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Los Ramones, 40 años del punk

  • Su primera actuación fue el 16 de agosto de 1974 en el CGBG de Nueva York
  • Revolucionaron el rock creando un nuevo género, que extendieron a Londres
  • En 22 años dieron 2.263 conciertos y grabaron 14 discos de estudios
  • Nunca consiguieron el hit que persiguieron durante toda su carrera musical

Por
Ramones: Clip de "Blitzkrieg bop"

DISCOGRAFÍA

Ramones (1976)

Leave Home (1977)

Rocket To Russia (1977)

Road to Ruin (1978)

It's alive (1979)

End Of The Century (1980)

Pleasant Dreams (1981)

Subterrean Jungle (1983)

Too Tough To Die (1984)

Animal Boy (1986)

Halfway To Sanity (1987)

RamonesMania (1988)

Brain Drain (1989)

Loco Live (1991)

Mondo Bizarro (1992)

Acid Eaters (1993)

Adios Amigos (1995)

FILMOGRAFÍA

Rock 'n' Roll High School (1979)

End of the Century (2003) (documental)

"No vais a gustar a nadie, pero os daré otra oportunidad". Estas palabras tan alentadoras les dedicó a los Ramones Hilly Kristal, propietario del CBGB, después de su primera actuación en el icónico garito del Bowery neoyorquino. Era el 16 de agosto de 1974 y supuso el comienzo oficial de la carrera de estos chicos de Queens que revolucionaron el rock limpiándolo de toda la floritura añadida en los años anteriores y lo redujeron a un sonido puro, directo, contundente, salvaje y rápido, muy rápido. Habían creado un género nuevo, el punk.

Fiel a su promesa, Krystal los dejó tocar al día siguiente y antes de que acabara el año habían actuado en el CBGB en 25 ocasiones. Para cuando colgaron sus chupas de cuero, 22 años después en 1996, habían dado 2.263 conciertos por todo el mundo y grabado 14 álbumes de estudio, aunque nunca lograron el hit soñado durante toda su carrera, lo que les obligó a hacer giras incansablemente para poder vivir de la música.

Hoy, 40 años después, los Ramones son un grupo de culto y su influencia en la música está más que reconocida, aunque sus cuatro miembros fundadores, Johnny, Joey, Dee Dee y Tommy, no estén ya vivos -sí el batería que más tiempo tocó con la banda, 15 años, Marky Ramone-. "Si los Ramones no hubieran existido y aparecieran ahora, volverían a arrasar. Nadie los sustituyó nunca (...). Visto ahora, ya más alejado porque la enfermedad me debilita, el legado más importante de los Ramones fue que cuando subíamos al escenario, éramos los mejores. Y de lejos", escribió Johnny Ramone en su autobiografía Commando (editada por Malpaso en España y ya por su tercera edición), publicada años después de su muerte de cáncer de próstata en 2004.

Con motivo de este aniversario, RTVE.es repasa ampliamente este legado ya inmortal.

El sueño de unos chicos de Forest Hills

La fascinación por el cine de terror de serie B y los cómics y la devoción por la música de Elvis Presley, los Beatles -pese a que Johnny llegó a acudir en 1964 a un concierto en el Shea Stadium con una bolsa llena de piedras para tirárselas, pero que no lanzó porque las gradas quedaban muy lejos-, los Rolling Stones, los Doors, los Who y, sobre todo, los Stooges y los New York Dolls, acabaría juntando en una banda a cuatro chicos que merodeaban por el instituto y las calles de Forest Hills, un suburbio de clase media en Queens (Nueva York): John Williams Cummings (1948-2004), Douglas Glenn Colvin (1952-2002), Jeffrey Hyman (1951-2001) y Thomas Erdelyi (1949-2014).

