Miles de personas exigen en San Sebastián la libertad de los presos enfermos

• La marcha previa al inicio de las fiestas locales ha transcurrido sin incidentes
• Los asistentes piden un "tratamiento digno" para tres etarras gravemente enfermos

Vista de la manifestación que ha recorrido el centro de San Sebastián en solidaridad con los presos de ETA enfermos.

Varios miles de personas han exigido hoy en San Sebastián la puesta en libertad de los presos de ETA que padecen enfermedades graves o incurables.

La manifestación, que ha arrancado desde el Boulevard donostiarra este sábado por la tarde, solo dos horas antes del inicio de la Semana Grande donostiarra, había sido convocada por varias plataformas creadas para exigir la puesta en libertad de los reclusos enfermos Gari Arruarte, Ibón Fernández Iradi y Aitzol Gogorza.

Tras una pancarta en la que se leía el lema en euskera "Presos enfermos, a la calle. Derechos humanos, soluciones, paz", los manifestantes han recorrido las calles céntricas de la ciudad entre gritos y consignas en favor de los reclusos etarras.

En la marcha han participado representantes institucionales y políticos de la izquierda abertzale, como el alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, el teniente de alcalde, Josu Ruiz, el diputado de Amaiur Xabier Mikel Errekondo, la parlamentaria vasca de EH Bildu Miriam Beitialarrangoitia, los dirigentes de Sortu Joseba Permach y Joseba Álvarez o la secretaria de Organización de Aralar, Rebeka Ubera.

La manifestación ha discurrido sin incidentes, vigilada por tres furgonetas de la Ertzaintza, y este año ha finalizado en la Plaza Zuloaga, para evitar su entrada en el recinto festivo que poco a poco va recibiendo la afluencia de ciudadanos donostiarras que se acercan al Boulevard donostiarra para asistir al tradicional cañonazo con el que se abre la fiesta.

Al término de la marcha, una portavoz de las plataformas organizadoras ha calificado de "insostenible" y "límite" la situación en la que se encuentran algunos presos de ETA enfermos, tras lo que ha asegurado que "un tratamiento digno" a sus dolencias "sólo es posible fuera de la cárcel".