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Más de 50 muertos en choques entre el ejército libanés y las milicias en la frontera con Siria

  • Militantes de Al Nusra y el Estado Islámico han atacado la frontera
  • Las milicias han tomado un edificio gubernamental y tienen rehenes
  • El Líbano ha detenido al líder de Al Nusra, Emad Jumaa

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Un tanque del ejército libanés en la entrada de la ciudad de Arsal, cerca de la frontera con Siria.
Un tanque del ejército libanés en la entrada de la ciudad de Arsal, cerca de la frontera con Siria.

El ejército de El Líbano ha abatido este sábado a al menos 11 militantes islamistas cerca de la frontera con Siria, según han informado fuentes militares, en lo que han definido como un movimiento contra hombres armados vinculados a Al Qaeda que horas antes habían tomado una comisaría de policía y habían matado a dos soldados.

De acuerdo con los oficiales sirios, entre los pistoleros había miembros de la organización Estado Islámico, una milicia radical suní que ha tomado el control de largas regiones de Siria e Irak.

Asimismo, por lo menos otros tres civiles han sido asesinados, y 16 miembros de las fuerzas de seguridad han sido retenidos por miembros del frente Al Nusra, la rama de Al Qaeda en Siria, durante el ataque a una instalación de seguridad. Según un oficial libanés los retenidos ya están a salvo.

Por su parte, el ejército sirio, junto a fuerzas de Hizbulá, ha participado en una emboscada a las milicias en su lado de la frontera en la que al menos 50 rebeldes, incluyendo miembros de ambas organizaciones, han sido abatidos según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La violencia en el país se ha desencadenado este sábado después de que las autoridades libanesas arrestaran al líder de la milicia Al Nusra, Emad Jumaa, en un punto de control cerca de la ciudad.

Un ataque planificado

Esta ha sido la primera vez que las milicias se han hecho con un edificio gubernamental. “Parece que se trata de una operación armada no espontánea sino planificada y estudiada por lo que el ejército será firme y contundente en su respuesta”, ha dicho el ejército en un comunicado.

Por su parte, el primer ministro libanés, Tammam Salam, ha calificado la situación como un ataque de “grupos armados no libaneses”. De este modo, ha señalado que el ejército será el encargado de “restaurar la seguridad y la estabilidad en Arsal y sus alrededores”.

Decenas de miles de refugiados sirios se han trasladado a la ciudad, en la frontera con Siria, para escapar del enfrentamiento a través de la porosa frontera montañosa. Además, esta permeabilidad también facilita el paso de rebeldes en busca de ayuda médica.

“En términos de repercusión para El Líbano, este es el acontecimiento más peligroso desde la erupción del conflicto en Siria”, ha declarado el columnista libanés Nabil Boumonsef.

“Se está produciendo una guerra”

“Se está produciendo una guerra”, alarmaba el alcalde de la ciudad fronteriza, Ali Hujeiri, de mayoría suní y simpatizante con los rebeldes en Siria, donde el sonido de la artillería y el fuego cruzado se ha podido escuchar durante toda la noche.

El ejército ha informado que se enfrenta a un número indeterminado de hombres armados que está a punto de ser rodeado.

El Líbano, que se está recuperando de su propia guerra civil entre 1975 y 1990, ha sido especialmente golpeado por las milicias del frente Al Nusra y el Estado Islámico así como por la guerra de Siria en la que los rebeldes sunís se enfrentan al presidente Bachar Al Asad, miembro de la minoría chií alauí.

El país ha sufrido ataques suicidas, coches bomba, lanzamiento de cohetes, secuestros y tiroteos desde que estallara el conflicto en Siria.