Tras hacer sus pinitos musicales de adolescentes -Johnny, un chico conflictivo, y Tommy, emigrante húngaro, habían formado en el instituto el grupo Tangerine Puppets; y Jeff, alias Joey, un muchacho larguiducho y miope con desórdenes psicológicos, cantó en la banda glam Sniper-, el asunto se convertiría en algo más serio años después. Tommy, que acabó montando su propio estudio de ensayo y grabación, los Performance Studios, llevaba tiempo intentando convencer a Johnny de que montara una banda junto a su amigo y compañero de trabajo en la construcción Dee Dee, un chico marginal que entró en contacto con las drogas antes de los 14 e, incluso, llegó a hacer de chapero para pagarse la heroína -según reveló Arturo Vega, diseñador del logo de Ramones, cuenta Marcelo Gobello en Los Ramones, demasiado duros para morir (editorial Lenoir)-.

"Cuando los escuché por primera vez [a los New York Dolls] y me di cuenta del limitado talento que tenían pero lo muy divertidos que eran, pensé por primera vez que quizás el rock sí podía ser una opción. Y se lo dije a Tommy y Dee Dee: 'Esto también puedo hacerlo yo e igual de bien'", cuenta Johnny en sus memorias. Tras darle vueltas durante dos años y ser despedido de la obra, cedió a montar un grupo y el 23 de enero de 1974 se compró una guitarra Mosrite por 50$, la más barata.

Con Johnny y Dee Dee como guitarristas, reclutaron a Joey como batería y a su amigo Richie Stern le iban a enseñar a tocar el bajo, pero como vieron que este no tenía ningún sentido del ritmo, lo echaron y Dee Dee se quedó como bajista y cantante, mientras que Tommy ejercería de mánager y productor. Como, además, no sabían tocar ninguna canción, decidieron hacer las suyas propias y no versiones. Dos meses después, el 30 de marzo de 1974, ofrecieron su primera actuación como trío en los Performance Studios, a la que invitaron a todos sus amigos, eso sí, cobrándoles un dólar de entrada. "Creo que no volvieron a ninguna otra actuación de los Ramones", bromeaba el guitarrista.

Como Dee Dee era incapaz de cantar y tocar a la vez y Joey era muy malo como batería, Tommy apostó por colocar a Joey como cantante y, tras hacer pruebas infructuosas a varios baterías, el propio Tommy terminó cogiendo las baquetas, pese a que jamás había tocado el instrumento. Ya estaban todos; solo les faltaba el nombre, y adoptaron el que ya usaba el bajista, Dee Dee Ramone, que había copiado del pseudónimo que a veces usaba Paul McCartney para registrarse en los hoteles, "Paul Ramon": Johnny Ramone, Dee Dee Ramone, Joey Ramone y Tommy Ramone ya eran 'hermanos'. Habían nacido los Ramones.

Del CBGB al estudio de grabación

Los Ramones ya estaban listos para su primera actuación oficial, que consiguieron en el CGBG, donde ya habían tocado bandas como Television y Patti Smith. "Era como ensayar ante unas diez personas", recuerda Johnny. Esas primeras actuaciones apenas duraban 15 minutos y, entre canción y canción, se peleaban entre ellos -después, y para evitar esas disputas y sincronizarse, impusieron la norma de tocar todas las canciones seguidas, con Dee Dee dando el pie con su famoso 'one, two, three, four...'-.

Aún vestían al estilo chillón de los Dolls, pero en unos seis meses dieron con el 'uniforme Ramone' que ya nunca abandonarían -aunque Dee Dee tendría muchas disputas años después a cuenta de ello con Johnny-: vaqueros, camiseta, chaqueta de cuero y zapatillas de tenis Keds. Tras grabar en vídeo varias de esas primeras actuaciones, el guitarrista y Tommy también estudiaron la simetría que debían guardar sobre el escenario: guitarra y bajo con piernas separadas y avanzando y retrocediendo sincronizadamente y Joey de pie, recto y pegado al micro -así evitaban que se cayera, como solía pasarle en sus idas y venidas por el escenario porque era muy torpe-.

