CC.OO. denuncia el despido de 40 trabajadores y el impago de nóminas del Grupo Cantoblanco

• Debe al menos tres nóminas y las liquidaciones de 200 trabajadores, asegura
• El grupo hostelero está en preconcurso de acreedores desde el pasado junio
• Cantoblanco es propiedad de Arturo Fernández, vicepresidente de CEOE

La Federación de Comercio, Hostelería, Turismo y Juego de CC.OO. ha denunciado este martes que más de cuarenta trabajadores del Grupo Cantoblanco han sido despedidos después de que varias cafeterías gestionadas por ese grupo hostelero hayan cerrado "por las deudas e impagos contraídos con sus clientes".

Según el sindicato, el propietario de la empresa, Arturo Fernández -presidente también de la patronal madrileña CEIM y vicepresidente de la CEOE-, debe "al menos tres nóminas y las liquidaciones a alrededor de 200 trabajadores y trabajadoras".

Por este motivo, Comisiones Obreras ha convocado a los trabajadores a una concentración de protesta este miércoles ante la sede de la CEIM y a un paro de dos horas ese mismo día en las cafeterías del centro de trabajo Distrito C de Telefónica "para exigir el pago de sus salarios".

El sindicato exige a la empresa de Arturo Fernández "que cumpla con sus obligaciones, tanto en el pago de las nóminas como en la subrogación de la plantilla y el abono de las liquidaciones, además de la readmisión de los trabajadores despedidos".

Un grupo en preconcurso de acreedores

Un responsable del sector en CC.OO. ha explicado a Efe que los trabajadores afectados proceden de las cafeterías de Orange, de la Escuela de Organización Industrial (EOI) y de la Asamblea de Madrid -las tres cerradas recientemente-, y de otros centros de trabajo en Telefónica, el Ministerio de Economía y Televisión Española, entre otros.

Una deuda de 50 millones de euros, principalmente con la Administración, obligó al Grupo Cantoblanco a solicitar en junio pasado preconcurso de acreedores, el procedimiento previo a la antigua suspensión de pagos.

A mediados de junio, Fernández aseguró que su Grupo se había visto afectado por la coyuntura económica de la crisis, por lo que señaló que iba a reestructurar el negocio con la modernización de las unidades no productivas y sin suprimir puestos de trabajo.