Bruselas impone aranceles a las importaciones de cereales ante la caída de los precios mundiales
- Fijará un impuesto de 5,32 euros por tonelada de maíz, centeno y sorgo
- El precio mundial del maíz registra la tasa más baja desde 2008
La Comisión Europea (CE) impondrá aranceles a las importaciones de cereales, que desde 2010 entraban libres de derechos de aduanas a la Unión Europea (UE).
Así, a partir de ahora se pagarán 5,32 euros por tonelada de maíz, centeno y sorgo como consecuencia de una bajada de los precios en estos productos, según ha anunciado este miércoles la CE.
El Consejo Internacional de Cereales ha estimado que la producción mundial de maíz llegará a 963 millones de toneladas en 2014, lo que sería el segundo dato más alto tras los niveles récord alcanzados el año pasado.
Las reservas mundiales, por su parte, se incrementarán de 13 a 180 millones de toneladas a finales de la temporada 2014-2015, el nivel más alto en cinco años.
Estas previsiones se hacen después de conocer que el precio del maíz a escala mundial ha disminuido hasta los 203 dólares por tonelada, una cifra que recuerda a la de agosto de 2010, en contraposición a los 304 dólares de hace un año.
Más ingresos por cereales, más costes de producción
Hace tan solo un día que la Comisión anunciaba en el informe sobre producción de cereales de la UE la mejora de ingresos, aunque reconocía una subida notable en los costes de producción.
Durante el año 2007, la relación entre precios, rendimiento y costes fue tan ventajosa que los ministros de Agricultura y Pesca suprimieron los aranceles para optar a una mayor competitividad y contener así la inflación de materias primas.
De hecho, el período comprendido entre 2010-2011 fue positivo para los productores debido a que tanto el precio del cereal como los ingresos aumentaron.
Además, los márgenes brutos obtenidos por hectárea o tonelada de producto resultaron un 36% más altos que el promedio contenido entre 2004 y 2010, sin alcanzar el alto nivel de 2007 como consecuencia del incremento en costes de producción.
Los rendimientos altos fueron la clave para sacar beneficio a los elevados pecios de los cereales, según reconoce la CE. Ahora la situación ha revertido y la imposición de impuestos se lleva a cabo para evitar el hundimiento de los precios en el mercado europeo.