Para principios de 1975, ya tocaban hasta tres noches por semana en el CBGB -acabarían hasta subiendo el precio de la entrada- y tenían un público fijo que los seguía, además de presentarse a curiosear gente como Andy Warhol o Lou Reed. Para entonces grabaron su primera demo, por 1.000$ y con 15 canciones que luego estarían en sus dos primeros discos -ya estaban temas como "Blitzkrieg Bop", "Judy is a Punk" o "I Wanna Be Your Boyfriend"-, que enviaron sin éxito a varias discográficas -"los de la Warner Bros nos dijeron que sonábamos como Led Zeppelin pero en malo", recuerda Johnny-.

Pero el gran espaldarazo vendría con el Festival de Rock que el CBGB organizó ese verano con bandas como Blondie y Talking Heads, pero fueron los Ramones los que llamaron la atención de los críticos musicales y Rolling Stone les dedicó prácticamente entero el artículo que publicaron. Finalmente, Seymour Stein, del sello Sire, decidió ficharles y en enero de 1976 firmaron el contrato.

El 2 de febrero de 1976 empezaron a grabar su primer disco, Ramones, y en dos semanas habían acabado con el módico coste de producción de 6.400$. El 23 de abril salía a la venta con 14 canciones que duraban poco más de 28 minutos, sin solos de guitarra y letras divertidas que hablaban de temas callejeros -"de lo que nos pasa"-, aunque sus 'invitaciones' a golpear con bates de béisbol a los mocosos, a esnifar pegamento y sus "muñecas nazis" generaron alguna que otra polémica y amagos de censura.

El disco arranca con su himno "Blitzkrieg Bop", que contiene el lema Ramones por excelencia "¡Hey ho, let's go!" -Joey revelaría que querían tener su himno al estilo del "Saturday Night" de los Bad City Rollers-, y la foto de la cubierta plasmaría su look para siempre -Roberta Bailey los retrató recostados en una pared de ladrillo en una calle cerca del CBGB-. El disco no pasó del puesto 111 en las listas del Billboard y no sería disco de oro hasta 38 años después, aunque The New York Times lo considera uno de los 25 más influyentes del siglo XX, según recoge Dick Porter en el libro Ramones (editado en España por Ma Non Troppo- Robinbook, en segunda edición).

Explota la semilla del punk en Londres

Con dificultades para conseguir conciertos fuera de Nueva York, Linda Stein y Danny Fields, managers de la banda -Monte Melnick era el road manager-, decidieron llevar a los Ramones a Inglaterra, donde recibían buenas críticas de prensa y su disco era nº 1 en las listas de importación. El 4 y el 5 de julio de 1976 debutaban en Londres, ante 2.000 personas entre las que estaban bandas que acababan de empezar a tocar y que veían en los Ramones ídolos a imitar y que acabarían liderando el punk inglés: los Clash, Sex Pistols, Buzzcocks... -"el 90% de los que estuvimos allí esa noche formamos una banda", rememora el bajista de Damned en el libro de Marcelo Gobello-. "En ese momento éramos conscientes de que estábamos cambiando la música y que estábamos en la avanzadilla de algo nuevo, pero que no podíamos hacerlo solos (...) necesitábamos esa invasión británica", rememoraba Johnny.

Por el backstage pasaron Joe Strummer y el resto de los Clash -"los únicos que de verdad se nos acercaron" en calidad musical, según el guitarra de los Ramones- y Johnny Rotten, de los Pistols -este preguntó asustado antes de entrar a Arturo Vega si les pegarían si no les caían bien, porque realmente pensaban que eran una banda callejera, cuenta Dick Porter-. Sid Vicious también vio en vivo a Dee Dee, al que tomaría como modelo.

Paradójicamente esta influencia que ejercieron en el punk británico acabaría volviéndose en contra de los Ramones, pues los medios estadounidenses, escandalizados por los desafíos de este movimiento y las 'gamberradas' de los Sex Pistols, satanizaron el punk por considerarlo violento y peligroso para los valores norteamericanos y las radios dejaron de pincharlos coincidiendo con la publicación de su segundo disco, Leave Home, en enero de 1977 -en cuya contraportada ya aparece el famoso logo de la banda-. El disco contenía las canciones del repertorio que no entraron en el primero y clásicos como "Gimme Gimme Shock Treatment" y "Pinhead", inspirado en la película de terror de serie B Freaks, de donde toma el "Gabba Gabba Hey".

