Cheryl Boone es reelegida como presidenta de la Academia de Hollywood

Cheryl Boone Isaacs

El consejo directivo de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood ha decidido que Cheryl Boone Isaacs continúe al frente de la organización como presidenta. La reelección se ha producido este martes, 5 de agosto, otorgando a Isaacs un segundo mandato tras su aterrizaje en el puesto en julio de 2013.

La presidenta continúa además siendo miembro del órgano que gobierna la facción de relaciones públicas de la entidad, posición en la que lleva 21 años.

El consejo de la Academia ha reelegido también a Jeffrey Kurland como primer vicepresidente de la entidad, y a Leonard Engelman y John Bailey como vicepresidentes segundos. El puesto de tesorero ha sido asignado a Dick Cook y el de secretario a Bill Kroyer.

Afroamericana y mujer

Cheryl Boone Isaacs fue la primera persona afroamericana que ostentó el cargo de presidenta en la historia de la institución, y es, asimismo,  la tercera mujer que alcanza esa posición, después de la actriz Bette Davis en 1941 y la guionista Fay Kanin entre 1979 y 1983.

Antes de ocupar su puesto actual, la presidenta fue responsable de la producción de la gala anual de los premios del Gobernador, en diciembre, meses antes de la ceremonia de los Óscar, y en el pasado fue ejecutiva en materia de mercadotecnia de estrenos de cine para los estudios Paramount y New Line. Boone sustituyó a Hawk Koch, que ejerció como presidente de la organización hasta el año pasado.

Isaacs actualmente dirige CBI Enterprises, donde ha colaborado en las campañas de cintas como The Artist, The King's Speech o Precious. Anteriormente fue responsable comercial de espectáculos para New Line Cinema, donde supervisó éxitos como Austin Powers: El espía que me achuchó (1999).

La reelegida presidenta también acumula reconocimientos por su implicación en la defensa y fomento de los derechos de la población afroamericana.

Los miembros del consejo de la Academia ejercen mandatos de tres años de duración, mientras que el de los directivos se limita a uno, con un máximo de cuatro años consecutivos.