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Alberto García Alix, autorretrato detrás de la cámara

  • Una exposición recorre sus autorretratos desde finales de los 70 hasta hoy
  • Podrá visitarse entre el 31 de julio y el 28 de septiembre en Madrid
  • La muestra se incluye en el marco PHotoEspaña 2014

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Alberto García-Alix inaugura en el Círculo de Bellas Artes de Madrid 'Autorretrato'

“El día que entendí que era un fracasado decidí que la cámara me acompañaría. Tenía 20 años. Luego tardé mucho tiempo en ganarme la vida con la foto”, cuenta pensativo Alberto García-Alix a RTVE.es.

Finalmente esa vida se ha convertido en un éxito del artista, y ahora habla desde las paredes del Círculo de Bellas Artes en Madrid. Lo hace asomada a las fotografías de la exposición Autorretrato, que se ha presentado este jueves y podrá visitarse entre los días 31 de julio y 28 de septiembre, dentro del marco de PhotoEspaña 2014.

Las imágenes de Autorretrato actúan como ventanas al pasado del fotógrafo y al presente de la persona Alberto García-Alix. No son una biografía sino un retrato, y conforman un puzzle de las cosas que son él mismo. Nos muestran al autor como el sujeto fotografiado y, a través de su propio lenguaje, como la mano que aprieta el disparador.

La muestra recorre su trayectoria desde los primeros autorretratos realizados a finales de los 70 hasta la actualidad. La exposición incluye 71 imágenes además de su obra de vídeo más autobiográfica hasta la fecha: De donde no se vuelve.

Muchos retratos en uno solo

García-Alix muestra a un García-Alix inmerso en el momento de la foto. Su piel es un lienzo más que el autor muestra sin pudores, ya sea completamente desnudo como en Autorretrato, un hombre triste (2001), o fragmentos de su cuerpo como en La posesión lo es todo (2001).

Como si fueran emulsión fotográfica viva, sus tatuajes también hablan por él, asomando en el tiempo desde cada foto, a medida que iban naciendo. “Mis tatuajes son mi persona, si, también es una lectura” nos confiesa.

Su afición a las motos aparece hablando de sus alegrías de juventud como parte de su autodescripción, y las ciudades en las que vivió, Francia y China, donde ha desarrollado parte de su obra, también están presentes (Retrato con letras chinas).

En esta trayectoria viajera, los lugares también adquieren protagonismo, y rememorarlos es hablar de aquel que pasó por ellos. Mi Barrio (1997) o El lugar de mi confesión (1995) son fotografías en las que paredes y calles muestran un retrato subsidiario del artista.

Madrid y García-Álix

Pero, como ha explicado Nicolás Combarro, comisario de la muestra, “Alberto es un artista que se reconoce mucho con Madrid”. Y así es reconocido como uno de los fotógrafos que relataron la movida madrileña en imágenes.

Alberto Gracía-Alix (Leon, 1956) ha recibido los principales premios españoles en reconocimiento a su carrera: Premio nacional de Fotografía en 1999, Premio de Fotografía de la Comunidad de Madrid 2004, y el Premio PHotoEspaña 2012.

Este artista, fotógrafo, motero, tatuado, a veces se muestra crudo y nítido y otras se oculta tras un desenfoque o presta su identidad a su sombra. Alberto García-Álix, como nos confesaba, decidió vivir con la cámara, y administra el poder del objetivo para arrancar las verdades desnudas, incluida la suya propia.