El Parque Nacional de Doñana, 45 años y el reto de resolver el problema del agua
- Doñana fue declarado Parque Nacional el 14 de agosto de 1969
- El acuífero se encuentra en mala situación y no se recupera
- Los ecologistas proponen medidas para recuperar el ecosistema y el agua
El 14 de agosto de 1969, hace 45 años, se creó el Parque Nacional de Doñana, un paraje natural que, ya por entonces se intuía, estaba llamado a ser de los más admirados y apreciados del mundo por su rica biodiversidad y singular belleza, de las que muchos se erigen en defensores ante continuas amenazas.
Durante estos años se ha trabajado mucho para proteger esta joya ambiental del sur de Europa, pero también han sido numerosas las amenazas y los retos a los que enfrentarse, como buscar soluciones el problema del agua.
Se trata de un asunto clave para asegurar el futuro de este humedal, así como la conectividad con otras zonas, ya que en la actualidad es un espacio "aislado".
El Comité de Patrimonio de la Unesco, que en junio emitió su última resolución sobre este Espacio Natural, indica que mantiene los valores excepcionales y universales que llevaron a este organismo a declarar a Doñana Patrimonio de la Humanidad allá por 1980 pero advierte a las administraciones competentes de la necesidad de actuar en el sentido de solucionar el problema del agua.
El problema que afecta tanto a la cantidad y a la calidad del agua por la sobreexplotación del acuífero Almonte-Marismas (Acuífero 27) en cuanto a las aguas subterráneas, y por los aportes de agua.
Recuperar el agua de Doñana
Por otra parte, el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), actualmente en información pública, recogen que Doñana se nutre del agua de lluvia y del acuífero y los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir reflejan que el acuífero está "en mala situación y no se recupera".
Los representantes de WWF y Ecologistas en Acción en el Consejo de Participación de Doñana, Juanjo Carmona y Juan Romero, respectivamente, coinciden en urgir actuaciones que tengan como objetivo la restauración hídrica del espacio.
Proponen un plan de recuperación del estuario del Guadalquivir, el "gran ecosistema" de marismas del que forma parte Doñana y el freno a las extracciones ilegales, lo que implica, entre otros aspectos, la total aprobación del Plan de Ordenación de Regadíos de la Corona Norte Forestal.
"Solo así Doñana tendrá asegurado su futuro", ha indicado Carmona; mientras que Romero ha señalado además la necesidad de actuar en las cuencas vertientes "algunas muy transformadas y otras desviadas" y de que "el río Guadiamar vuelva a entrar directamente en el corazón de Doñana como lo hacía históricamente".
Conexión con otros espacios naturales
A este problema se suma el de la conectividad (conexión con otros espacios naturales), algo en la que también coinciden ambos grupos, ya que, en estos momentos "Doñana es un zoológico de grandes dimensiones, el corazón de un cuerpo que se ha quedado sin extremidades".
Abogan por permeabilizar el espacio, por dotarlo de mayor conectividad con otros espacios a través de la recuperación de los corredores ecológicos naturales de salida de Doñana para garantizar el movimiento de la fauna.
A estos retos se suman continuas amenazas como la apertura de nuevos proyectos mineros o el impulso de otros gasísticos, la pérdida de masa forestal o el desarrollo de nuevas infraestructuras que dificultan una tarea de conservación y protección que cumple los mismos años y en la que cada vez se es más exigente.
A la espera de una nueva ampliación de superficie en más de 14.000 hectáreas, principalmente, montes públicos de la Junta de Andalucía en Huelva, Doñana afronta su futuro como ha ido afrontando su pasado, paso a paso, con la defensa de todos para superar retos y amenazas y, de esta forma, poder celebrar, como poco, 45 años más.