Enlaces accesibilidad

Eduardo Madina, el candidato que aúna juventud y experiencia y que esta vez dijo sí

  • Desde 2012 su nombre suena en las quinielas para renovar el PSOE
  • Se descartó en el anterior Congreso para competir con Rubalcaba y Chacón
  • Ahora ya se ve "preparado" para liderar el "shock de modernidad" del PSOE
  • Víctima de ETA en 2002, fue concejal con 24 años y diputado con 28

Por
MADINA EN ORGAZ (TOLEDO)
El candidato a la Secretaría General del PSOE Eduardo Madina, durante un acto con militantes socialistas.

Su nombre suena desde hace tiempo como posible líder de un nuevo PSOE. Es joven pero lleva ya muchos años en política y es una pieza importante en el partido, de cuya Ejecutiva forma parte desde 2008.

De la terna de aspirantes a suceder a Alfredo Pérez Rubalcaba, se puede decir que la suya ha sido una candidatura esperada, casi cantada, aunque lo cierto es que su mirada estaba puesta en las primarias del mes de noviembre para convertirse en el candidato socialista a la Moncloa.

La decisión de Rubalcaba de dejar la Secretaría General en julio cambió sus planes y fue entonces cuando lanzó el órdago: solo competiría para liderar el partido si se permitía el voto de militantes. Ganó esa batalla porque Ferraz anunció un Congreso abierto.

Muchos aseguran que fue precisamente el voto de los militantes el que echó para atrás a la presidenta andaluza, Susana Díaz, aupada por casi todos los 'barones' para convertirse en la nueva líder.

La segunda batalla, la de los avales, se le resistió y la ganó su principal rival, Pedro Sánchez, que alcanzó 41.338 apoyos, frente a los 25.238 de Madina. La batalla del próximo 13 de julio será la decisiva.

Diputado por Vizcaya desde 2004 y secretario general del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso desde 2009, Madina ha reconocido "presiones internas y externas" para descartarse de la lucha por Ferraz pero él ha seguido adelante en una carrera de la que él mismo se apartó en el anterior Congreso del PSOE de 2012, cuando ya estaba en las quinielas para medirse a los entonces candidatos Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón.

Ahora sí se ve preparado para liderar el nuevo PSOE

Decidió no optar en 2012 porque no creía "medir tanto" y no se veía con la suficiente capacidad de liderazgo. Ahora, aunque ha asegurado que le costó mucho decidirse, sí quiere dar el paso con el objetivo de liderar un "shock de modernidad" en el PSOE.

Si gana, mantendrá las primarias abiertas en noviembre para elegir al candidato a la Presidencia del Gobierno, tal y como estaba previsto. Madina ya ha anunciado que pensará presentarse a esas primarias si es elegido líder del PSOE. Descarta hacerlo si no se convierte en el futuro líder del PSOE.

Lleva afiliado al PSOE 21 años y tiene 38. "Yo soy de izquierdas y no voy a pedir perdón por ello a nadie", ha dicho recientemente.

Hijo único de una familia de históricos socialistas del País Vasco y nieto de minero, Madina es licenciado en Historia Contemporánea por la Universidad de Deusto y máster en Relaciones Internacionales por la Universidad del País Vasco.

Ha sido profesor de su especialidad en la Universidad Carlos III de Madrid durante seis años y en 2012 fue elegido entre los 192 jóvenes más destacados del mundo por el Foro Davos.

Tuvo su primer cargo público muy joven. Con 24 años ya era concejal en el Ayuntamiento de Sestao, cargo en el que estuvo dos años.

Una bomba de ETA cambió su vida a los 26 años

El 19 de febrero de 2002, con 26 años, su vida dio un giro radical. Era secretario de Política Institucional de las Juventudes Socialistas del País Vasco cuando ETA colocó una bomba lapa en su coche, lo que provocó la amputación de parte de la pierna izquierda.

Se vio obligado a abandonar el primer equipo de voleibol UPV Bizkaia en el que jugaba de forma profesional y que era su gran pasión.

Lo que más le dolió fue la muerte de su madre meses después del atentado, con solo 49 años, de un infarto "y de sufrimiento", él añadió. Su relato en el juicio contra los etarras, en el que habló de la profunda depresión en la que cayó él y sus padres, fue muy duro: "En mi casa se hizo de noche y una sombra de pena y de tristeza envolvió a mi familia".

