Rubalcaba da su "total e incondicional" apoyo a Sánchez y dice que será socialista "hasta el fin"
- El histórico socialista da su último discurso como secretario general del PSOE
- "Sánchez será un excelente líder y tendrá detrás a todo el partido", dice
- Pide coherencia y lealtad en un PSOE que "ganará de nuevo la confianza"
- Díaz aboga porque sea el Congreso de la unidad: "Somos la única alternativa"
- Sánchez se convertirá este mismo sábado en secretario general del PSOE
"Soy socialista y lo seré hasta el final de mis días". Con esta declaración de intenciones Alfredo Pérez Rubalcaba se ha despedido como secretario general del PSOE, cargo que a partir de este sábado ocupará Pedro Sánchez, que será proclamado nuevo líder de los socialistas en el Congreso Extraordinario del PSOE.
El histórico socialista ha dado su último discurso como secretario general, un cargo que ha ocupado dos años, interrumpido constantemente por los aplausos de los delegados y militantes socialistas, que han despedido en pie y con una larga ovación a quien deja la política tras 21 años en primera línea.
En este sentido, ha querido dejar claro en un discurso de unos 40 minutos que ha definido como "difícil" que se va de la primera fila política pero que "nunca" abandonará su "compromiso político". Un compromiso que le debe al PSOE, que le ha dado "todo", ha dicho emocionado.
"Sánchez será un excelente líder"
Ha arrancado su intervención ante más de 3.000 socialistas con un claro mensaje de apoyo a quien tomará su testigo en el PSOE. Ha destacado la "determinación" de Pedro Sánchez, del que ha dicho que "será un excelente secretario general".
"Lo vas a hacer muy bien. Tienes mi total e incondicional apoyo ahora y siempre", le ha dicho el secretario general saliente al que ocupará su despacho en Ferraz. Ha querido además dar un mensaje de unidad asegurando que Sánchez "va a tener a todo el partido detrás".
El nuevo líder ha cedido el protagonismo en este primer tramo del Congreso a Rubalcaba aunque sí ha hecho declaraciones a la prensa a la entrada y salida del cónclave, antes del receso. Ha dicho que "es un día de unidad, renovación, cambio y esperanza para España", que prepara un "equipo ganador" para "ganar a la derecha" y de Rubalcaba ha destacado su legado "no solo en el PSOE sino en España" y su discurso "elevado y emotivo".
Su entrada al hotel donde se celebra el cónclave socialista ha sido más que triunfal. Ha tardado un buen rato en acceder al auditorio porque la militancia no paraba de besarlo y abrazarlo. Ha escuchado desde el patio de butacas a Rubalcaba, que lleva 40 años en el partido, solo dos menos que los que tiene Pedro Sánchez.
Rubalcaba, empapado en sudor por el excesivo calor por los focos, ha destacado el proceso de primarias del PSOE que Sánchez ganó a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias y el hecho de que los militantes hayan elegido a su líder por primera vez en la historia del partido. Un modelo que, a su juicio, terminarán copiando todos los partidos. "Incluso los que eligen a sus líderes en reservados de restaurantes", ha aseverado.
Ha explicado que aceptó el voto directo de los militantes para elegir a su sucesor porque entendió que solo de esa forma los socialistas podrían demostrar ante los ciudadanos su disposición al cambio y su voluntad de transformación.
Defiende los valores socialistas y la vía federal
El aún líder socialista, que ha reconocido acordarse más en estos momentos de lo que ha hecho mal que de lo que ha hecho bien, se ha mostrado "convencido" de que este nuevo PSOE recuperará la confianza de la gente peleando "con uñas y dientes".
Ha insistido en que todo el partido va a cerrar filas en torno al nuevo líder y eso hará que recupere rápidamente la confianza de los ciudadanos. "No nos votarán por lo que hicimos, sino por lo que seamos capaces de hacer", ha avisado.
Pide a los suyos "cambiar políticas sin cambiar los valores socialistas", a los que se ha referido varias veces en su discurso, y ha dicho que los socialistas deben ser "coherentes, pero no dogmáticos, leales, honestos y austeros". "Debemos supeditar nuestros intereses a los del partido", ha añadido.
Ha querido avisar al nuevo equipo, haciendo gala de autocrítica, de que "cuando el PSOE no es coherente, lo paga caro" y ha pedido que sea un partido "ejemplar" en un momento de desafección ciudadana con la política y que lleve siempre por bandera la coherencia, la lealtad y la defensa de los intereses generales.
