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Los productores madrileños abandonan FAPAE y cuestionan su funcionamiento

  • La ruptura se produce tras un conjunto de desencuentros previos
  • Una situación marcada por el desgaste fiscal y la falta de ayudas
  • Revertir la situación sería complicado pero no imposible

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El presidente de la FAPAE Ramón Colom en la presentación del Festival de San Sebastián
El presidente de FAPAE Ramón Colom en la presentación del Festival de San Sebastián

La presidenta de la asociación de productores audiovisuales madrileños AMA, Puy Oria, ha explicado a EFE que la decisión, tomada ayer en asamblea extraordinaria, de abandonar la organización matriz FAPAE "viene de lejos" y ha advertido de que otros miembros están "nerviosos".

"No creo que la decisión de AMA arrastre por sí sola a otras organizaciones, las veo a todas suficientemente serias e independientes como para que eso no suceda", ha declarado la presidenta de los productores de Madrid, que además ha cuestionado como duda añadida "si tenemos que replantearnos todos que, a lo mejor (FAPAE), tiene que seguir otro modelo, otra estructura".

AMA abandona FAPAE, a la que pertenece desde 2009, porque cree que "no está manteniendo un espíritu de unidad en la defensa de nuestro cine y no tiene una hoja de ruta y de actuación conjunta a plantear ante organismos e instituciones, en un momento tan delicado para el sector audiovisual como el actual", ha indicado en un comunicado.

Un respiro que no llega

Este abandono de AMA, la asociación más grande de las que integran la patronal, con 44 productoras, es el penúltimo eslabón en una cadena que se ha ido rompiendo desde que el Gobierno decidió no dar al sector el respiro del reiteradamente solicitado aumento de la desgravación fiscal del 18% actual hasta un 30%, porcentaje más parecido al del resto de Europa.

A eso se ha ido sumando, desde el comienzo de la legislatura, la imposición del 21% del IVA cultural, y el retraso en el pago de las ayudas automáticas, las que se conceden por amortización, correspondientes a 2012, una cantidad que alcanza los 40 millones de euros y que supera el propio fondo presupuestado para cine.

"Ayudaría muchísimo si el Gobierno hiciera hoy un gesto de apoyo al cine; no es fácil dirigir una asociación si estás viendo a tus compañeros, y a mi misma, que yo también soy empresaria, cerrando y pasándolo muy mal. Ante eso -ha apuntado Oria-, las decisiones a veces son más drásticas".

Falta de sintonía frente a la crisis

Aún así, insiste en que la decisión de AMA se ha producido tras una acumulación de frustraciones y dentro del respeto al presidente de la patronal FAPAE, Ramón Colóm: "No es para nada una cuestión contra Ramón, ahí diferimos de otras posturas", ha señalado la presidenta en referencia al malestar transmitido hace unos días por el expresidente de FAPAE Eduardo Campoy. Y ha añadido que el trasfondo es "una discrepancia en el modo de enfrentar la situación, lo que a lo mejor lo hace peor".

"El problema es que la actual dirección asegura que está preparando un plan (...) pero tenemos muchos compañeros que están nerviosos. Ahora lo único que pedimos es seguir trabajando conjuntamente, cada uno desde un punto y en general, todos lo aceptan, aunque hemos coincidido en que seguiremos en contacto, porque habrá que ir viendo, la situación es crítica, no hay reacciones y esto crea un pánico generalizado", ha advertido.

"Yo sé que esto no es fácil para nadie, ahora estamos fuera de organización", ha reflexionado Oria, quien ha señalado que "siempre hay posibilidades de revertir una decisión, pero para que AMA cambie, habría que dar marcha atrás a muchos gestos previos: esto no ha sido de hoy a mañana", ha insistido.

La representante de los productores madrileños mira hacia adelante aguardando un cambio: "Vamos a ver hoy que pasa, tenemos todas las esperanzas en que hoy se pueda aprobar (en Consejo de Ministros) tanto los incentivos como en recuperar las ayudas de 2012", ha dicho.

En ese sentido, Puy Oria opina que la situación de los empresarios del cine es similar a la del resto del país, pero ha recalcado que los productores no están por "desangrarse sin pegar un grito". Y ha concluye admitiendo que "intentaremos reconducir la situación, pero este sería el momento de que el Gobierno ayudase".