Aunque no es un tema tabú, nunca ha querido destacar que es víctima de terrorismo y lejos de instalarse en el odio, siempre mantuvo una posición abierta al diálogo para acabar con el terror.

La Audiencia Nacional condenó a Asier Arzallus e Iker Olabarrieta a 20 años de prisión por el atentado y fijó una indemnización de tres millones de euros para Madina. Tras la sentencia, Madina aseguró que tenía la sensación de "justicia cumplida y de puerta cerrada".

Después del atentado, puso tierra de por medio y se marchó al Parlamento Europeo donde trabajó como asesor de la entonces eurodiputada socialista Rosa Díez. En Bruselas conoció a la que ahora es su mujer y madre de su hijo, la sevillana Paloma Villa, que trabajaba entonces como asesora para el PSOE y que en 2012 fue fichada por Telefónica.

Se dieron el 'sí quiero' en un barco sobre el Guadalquivir con Patxi López como disc jockey. A López y Madina les une una profunda amistad.

Gran amante de la literatura y la música, tiene debilidad por Los Planetas y The Cure. Durante un tiempo, incluso, llegó a presentar un programa en Radio 3 llamado El Archiduque. Rayuela, de Julio Cortázar, es su obra favorita y siempre que tiene ocasión regala este libro.

De la mano de Zapatero, llegó al Congreso

Estuvo poco en el Parlamento Europeo porque en 2004 el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le reclamó para la política nacional. Madina siempre fue el ojito derecho del expresidente, que nunca escatimó en halagos hacia el vasco.

Le ofreció un puesto de secretario de Estado en su Gobierno pero Madina lo rechazó. Se volcó en el Congreso de los Diputados, donde fue elegido diputado revelación en 2006 por la Asociación de Periodistas Parlamentarios y Zapatero le ofreció en 2009 ser secretario general del Grupo Parlamentario socialista, en sustitución de Ramón Jáuregui, y ese puesto sí lo acepto.

Rubalcaba también le incluyó en su equipo cuando fue designado secretario general. De hecho, muchos le han definido como el "candidato o el delfín de Rubalcaba", lo que él niega.

Aún mantiene ese cargo en el Congreso de los Diputados y precisamente en la Cámara baja el diputado vasco ha forjado su faceta de negociador y ha podido presumir de oratoria, seguramente gracias a las seis horas que ha dedicado a la lectura al día, según el mismo ha relatado, en algún momento de su vida.

Tras presentar su candidatura, abandonó su puesto en la Ejecutiva del PSOE para no condicionar el voto de sus compañeros. Pronto se desvelará si queda en sus manos el futuro del PSOE.

Propuestas políticas

Constitución: El candidato socialista defiende una "reforma federal" de la Constitución partiendo de los principios de igualdad y solidaridad que suponga la descentralización de competencias, mejore la financiación autonómica y sitúe al Senado como una cámara de representación territorial.

Consulta soberanista: Madina ve con buenos ojos una consulta en Cataluña siempre que sea dentro de la legalidad. "A mí la participación no me da miedo, pero debe ser legal", ha señalado. Cree que las "posiciones de ruptura" no tienen salida y que "las leyes están para cambiarlas en función de las voluntades expresadas por los ciudadanos".

Monarquía: Se ha declarado republicano y ha defendido abrir un debate en el Congreso del PSOE sobre el modelo de Estado en España."Ser republicano me ha enseñado a comprender los consensos fundamentales para la convivencia en democracia", ha dicho.

Iglesia: El candidato aboga por revisar los acuerdos con la Santa Sede de una forma dialogada.

Partido: Se ha comprometido a mantener las primarias abiertas en noviembre para elegir al candidato a la Presidencia del Gobierno, tal y como estaba previsto. Su propuesta va dirigida a un cambio en el funcionamiento de los partidos, con primarias obligatorias.

Posición ideológica: "Yo soy de izquierdas y no voy a pedir perdón por ello a nadie". Así se ha definido el propio Madina en plena campaña para optar a la Secretaría General del PSOE.