El nuevo Congreso libio pide un alto el fuego respaldado por la ONU y el fin de las hostilidades
- Libia elevará esta propuesta a la ONU a la que pide que monitorice el proceso
- Varias milicias se enfrentan por el control de las ciudades de Trípoli y Bengasi
- El país vive la peor ola de violencia desde la caída de Gadafi en 2011
El recién elegido Congreso de Libia en el país bajo la supervisión de Naciones Unidas para acabar con tres semanas de choques entre diferentes milicias rivales que han acabado con la vida de más de 200 personas.
"131 de los parlamentarios han votado para apoyar un alto el fuego inmediato para todos los enfrentamientos que se están produciendo en el país y permitir a la ONU que se encargue de su supervisión", ha declarado la congresista Iissa al-Oraybi.
Sin embargo, por el momento se carece de más detalles de la propuesta y se desconoce cuál será la reacción de los militantes inmersos en el conflicto ya que muchos de sus aliados políticos ya han rechazado como inconstitucional la elección de los 200 miembros de la nueva Cámara.
Asimismo, tampoco se sabe cuáles será el papel de la comunidad internacional ya que la propia Organización de Naciones Unidas decidió hace días evacuar a su personal por seguridad.
El peor enfrentamiento desde 2011
Mientras tanto, los enfrentamientos continúan en el país norteafricano. En Trípoli al menos una persona ha muerto y otras siete han resultado heridas, mientras que en Bengasi las milicias islamistas se han hecho con el control de varios cuarteles.
Por su parte, los aliados occidentales del país han depositado sus esperanzas en esta nueva Cámara elegida el pasado mes de junio para remplazar al Congreso General Nacional en una votación que expertos consultados por Reuters consideran que erosiona el poder de las facciones islamistas vinculadas a la legislatura de los Hermanos Musulmanes.
Sin embargo, algunos de los islamistas desplazados del poder se han unido a las brigadas armadas de Misrata que están implicadas en varios de los conflictos desencadenados en la capital.
Durante este miércoles se ha reducido el fuego cruzado en el aeropuerto internacional de Trípoli donde dos milicias que en su día lucharon unidas contra Gadafi ahora se enfrentan por dominar la Libia de posguerra.
Tras la peor ola de violencia en las ciudades de Trípoli y Bengasi desde la caída e Gadafi en 2011 han sido varios los gobiernos occidentales que han cerrado sus embajadas temiendo que el país acabe inmerso en una nueva guerra civil.
Por su parte, Amnistía Internacional ha calificado los bombardeos a civiles de "crímenes de guerra" teniendo en cuenta testimonios de médicos que trabajan sobre el terreno.