Las mujeres siguen teniendo dificultades para acceder a altos cargos en ciencia
- Es un dato del estudio Científicas en cifras 2013 del Ministerio de Economía
- En universidades públicas, 8 de cada 10 altos cargos los ocupan hombres
- Algunas razones del sesgo son las tradiciones sociales y culturales
Las dificultades para que las mujeres asciendan en la carrera investigadora han ido disminuyendo en los últimos años, pero siguen existiendo, según los datos difundidos este miércoles en el informe Científicas en cifras 2013, de la Unidad de Mujeres y Ciencia (UMyC) del Ministerio de Economía.
El organismo ha comparado las posibilidades de acceder a altos puestos de la jerarquía investigadora de las mujeres respecto a los hombres en las distintas ramas científicas, lo que han llamado el índice 'Techo de cristal'. El índice va 0 a infinito y un techo de valor 1 significaría que no existen diferencias en la promoción entre mujeres y hombres.
Si en 2008-2009 la media estaba en 2,29 puntos, en el último periodo medido, 2011-2012, la media ha sido de 1,87 puntos (la diferencia se ha reducido 0,42 puntos).
Peores puestos y situación laboral
La directora de la Unidad de Mujeres y Ciencia, Inés Sánchez de Madariaga, ha indicado que "las mujeres están sobrerrepresentadas en puestos de menor responsabilidad, reciben una peor remuneración y tienen menos estabilidad laboral".
Los datos que ha recabado el Ministerio así lo muestran. En las universidades públicas, en el curso 2011-2012 se observa que hay más mujeres graduadas que hombres, un 58,3% frente a un 41,7%. En el doctorado se va igualando la proporción, ya que hay menos mujeres que empiezan estos estudios mientras se incrementa la proporción de hombres.
En cuanto al acceso al primer trabajo ya con grado de doctor, hay un 48,5% de mujeres frente a un 51,5% de hombres. La distancia aumenta significativamente al incrementarse el nivel de responsabilidad. Seis de cada diez puestos intermedios y ocho de cada diez altos cargos son ocupados por hombres.
Otro dato representativo expuesto por Sánchez de Madariaga es la disminución del número de mujeres rectoras en las universidades públicas. En 2011 y 2012 un 6% de mujeres ostentaba este puesto de responsabilidad, frente al 8,2% de 2010.
En este sentido, la responsable ha señalado que mientras es más sencillo para las mujeres ostentar puestos de designación, como vicerrectorados o decanatos, acceder a los rectorados es más complicado porque media un proceso electoral y se exige una larga carrera previa acumulada.
Causas de la desigualdad
En el Libro blanco de la situación de las mujeres en la ciencia española, publicado por la UMyC en 2011, Inés Sánchez de Madariaga ya señalaba las causas a las que se achaca la desigualdad, como la existencia de sesgos de género en la evaluación del mérito, la capacidad y el desempeño profesional.
En este sentido, la directora de UMyC ha puesto un ejemplo incluido en un estudio realizado en 2007 (de Ceci y Williams), en el que un mismo currículum firmado por un hombre, por una mujer o con una inicial, recibe tres valoraciones diferentes, siendo mejor considerado el del hombre.
Entre otras causas recogidas en el libro blanco, basadas en estudios internacionales, se incluyen: las madres son percibidas como menos competentes y comprometidas que las mujeres que no lo son, mientras que a los hombres les favorece tener hijos; las mujeres miembros de comités para titular discriminan a candidatas de su sexo; existencia de estereotipos de género en las carreras profesionales; incidencia de las normas sociales de género en el desarrollo profesional de las mujeres, etc.
Por último, Sánchez de Madariaga ha comentado que se han ido tomando algunas medidas para cambiar la tendencia. Así, ha destacado que en el proceso de acreditación de ANECA se ha introducido un grado de transparencia en los procesos previos a la promoción. "Tal vez sea la razón de que en los últimos cuatro años haya aumentado ligeramente el número de catedráticas", ha concluido.