Kiev acusa a los prorrusos de destruir pruebas y robar 38 cuerpos de las víctimas del avión malasio
- El líder de los prorrusos niega que hayan encontrado las cajas negras
- Expertos de la OSCE logran entrar pero con trabas de los milicianos armados
- Malaysia Airlines identifica las 12 nacionalidades de los 298 pasajeros
- Poroshenko pedirá calificar como terroristas a los sublevados prorrusos
Dos días después de que el avión de Malaysia Airlines fuera derribado con 298 ocupantes en el este de Ucrania, un grupo de expertos de la OSCE por fin han logrado adentrarse en la zona de la catástrofe, aunque lo han hecho tras mantener una discusión con los milicianos prorrusos armados que custodian el lugar, un campo abierto junto a la localidad de Grabovo, en la región de Donetsk.
Los expertos internacionales han sido obligados a dejar los coches en los que llegaron e internarse a pie en el campo donde permanecen desperdigados los restos del avión y los cuerpos de los fallecidos en el siniestro.
Aunque en las últimas horas se ha anunciado un acuerdo por el que los rebeldes prorrusos permitirán los trabajos en un radio de 20 kilómetros, el Gobierno ucraniano ha denunciado que los milicianos que controlan la zona se han llevado 38 cuerpos de las víctimas del avión y han destruido pruebas que los incriminarían.
"Milicianos armados alejaron a los equipos de rescate y los dejaron sin medios de comunicación. Cargaron los cuerpos en un camión como sacos. Según los milicianos, se disponían a llevarlos a la ciudad de Donetsk", señala una fuente del Gobierno de la región donde tuvo lugar el accidente, citada por medios ucranianos.
El líder de los separatistas prorrusos ha desmentido esto último, y ha negado que hayan encontrado las cajas negras del aparato.
Ayer, milicianos armados impidieron el acceso al grupo de inspectores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) que llegó al lugar del suceso entre la indignación de los familiares de las víctimas y de sus gobiernos.
Los líderes mundiales exigen acceder al lugar
Numerosos países y el Consejo de Seguridad de la ONU exigen el acceso a la zona y que lleve a cabo una investigación independiente para aclarar las causas del siniestro del avión, supuestamente derribado por un misil sobre la rebelde región de Donetsk.
EE.UU. y las potencias occidentales culpan a los insurgentes y, de forma indirecta, a Rusia por prestar apoyo a los separatistas.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha confirmado que, según la información de inteligencia en su haber, el avión que había salido de Amsterdam con destino a Kuala Lumpur fue abatido por un misil tierra-aire lanzado desde un área controlada por los separatistas respaldados por Rusia en Ucrania.
Obama no involucró directamente a Moscú, pero aseguró que "no es posible para esos separatistas operar de la forma que lo hacen (...) sin equipo sofisticado y un entrenamiento sofisticado y ambos proceden de Rusia".
El mandatario coincidió, en sendas llamadas telefónicas, con el primer ministro británico, David Cameron, y la canciller alemana, Angela Merkel, en que Moscú afrontará sanciones adicionales si no deja de alentar la inestabilidad en Ucrania.
Quieren repatriar a sus muertos
También Australia ha reclamado que se garantice el acceso a la zona y exige una investigación para llevar a los responsables ante la justicia.
"Por ahora, todo lo que sabemos, porque la zona está controlada por rebeldes apoyados por Rusia, es que los cuerpos siguen esparcidos en campos en el este de Ucrania y que rebeldes armados pisotean la zona", ha dicho el primer ministro, Tony Abbott.
El primer ministro ha indicado que está noche partirá hacia EE.UU. junto a la ministra de Exteriores, Julie Bishop, para exigir ante el Consejo de Seguridad de la ONU la apertura de una investigación internacional independiente.
Víctimas de 12 nacionalidades
De los 298 pasajeros fallecidos, 27 eran australianos, mientras que la mayoría, 193, eran de nacionalidad holandesa, uno con doble nacionalidad estadounidense. La compañía ha informado de 192 víctimas de este país, pero Exteriores ha elevado la cifra.
También viajaban 44 malasios, 10 británicos, uno de ellos con doble nacionalidad sudafricana; 4 alemanes, 4 belgas, 3 filipinos, un canadiense y un neozelandés.
En la capital ucraniana, Kiev, ya se encuentran investigadores internacionales, entre ellos más de 130 especialistas de Malasia, y equipos de Holanda y Australia.
También viajará este sábado a Ucrania el ministro de Transportes de Malasia, Liow Tiong Lai, para garantizar el acceso de investigadores malasios al lugar donde se encuentran los restos del avión.
"Queremos garantizar un corredor seguro al lugar", dijo Liow, que evitó pronunciarse sobre quién tiene las cajas negras del avión, que según la agencia rusa Interfax fueron encontradas por rebeldes ucranianos, y aseguró que el Gobierno malasio todavía no ha podido confirmar ninguna información.
El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, ha anunciado que prepara demandas judiciales para que las organizaciones separatistas prorrusas de las regiones orientales de Donetsk y Lugansk sean calificadas como terroristas.