Con gran éxito en su segunda gira por Europa -acompañados de Talking Heads- y tocando en lugares más modestos en EE.UU., en octubre de 1977 publican su tercer álbum, Rocket to Russia -su mejor disco para Johnny- con clásicos como "Teenage Lobotomy", "We're a happy family", "I don't care" y "Sheena is a Punk Rocker". Pese a lo bueno que era, el anhelado éxito tampoco llegó, aunque alcanzó el puesto 48 en Billboard.

"Sheena is a punk rocker", de los Ramones (Popgrama)

El año 77 lo cerraron la noche del 31 de diciembre al 1 de enero tocando en el Teatro Rainbow de Londres, concierto que se grabó para convertirse en su primer álbum en directo, It's Alive (publicado en Europa en 1979). "(...) Nuestra cumbre, nuestro mejor momento, fue ese concierto: nuestra plenitud como banda. (...) tocamos probablemente el mejor concierto que hayan dado los Ramones", escribiría Johnny. Fue también su récord de público hasta entonces, 2.800 almas, aunque de regreso a casa volvieron a la cruda realidad de tener que buscar bolos en cualquier pueblo perdido de EE.UU.

Salida de Tommy por las tensiones

It's Alive fue el último disco de Tommy en la batería, que estaba agotado por las giras y de mediar en las tensiones que se vivían en el grupo: el ultraconservador Johnny -al que en el grupo apodaban el Führer más que nada por lo controlador que era- y el izquierdista Joey se llevaban cada vez peor y la adicción a las drogas de Dee Dee traía cada vez más problemas. El 4 de mayo de 1978, Tommy tocó por última vez con los Ramones en un concierto benéfico en el CGBG y pasó a dedicarse solo a la producción.

"Fue un auténtico quebradero de cabeza para mí que Tommy se fuera, pues él ejercía el papel de amortiguador entre el resto de la banda y yo, era el mediador. Íbamos a tener problemas y yo lo sabía: la marcha de Tommy no era buena", reconocería el guitarrista en sus memorias.

Tras barajar varios sustitutos como Jerry Nolans (ex New York Dolls), Paul Cook (Sex Pistols) o Clem Burke (Blondie), se decidieron por el batería de Richard Heill & The Voidoids, Marc Bell, un viejo conocido que sería bautizado como Marky Ramone y actuaría por primera vez el 29 de junio de 1978.

En busca de nuevo del álbum que finalmente les daría la fama -Joey pensó durante toda su carrera que el siguiente disco sería el que daría el pelotazo-, los Ramones grabaron Road to Ruin, que se publicó en septiembre de 1978, en el que incorporaron guitarras acústicas, más baladas y menos diversión. Incluye clásicos como "I Wanna Be Sedated" y "I Just Want To Have Something To Do". En ese disco podía haber estado incluida "Hungry Heart", la canción que Bruce Springsteen había compuesto en exclusiva para los Ramones a petición de Joey, pero que el manager del Boss se negó a que les regalara y acabó por convertirse en uno de sus mayores éxitos.

Cine de serie B y el efecto Spector

"Habíamos grabado cuatro discos y nos preguntábamos por qué no éramos el mejor grupo del mundo", cuenta Johnny Ramone. Así que los Ramones no duraron en aceptar la propuesta de intervenir en la película Rock' n' Roll High School (1979), que además producía uno de sus ídolos del cine de serie B, Roger Corman. Cobraron por ella solo 5.000$, tuvieron que hacer varios bolos para pagarse los gastos de estancia en Los Ángeles y la película pasó sin pena ni gloria, aunque ahora sea una cinta de culto.

