Alberto Schommer desenmascara a sus personajes en el Museo de El Prado
- Desde el 22 de julio al 14 de septiembre en PhotoEspaña 2014
- El director de Bellas Artes: "En El Prado no se había hecho nunca”
- 18 fotografías realizadas en los 80, frente a 13 óleos de los ss. XVI al XX
Lograr que la mirada de la persona retratada sea el espejo de su alma, y hacerlo con inteligencia, distingue a los artistas con talento, y dota de inmortalidad a la obra.
Desde el 22 de julio al 14 de septiembre, el Museo del Prado ofrece la exposición Máscaras, que reúne una serie de 18 retratos realizados en los años 80 por el fotógrafo Alberto Schommer, reciente Premio Nacional de Fotografía, junto a una selección de 13 retratos de las colecciones de El Prado pintados por artistas españoles desde el siglo XVI hasta principios del XX.
En su esfuerzo por trasladar la identidad a la emulsión fotográfica, Schommer fue más allá. Arrancó los ojos a sus personajes para prestarles su propia mirada y definirles con ella. En los 80, el fotógrafo realizó un conjunto de retratos muy particulares, rostros iluminados con una intensa luz cenital que entierra sus párpados bajo una mancha de sombra negra.
En la presentación de la muestra, Alberto Schommer ha relatado a RTVE.es cómo inició la serie: “El primero de ellos fue el de Vicente Aleixandre. Lo fotografié en diferentes ángulos y con distintas iluminaciones. Cuando revisé las pruebas, me decidí inmediatamente por la imagen sin ojos. Y sí, era como una máscara.”
Maestros del pasado frente al maestro contemporáneo
Rafael Alberti, José Luis Aranguren, Cela, Francisco Ayala, entre otros, se alinean en un blanco y negro intensamente contrastado sobre una de las paredes de la sala que alberga la colección. Al otro lado, las pinturas de los maestros clásicos.
“Góngora frente a Aleixandre o Alberti, el joven Velázquez frente a Chillida, Saura o Antonio López, tienen el común denominador de ser obra de artistas españoles y que, como Schommer, retratan a su vez a personajes de la cultura”, ha explicado Miguel Zugaza, director del Museo de El Prado durante el acto.
Entre las obras, pinturas de Luis de Morales y, sobre todo, Diego Velázquez, directamente influidos por El Greco, uno de los primeros introductores de la tradición del retrato frontal de busto en un espacio indefinido y con iluminación directa.
“Mientras no existía la fotografía el retrato lo hacían los pintores, y cuando llega, son los fotógrafos los que toman el protagonismo. Hay algunos que lo han cultivado con las mismas claves y sensibilidad que lo hacían los pintores”, ha afirmado durante la presentación Jesús Prieto, director general de Bellas Artes.
La fotografía, el arte ausente en El Prado
Bellas Artes cumple con el compromiso de organizar una exposición sobre la obra del Premio Nacional de Fotografía, según ha indicado Prieto, y “por lo general se hace en alguna de nuestras instituciones museísticas".
Sin embargo, Prieto admitió que "en El Prado no se había hecho nunca”, aunque ha reconocido que “en la Dirección hay varias líneas de trabajo para impulsar el valor de la fotografía como expresión artística y cultural, y próximamente se conocerán los resultados”.
Como adelanto, esta reunión de óleo y positivados en blanco y negro se ha presentado al público gracias a la iniciativa de Miguel Zugaza, director del museo, según reconoce Prieto. Una combinación en la que la pintura mantiene el papel de referente como elemento de juicio.
No en vano, la imagen de Demócrito pintada por Ribera en 1630 preside la sala. “Fue elegida por Javier Portús, conservador del Museo, como obra bisagra. Las dimensiones de su rostro se ajustan al formato de los retratos y la fuerza del relieve remite a las texturas de Schommer”, ha explicado a RTVE.es Zugaza.
Paradójicamente, la figura del filósofo griego, creador del “atomismo” y considerado uno de los primeros ateos y materialistas, hace de nexo visual entre estas representaciones perfectas de la identidad intangible.
Y el retratado se expresó en voz alta
Del archivo de RTVE hemos podido rescatar el diálogo que El Prado plantea en esta exposición trasladado a uno de sus protagonistas en carne y hueso.
En 2004, el pintor Antonio López, uno de los fotografiados por Schommer, confiaba su reflexión al programa Informe Semanal frente a una de las obras ahora expuestas, Retrato de un hombre (1623), de Velázquez: “A través de sus ojos veo sus mentes”.
Ahora, los visitantes de la muestra podrán ver en Máscaras los ojos de los retratados a través de la mente del fotógrafo..
Y así lo ha recalcado Schommer al constatar la naturaleza de la mirada oculta que entregan sus personajes frente a los rostros diáfanos en óleo: “Mis ojos están mirando, negros, pero están mirando, y sabes que te están mirando a ti, aunque no los veas. Por eso los llamo máscaras”.