Malevich en la Tate Modern, la revolución de lo sencillo
- Malevich podrá verse hasta entre el 16 de julio y el 26 de octubre
- Incluye piezas y dibujos poco conocidos del padre del suprematismo
- Recoge muchas de las obras de la legendaria Exposición 0.10
Kazimir Malevich fue un artista radical cuya obra tuvo una profunda influencia en el arte moderno. Nacido en Kiev en 1878, vivió en primera fila la revolución rusa de octubre de 1917, siendo testigo de un tiempo histórico excepcional.
Poco antes, en la Exposición 0.10 de 1915, sentó las bases fundacionales de un movimiento rompedor, el suprematismo, una audaz propuesta visual de formas geométricas fundamentales y colores sólidos sintetizada en la obra Cuadrado Negro, realizada originalmente en 1915 y de la que el autor ejecutó cuatro versiones.
Malevich también publicó un manifiesto titulado Del Cubismo y el Futurismo al Suprematismo, en el que expone sus teorías acerca del arte nuevo: "Me he transformado en el cero de la forma y emerjo de la nada a la creación, esto es, al suprematismo, al nuevo realismo de la pintura: la creación no-objetiva".
La galería Tate Modern de Londres ha presentado este martes la muestra Malevich, la más completa retrospectiva de este artista en 25 años. Abierta entre el 16 de julio y el 26 de octubre, la exposición recorre obras del autor que reflejan su trayectoria vital, desde los primeros pasos, pasando por su apoyo a la construcción de una sociedad nueva, hasta el choque con el régimen estalinista.
Revolución social y artística
Las convulsiones que presidieron el nacimiento del siglo XX no solo enterraron una forma de entender el poder político y la naturaleza del tejido social. Lo que vino gestándose en los cien años anteriores irrumpió reclamando la validez de definiciones nuevas y la caducidad de los convencionalismos admitidos por inercia.
El trabajo de Malevich no solo refleja el poder fascinador del arte, también retrata el sueño de un nuevo orden social y el éxito y las incertidumbres de los ideales revolucionarios. Los visitantes de la Tate Modern podrán contemplar la evolución de su obra, desde sus primeros trabajos sobre paisajes rusos, campesinos y escenas religiosas, hasta la abstracción y las composiciones del icónico suprematismo.
La teoría suprematista se basa esencialmente en el cuadrado, como elemento plástico elemental. Su rotación da lugar al círculo negro, su traslación en el plano dibuja la cruz, y así es origen de todas las formas. El conjunto incluye además casi todas las pinturas que han llegado hasta hoy pertenecientes a la legendaria Exposición 0.10, como la obra Suprematismo (1915) o Pintura suprematista con trapecio negro y cuadrado rojo (1915), así como una versión de Cuadrado Negro realizada en 1929.
Selección de las mejores colecciones
Esta muestra ofrece por primera vez la oportunidad de apreciar la evolución del artista no solo a través de sus obras maestras más famosas, sino también admirando sus trabajos precedentes así como su polémico retorno al la pintura figurativa. Más de 300 piezas en total que incluyen esculturas y objetos diseñados por el autor, además de una colección de dibujos y grabados poco conocidos, entre ellos más de 150 trabajos sobre papel, el mayor número nunca expuesto.
La exposición ha sido posible gracias a la colaboración especial con la galería de la Fundación Khardzhiev de Amsterdam y la Colección Costakis de Tesalónica, con obras procedentes de colecciones públicas y privadas, entre otras del Museo Estatal Ruso de San Petesburgo, el MoMA de Nueva York y el Centro Pompidou de Paris.