Rusia y la Cruz Roja acuerdan agilizar el envío de la ayuda humanitaria al este de Ucrania
- El convoy lleva varios días parado cerca de la frontera ruso-ucraniana
- Kiev y Rusia se acusan mutuamente de no garantizar la seguridad para su reparto
- Según Kiev, se han encontrado a 15 refugiados asesinados por prorrusos
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Peter Maurer, han acordado tomar medidas urgentes en las próximas horas para agilizar el envío de la ayuda humanitaria rusa para la población civil del este de Ucrania. y que lleva desde el pasado 15 de agosto parado cerca de la frontera ucraniana con Rusia.
En una conversación telefónica, Lavrov y Maurer "acordaron tomar medidas enérgicas para resolver el envío a su destino de la carga humanitaria rusa" que lleva desde el pasado 15 de agosto parado cerca de la frontera ucraniana con Rusia, señala un comunicado publicado en la web de la cancillería rusa.
Moscú y la organización internacional esperan resolver los flecos pendientes mañana, durante la visita a la capital rusa del jefe de la Cruz Roja en Europa y Asia Central, Laurent Corbaz-
Garantías de seguridad
La Cruz Roja sigue a la espera de que el Gobierno de Kiev y los separatistas prorrusos le den garantías de seguridad para asumir el transporte, la gestión y reparto de la ayuda humanitaria repartida entre 262 camiones rusos.
Los separatistas prorrusos han reiterado varias veces a través de los medios de comunicación su disposición a garantizar la seguridad del convoy. Por su parte, Kiev ha responsabilizado a los rebeldes precisamente de no ofrecer esas garantías.
"La certificación de la carga humanitaria (por la Guardia Fronteriza y el Servicio de Aduanas) no ha empezado debido a la falta de consenso sobre las garantías de seguridad a la Cruz Roja por parte de los separatistas", ha dicho el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko.
Moscú, a su vez, culpa exactamente de lo mismo al Gobierno de Kiev, al que acusa de no ofrecer "las garantías de seguridad para la marcha de convoy (por territorio ucraniano) y el reparto de la ayuda humanitaria entre la población", y resalta la satisfacción del presidente de la Cruz Roja con las garantías de los rebeldes.
"Maurer ha destacado que todos los aspectos relativos a la seguridad del convoy y del personal de la Cruz Roja que se encargará del envió han sido plenamente garantizado por la parte rusa y por los milicianos prorrusos", ha subrayado la cancillería rusa.
A pesar de los supuestos esfuerzos de las partes implicadas, todavía no hay fecha para la entrada en Ucrania del convoy ruso, formado por 262 camiones con 1.900 toneladas de alimentos, medicinas, sacos de dormir y generadores eléctricos a bordo, cuyo destino final es la ciudad de Lugansk.
Hallan a 15 refugiados muertos
Por otro lado, las autoridades ucranianas han informado del hallazgo de 15 refugiados presuntamente asesinados ayer, según Kiev, por los separatistas prorrusos cuando intentaban abandonar la ciudad de Lugansk, en el este de Ucrania.
"Hemos hallado 15 cuerpos de civiles", ha asegurado Lisenko, quién a última hora de ayer informaba de decenas de muertos como resultado del ataque de los sublevados a una columna de refugiados.
"Los terroristas intentan destruir las pruebas de su delito. Han bloqueado la zona donde fue destruida la columna. Y disparan a matar contra los coches de periodistas y expertos militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania que tratan de acercarse al lugar", ha remarcado el centro de prensa de las fuerzas gubernamentales ucranianas.
Según el portavoz del CSND, los refugiados fueron atacados a la salida de Lugansk, en una carretera que une esta ciudad con un tramo de la frontera ruso-ucraniana en manos de los separatistas.
"La columna (de refugiados) fue aniquilada prácticamente en su totalidad. Al parecer, los guerrilleros esperaban a esa columna y de esta manera pudieron atacar con todo", ha dicho Lisenko, que también ha subrayado que entre los fallecidos "hay muchas mujeres y niños".
“Por supuesto que nadie ha disparado contra los refugiados. No hay ninguna prueba documental. Las acusaciones no se sostienen con nada“
Por el contrario, el portavoz de los sublevados, Konstantín Knírik, ha rechazado tajantemente las acusaciones de Kiev y las ha tachado de "burda propaganda".
"Por supuesto que nadie ha disparado contra los refugiados. (...) No hay ninguna prueba documental. Las acusaciones no se sostienen con nada", ha afirmado Knírik.
Lugansk, sitiada desde hace semanas por las fuerzas gubernamentales y escenario de intensos combates entre los dos bandos, "está al borde de la supervivencia", advierte en un comunicado de la asamblea municipal de la ciudad en manos rebeldes, en la que siguen alojados alrededor de 250.000 de sus 430.000 habitantes.