Actuación de los Ramones

En su búsqueda desesperada por el éxito decidieron producir su quinto disco de estudio, End of the Century (1980), con Phil Spector pero la grabación se convirtió en una auténtica pesadilla: Spector obligando a repetir acordes a Johnny hasta la saciedad, apuntando a Dee Dee con sus pistolas por los pasillos de su mansión y acaparando a Joey, al que idolatraba, e intentado separarlo de ellos -en la canción "Baby I love you" canta Joey pero no toca ninguno de los otros Ramones-. En la portada del disco se usó además una foto de la banda sin sus chupas, en contra de la opinión de Johnny, y que era una muestra de la lucha abierta que había dentro del grupo.

Para Johnny, el hecho de que Joey consintiera que Spector lo acaparara fue decisivo en la ruptura de las relaciones entre guitarrista y cantante, aunque en sus memorias admite que tampoco ayudó su "relación cada vez más estrecha" con Linda Marie Daniele, que era novia de Joey y al que acabó dejándolo por Johnny. Para los restos ambos estuvieron prácticamente sin dirigirse la palabra, aunque el guitarra estuvo un tiempo intentando ocultar la relación ante el temor de que el cantante abandonara la banda.

Pese a todo, End of the Century fue el disco de más éxito de los Ramones en EE.UU. -llegó al puesto 44- y les permitió regresar a Europa en una gira en la que recalaron por primera vez en España, en septiembre de 1980 -un país que, junto a Italia, les encantaba visitar por lo apasionado de los fans y lo agradable del tiempo y la comida-.

La expulsión de Marky

En julio de 1981 publican su sexto álbum de estudio, Pleasant Dreams, con la mítica "The KKK took my baby away", compuesta por Joey y que alude supuestamente al robo de su novia, curiosamente la canción del álbum favorita de Johnny.

En febrero de 1983 sale Subterranean Jungle, uno de sus álbumes más flojos, aunque incluye otro clásico como "Psychotherapy". Durante su grabación la adicción al alcohol de Marky empieza a causar problemas -según afirma Johnny en Commando el batería no pudo grabar el tema "Time Has Come Today" y lo tocó Billy Rogers, aunque, en declaraciones de Marky a RTVE.es, sostiene que no lo grabó porque le parecía una mala versión-. Tras esto, y también porque meses antes tuvieron que cancelar un concierto en Virginia Beach porque no se presentó, Marky es expulsado de la banda. Fue sustituido por Richie Reinhardt, tercer batería del grupo y Ramone durante cuatro años y medio, tres discos y 400 conciertos.

En octubre de 1984 publican Too Tough To Die (un título en honor a Johnny, que sobrevivió a una paliza que le propinó un chico que le fracturó la cabeza), que incluye temas como "Howling at the moon" y otros de un estilo más hardcore compuestos por Dee Dee.

Videoclip de la canción "Howling at the moon", de Ramones

En 1985, con una nueva distribuidora de discos en Europa, lanzan allí el single "Bonzo goes to Bitburg", escrito por Dee y Joey y uno de los temas más politizados de los Ramones, que critica a Reagan por visitar un cementerio de oficiales nazis en Alemania, para disgusto del republicano Johnny, que hizo cambiar el nombre al tema y titularlo "My Brain Is Hanging Upside Down" cuando se incluyó en su siguiente álbum, Animal Boy (1986). En septiembre de 1987 completan la trilogía con Halfway to Sanity, pero antes de editarse Richie decide marcharse disconforme con el reparto de los beneficios de la banda -según Johnny, quería entrar en el reparto del dinero por publicidad, uno de los mayores ingresos-.

A su sustituto, Clem Burke, de Blondie, ni siquiera le dio tiempo a bautizarse como Elvis Ramone pues solo duró dos conciertos porque era "horrible", en palabras del guitarrista. Los Ramones reincorporaron a Marky, que ya había superado sus problemas de alcoholismo.

