El tráfico marítimo empeora la calidad del aire de la costa europea, según un estudio
- Entre un 8% y 20% de la contaminación en el Mediterráneo proviene de barcos
- Hay más contaminación de barcos en el sur de Europea que en el norte
- Los investigadores instan a las autoridades a controlar este tipo de polución
Las emisiones del tráfico marítimo se están incrementando en la actualidad y podrían continuar haciéndolo a causa del comercio a escala global. Es la principal conclusión de una investigación sobre el impacto de las emisiones de los buques en la calidad del aire de la costa europea.
El estudio, publicado con acceso abierto en la revista Atmospheric Environment, indica que el tráfico marítimo supone entre un 8% y un 20% de la contaminación atmosférica del litoral del Mediterráneo.
Otra de las conclusiones de la investigación, liderada por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC es que la cuenca del Mediterráneo y el Mar del Norte son los lugares en los que se producen "contribuciones máximas" de contaminación atmosférica.
Diferencias entre el norte y sur de Europa
Según ha explicado a la investigadora principal del trabajo y miembro del Departamento de Geología Inorgánica del IDAEA-CSIC, Mar Viana, mientras que en el norte de Europa la contaminación por partículas procedente del tráfico marítimo representan el 1% del total, en ciudades del sur de Europa, como Génova, este porcentaje es del 20% y del 14% en Melilla.
En Barcelona, las partículas emitidas al aire por los barcos que atracan en su puerto suponen el 8% del total de las partículas PM1 -partículas atmosféricas de diámetro menor que un micrómetro- que flotan en la atmósfera.
El diferente porcentaje de contaminación que puede achacarse al tráfico marítimo podría explicarse, según ha señalado la investigadora del CSIC, a la "diferencia en el volumen de tráfico marítimo, el uso de combustibles más limpios en el norte y la climatología, ya que la lluvia arrastra las partículas y limpia el aire".
Partículas analizadas
Las cifras analizadas incluyen la cantidad de partículas atmosféricas en suspensión que contienen vanadio y níquel, metales que son marcadores específicos de emisiones de buques, ya que proceden de la combustión de petróleo crudo, principal combustible de los barcos.
El estudio recoge el porcentaje de partículas contaminantes (de 1, de 2,5 y de 10 micrómetros de diámetro) en el aire de las ciudades.
Los barcos emiten más partículas finas, según ha apuntado Mar Viana, y por eso las cifras más altas se dan en los casos de partículas de 1 y de 2,5 micrómetros respectivamente (PM1 y PM2,5).
A partir de estos cálculos, el equipo de investigación subraya que las emisiones del sector del transporte marítimo no pueden considerarse "una fuente insignificante de los contaminantes atmosféricos en zonas costeras europeas", a pesar de que este tipo de contaminación sigue siendo inferior a la contaminación por tráfico rodado.
Pese a ello, la contaminación que emiten los barcos, según la investigadora, es una fuente que debe ser controlada, más aún teniendo en cuenta su crecimiento en los próximos años.