Cadena perpetua a los líderes del Jemer Rojo por el Holocausto de Camboya
- El régimen liderado por Pol Pot causó 1,7 millones de muertos en el país
- Son condenados, entre otros cargos, por crímenes contra la humanidad y exterminio
El tribunal internacional de Camboya ha condenado este jueves a cadena perpetua a dos exlíderes del Jemer Rojo por crímenes contra la humanidad, en la primera sentencia contra la cúpula de un régimen liderado por Pol Pot que causó 1,7 millones de muertos hace más de tres décadas.
Los dos acusados, cuyos abogados ya han anunciado que van a apelar la sentencia, son el ideólogo y número dos de la organización comunista, Nuon Chea, de 88 años, y Khieu Samphan, de 83, presidente del que el Jemer Rojo llamó Gobierno de Kampuchea Democrática. Ambos rechazan los cargos que se les imputa en esta primera fase del proceso.
Esta parte juzgaba la evacuación forzosa de Phnom Penh y la deportación de población urbana a campos de trabajo en zonas rurales, y la ejecución de soldados republicanos que el Jemer Rojo llevó a cabo tras tomar del poder en 1975.
"Ataque global y sistemático contra la población civil"
"Millones de personas fueron víctimas por el ataque global y sistemático contra la población civil que seguía políticas y planes del partido", ha indicado el juez Nil Nonn en la lectura de la sentencia retransmitida en directo por el portal de internet del tribunal.
El juez consideró a los acusados culpables de crímenes contra la humanidad, exterminio, asesinato, persecución política y otros actos inhumanos, entre ellos, evacuaciones y desapariciones forzosas, por los hechos juzgados en la primera fase del proceso contra los ex dirigentes.
"Unos 2 millones de personas fueron transferidas a la fuerza de Phnom Penh bajo falsos pretextos, amenazas y a punta de pistola", ha destacado Nil Nonn.
Caso segregado en varias partes
El juez rechazó los argumentos de la defensa, que atribuyeron la orden de evacuación al riesgo de bombardeos por parte de Estados Unidos y a la falta de alimentos, y les hizo responsables de los crímenes por formar parte de la "empresa criminal conjunta".
Los dos acusados, se enfrentan a otros cargos de crímenes contra la humanidad y genocidio en la segunda fase del proceso que comenzó la semana pasada.
El tribunal decidió segregar en varias partes el caso contra los líderes del Jemer Rojo ante la complejidad del proceso y el temor de que los acusados, todos ellos de avanzada edad y frágil estado de salud, murieran antes de que se pudiera dictar sentencia.
El único líder que hasta ahora ha sido enjuiciado es Kaing Guek Eav, conocido por "Ducth" y director del principal centro de tortura del Jemer Rojo, y a quien el tribunal condenó a una pena de 35 años de cárcel, que luego redujo a 19 años.
Detenidos en 2007
Con el Jemer Rojo casi desmantelado por las deserciones de regimientos enteros, Nuon Chea y Khieu Samphan se entregaron a finales de 1998, pero fueron puestos en libertad y regresaron a las junglas del oeste de Camboya. Aunque las fuerzas de seguridad finalmente les detuvieron en 2007.
Los Jemeres Rojos instauraron un régimen represivo desde abril de 1975 a enero de 1979 que mató a unos 1,7 millones de personas a causa de trabajos forzados, enfermedad, hambruna y purgas políticas. Su ideología mezclaba maoísmo, marxismo y nacionalismo.
Después de que las tropas vietnamitas invadieran Camboya y depusieran al régimen de Pol Pot, en enero de 1979, el Jemer Rojo estableció bases a lo largo de la frontera con Tailandia, desde la que lanzó ataques durante más de una década.
Juicio histórico
El jefe del Jemer Rojo, Pol Pot, murió en 1998 en el último bastión de la guerrilla maoísta en la selva del norte de Camboya, prisionero de sus propios correligionarios.
El juicio supone un hito en la justicia internacional. El tribunal empezó a prepararlo en el 2006, tras una década de difíciles negociaciones entre Naciones Unidas y el Gobierno de Camboya, que lo administran conjuntamente y han introducido elementos de la legislación internacional y de la nacional.
Algunos expertos han descrito este caso como el más importante desde los juicios de Nuremberg, en los que se juzgó a dirigentes, funcionarios y colaboradores del régimen nazi.