La ONU evacúa al personal en Libia donde los enfrentamientos dejan al menos 15 muertos
- Los bombardeos sobre el aeropuerto de Tripoli han matado a dos soldados
- El Gobierno estudia cómo intervenir para mantener la seguridad
- Milicias rivales pujan por el control de enclaves del país desde el domingo
Naciones Unidas ha evacuado a su personal en Libia donde al menos 15 personas han muerto en enfrentamientos en la ciudad de Bengasi, al este del país, y en la capital, Trípoli.
Durante la madrugada del martes varios cohetes BM-21, de origen soviético, han golpeado el aeropuerto internacional de Trípoli, que permanece cerrado y bajo control de las milicias, dañando la torre de control, destruyendo el 90% de la flota aérea y matando a dos soldados.
“El Gobierno estudia la posibilidad de restablecer la seguridad mediante fuerzas internacionales”, ha explicado el portavoz gubernamental Ahmed Lamine.
Además, la misión internacional de Naciones Unidas en Libia (la UNSMIL) ha evacuado temporalmente a su personal en la zona por las “condiciones de violencia permanente” en la región.
La misión considera que el cierre del aeropuerto y el deterioro de las condiciones de seguridad hacen imposible mantener su trabajo.
Los servicios sanitarios y de seguridad han informado de la muerte de al menos seis personas en Bengasi, donde otras 25 han resultado heridas por fuego cruzado entre las fuerzas de seguridad y los militantes a última hora del pasado domingo.
Las luchas de las milicias también han llegado a la capital, donde han muerto al menos siete personas, y han tomado el control del mayor aeropuerto internacional del país dejándolo incomunicado.
Lucha por el control del aeropuerto de Bengasi
Los enfrentamientos, los peores que vive la capital libia en los últimos seis meses, han alcanzado al aeropuerto de la ciudad, que permanece tomado, asediado y bombardeado por milicias rivales que llevan luchando por el control de la base aérea desde el domingo.
Esta situación ha llevado al cierre de los aeródromes de Tripoli y Misrata que se suman al de Bengasi, clausurado hace dos meses. Esto deja al país con una única conexión por tierra con el exterior a través de Túnez que recuerda al bloqueo que ya sufrió el país en la década de los 90 por motivos tan distintos como las sanciones de la ONU.
Allí, en Bengasi, la mayoría de los heridos y muertos son civiles, de acuerdo con una fuente de los servicios médicos de la ciudad en donde al menos diez casas han sufrido el impacto de misiles de la fuerza irregular liderada por el exgeneral Khalifa Haftar que también ha bombardeado una base militar, bancos y edificios oficiales.
Tres años después de la caída de Muamar el Gadafi, Libia sigue sumergida en un profundo caos con un débil Gobierno y un nuevo ejército incapaz de controlar las brigadas de antiguos combatientes rebeldes y milicianos que combaten a menudo por el poder político y económico.