"Somos la izquierda que quiere gobernar, que no se conforma con estar en la calle mientras gobierna la derecha", ha resaltado.
A pesar de que ha reconocido que el PSOE siempre ha tenido una relación "complicada" con el poder ha querido destacar que los socialistas "nunca" han querido "el poder por el poder". "Queremos el poder para que nadie tenga tanto poder como para tener que arrodillarse delante de nadie", ha afirmado.
El secretario general saliente ha dedicado unos minutos al desafío soberanista de Cataluña para abogar por la reforma federal de la Constitución que se aleja del "inmovilismo" y la "ruptura" y se basa en el diálogo "entre quienes se sienten distintos pero quieren seguir viviendo juntos".
Considera que es la única vía posible para resolver el problema territorial que, a su juicio, tiene España.
Momento para los agradecimientos en el discurso
Como era de esperar en su último discurso como líder socialista, Rubalcaba ha querido dar las gracias a los que le han acompañado en su larga trayectoria política. Tras resaltar el trabajo de su Ejecutiva, se ha acordado de Felipe González, que le escuchaba desde el patio de butacas y que ha sido aplaudido por el público. "Siempre ha sido mi maestro. De él lo he aprendido todo", ha dicho.
También ha mostrado su agradecimiento a José Luis Rodríguez Zapatero (que no ha acudido al discurso de Rubalcaba), Joaquín Almunia, José María Maravall y Javier Solana.
A ellos se ha referido como "un equipazo, el 'dream team'", aunque rápidamente le ha salido el madridista que lleva dentro para decir que son como "la Quinta del Buitre".
Especial la dedicatoria dedicada al expresidente Zapatero y al exlehendakari Patxi López, con los que compartió en el Gobierno como ministro de Interior el fin de la actividad de ETA.
Rubalcaba ha agradecido tanto a Sánchez como a Madina y Pérez Tapias su participación en la carrera para el liderazgo del partido porque ha permitido demostrar que el PSOE está dispuesto a cambiar.
Sus últimas palabras, las más emocionadas, han sido de agradecimiento generalizado a unas siglas, las del PSOE. "El PSOE no me debe nada. Yo se lo debo todo al PSOE. Le debo lo que he sido y haber podido trabajar por mis convicciones. Gracias de corazón, sabéis que me tenéis donde esté".
Susana Díaz: "Este debe ser el Congreso de la unidad"
Por su parte, la presidenta de Andalucía y presidenta del Congreso, Susana Díaz, ha abierto el cónclave socialista haciendo un llamamiento a la unidad de un partido "fuerte y renovado".
"Necesitamos que este sea el Congreso de la unidad. Es un Congreso importante para el partido pero también para toda España", ha señalado Díaz, que ha añadido que "el PSOE es la alternativa de izquierda que España necesita".
De esta manera ha arrancado la líder de los socialistas andaluces el Congreso tras la constitución de su mesa y pidiendo un aplauso tanto para quien deja el liderazgo del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, como para quien toma el testigo, Pedro Sánchez.
Díaz ha vuelto a subrayar la importancia de las elecciones municipales y autonómicas, que están "a la vuelta de la esquina" y que tienen que ser "el principio del cambio", por lo que ha instado a los socialistas a que se "echen a la calle".
"Frente a esa España oficial que destila triunfalismo, hay otra España, la que sufre, y los socialistas tenemos que levantar la voz, alto y claro", ha subrayado.
Ha pedido a los militantes que no se queden callados cuando escuchen decir que todos los partidos son iguales, y que reivindiquen lo que son porque no son "ni siquiera parecidos" a otros gobiernos.
Ha denunciado que ya se conoce cuál es el programa de la derecha, a la que ha acusado de desmantelar el Estado de bienestar, tras lo que ha señalado: "Nos duele cuando tocan la sanidad y, mucho más, la educación, nos duele cuando nos quitan a las mujeres el derecho a decidir nuestra propia maternidad, cuando quitan la dependencia, unos logros que tienen el 'sello socialista'".
"Si hay algo que podemos decir alto y claro, aunque hayamos cometido errores que hemos asumido, es que hoy España es infinitamente más injusta que la que dejaron los anteriores gobiernos socialistas", ha sentenciado.