La marcha de Dee Dee y el reconocimiento

Tras intentar una aventura como rapero en paralelo a los Ramones, incomprendida por sus 'hermanos', y después de publicar Brain Drain (1989) -que incluye "Pet Sematary", un encargo de Stephen King para su película homónima-, en julio de 1989 Dee Dee decide dejar la banda. Para Johnny, esa pérdida fue "la mayor cagada de nuestra carrera", aunque al bajista ya se le "había ido la olla", y no tocó en los tres últimos discos porque "había perdido el interés por tocar el bajo", revela su compañero.

Videoclip de "Pet Sematary", de los Ramones (Plastic)

Tras probar a varios bajistas, acabaron seleccionando a C.J., un exmarine fan de los Ramones. Se quedaría los siete años restantes de la banda. Y con él harían el segundo disco en directo de la banda Loco Live, grabado en Barcelona en 1991, un disco obligado para finalizar el contrato discográfico con Sire y con un productor que no los conocía, por lo que resulta un álbum fallido.

A principios de los 90, la influencia de los Ramones era cada vez más citada por bandas que sí gozaban de un gran éxito, como Nirvana, Pearl Jam, Metallica, Green Day, Rancid, White Zombie e, incluso, U2. A la vez, en Latinoamérica se desató una auténtica pasión ramoniana con fans enloquecidos que los perseguían y llenaban estadios con 50.000 personas: "¡Joder, es increíble, aquí somos como los Beatles!", le contaba Johnny a Linda por teléfono.

Mondo Bizarro (1992), su duodécimo disco y para el que Dee Dee escribió temas ya fuera del grupo, se convertiría en mayo de 1994 en disco de oro en Latinoamérica, y un mes después, lograrían su primer disco de oro en EE.UU. por la compilación RamonesMania (1988). Qué mejor forma de celebrar sus 20 años sobre los escenarios.

En enero de 1994 se publicó Acid Eaters, un disco de versiones homenaje a sus bandas preferidas y en el que contaron con el mismísimo Pete Townshend en los coros de "Substitute".

Adiós amigos

En mayo de 1995, tras una actuación en Mar de Plata (Argentina), Johnny anuncia en una entrevista con Marcelo Gobello -recogida en su libro- que el año siguiente, 1996, sería el último de la banda: "Quiero parar antes de que no seamos buenos (...). A nosotros nunca nos apoyó nadie, salvo los fans, y a ellos les gustamos muy enérgicos, así que no quiero que, por no saber cuándo parar, algún día brindemos una mala imagen sobre el escenario", le justificó el guitarrista, quien para entonces ya había conseguido ahorrar el millón de dólares que se había puesto como objetivo para retirarse.

Johnny lo habló con la banda, y decidieron publicar un último disco y hacer una gira de despedida. En julio de 1995 se publicó Adios amigos, con unos dinosaurios en la portada a modo de metáfora -hacía años que evitaban salir demasiado expuestos en las fotos para que no se viera que se hacían mayores-.

Tras su paso por el festival de Lollapalooza 96, el 6 de agosto de 1996, casi 22 años justos después del concierto del CGBG, los Ramones se subieron por última vez a un escenario en el Palace de Los Ángeles. Era su concierto 2.263.

El 15 de abril de 2001 moría Joey Ramone, que luchaba contra un cáncer linfático desde 1995. Para Johnny ese fue el fin oficial del grupo: "Ya no había Ramones sin Joey, era irremplazable a pesar de lo pelmazo que era. (...) Yo no iba a tocar sin él".

El 5 de junio de 2002 murió de una sobredosis de heroína Dee Dee Ramone. El 15 de septiembre de 2004 se iba Johnny Ramone, a consecuencia de un cáncer de próstata que se le diagnosticó en 1998. Diez años después, el cáncer también se llevó a Tommy Ramone el 11 de julio de 2014.

Poco antes de morir Dee Dee, Ramones entraron en el Rock & Roll Hall of Fame y en 2001 recibieron un Grammy a toda su carrera. Después de retirarse vendieron más discos que nunca y sus camisetas se venden hasta en H&M.