Muere un general estadounidense en un ataque en Afganistán
- Un soldado afgano hiere a una docena de militares de la OTAN
- Es el militar de EE.UU. de más rango que fallece en el país asiático
Al menos un general estadounidense ha muerto y otra docena de miltares de la OTAN, incluido otro general alemán, han resultado heridos por disparos de un hombre con uniforme militar afgano en Kabul, según diversas fuentes oficiales.
El general Harold J. Greene, de 55 años y natural de Nueva York, era uno de los principales responsables para la transición de las operaciones de seguridad a las fuerzas afganas, según ha revelado el Pentágono que lo designó para ese puesto a comienzos de 2014.
El ataque se ha producido cuando el grupo de militares de la Alianza Atlántica visitaba la Academia de Oficiales del Ejército Nacional Afgano, administrada por el Reino Unido en la base de Camp Qargha.
Según fuentes oficiales afganas, los heridos son siete militares estadounidenses, cinco británicos y un alemán, así como otros tres miembros de las fuerzas militares afganas. Varios de ellos se encuentran graves. Además, el atacante ha sido abatido.
Berlín ha confirmado que su militar tiene rango de general. Por su parte, el fallecido es el estadounidense de más alto rango caído en Afganistán desde la invasión de 2001, concretamente un general dos estrellas, según medios estadounidenses.
'Verde contra azul'
Estas acciones son conocidas en jerga militar como ataques green on blue (verde contra azul), en alusión al color de los uniformes de las respectivas fuerzas.
Se trata del segundo ataque de este tipo en lo que va de año tras la muerte de dos soldados de la misión de la ISAF a manos de dos desconocidos que vestían el uniforme de las fuerzas de seguridad afganas, en febrero pasado, recuerda Efe.
La agencia añade que en 2012, se registraron más de medio centenar de tales ataques, aunque la tendencia disminuyó en 2013, al calor del papel cada vez más secundario que desempeñan las tropas extranjeras en Afganistán, país del que tienen previsto retirarse completamente en 2016.
Actualmente, el país se enfrenta a un repunte de la violencia y a una crisis política tras las controvertidas elecciones presidenciales.