante bien”.
“Aparte –continúa el ilustrador- era un proceso muy diferente a lo que estoy acostumbrado a hacer. Había que mandar las ilustraciones a la centras de la compañía, en Alemania, y contar con la opinión de la gente de París. Al final la cosa fue muy fluida y las reacciones han sido todas muy positivas”.
“Volvería a hacer un proyecto similar”
David confiesa que: "Ha sido una experiencia muy interesante por lo novedoso del proyecto, ya que a mí siempre me apetece hacer cosas nuevas. Y sin duda la repetiría, aunque con más tiempo, porque era un proyecto de gran envergadura y fue demasiado frenético”.
“Pero poder ver tus ilustraciones en pleno centro de París, en uno de los edificios más emblemáticos, (¡de cuatro plantas!) merece la pena todos esos esfuerzos. Sin olvidar la repercusión que tiene tu trabajo, porque cada día lo ven miles de personas que pasan por allí, ¡es una auténtica gozada!”
En cuanto a sus proyectos, David nos avanza que: “Ahora mismo estoy con un libro muy complicado porque es un libro ilustrado infantil, para el mercado italiano, sobre la entrada de Italia en la I Guerra Mundial. Ya sabéis que ellos entraron en la Guerra en 1915 y se publicará el año próximo coincidiendo con ese centenario. Y hacer algo para niños sobre una guerra tan sucia y cruel no es fácil, os lo aseguro”.
“También preparo otro libro de mi serie sobre ciudades para la editorial Kalakandra. Estará dedicado a Barcelona y será el tercero de los que dibujo después de los de Santiago de Compostela y Lisboa. Espero tenerlo terminado para presentarlo en Sant Jordi del año que viene”.