Los dos españoles supervivientes del naufragio en Indonesia llegan a Madrid
- Afirman que la odisea no acabará hasta que no se localice a los otros españoles
- Aseguran que "el problema en Indonesia es que estás vendido"
Los dos españoles supervivientes del naufragio de un barco turístico naufragado en aguas de Indonesia han llegado este domingo a España y han afirmado que la odisea por la que atravesaron no acabará hasta que no se localice a los otros dos españoles, únicos náufragos que continúan desaparecidos.
Sobre las 20:30 horas, Rafael Martínez, periodista de la agencia Efe, y su pareja, María Pallol, han llegado al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas en un avión procedente de Dubai, una de las escalas que realizó el vuelo que tomaron esta mañana en Yakarta (Indonesia).
Visiblemente emocionados, han sido recibidos por sus allegados y familiares, quienes momentos antes de que aterrizaran en Madrid explicaron a Efe el calvario por el que han atravesado desde que conocieron que los dos jóvenes habían sido rescatados tras sufrir un naufragio en Indonesia, un país en el que, según consideran, no existen medidas de seguridad para los turistas.
La odisea no acaba
Tras ser recibidos por sus familiares, Martínez ha mostrado su preocupación por los otros dos españoles que aún no han sido hallados, el madrileño Jorge de Miguel y el sevillano Víctor García, y ha aseverado que la odisea por la que tuvieron que atravesar él y su pareja no acabará hasta que no encuentren a sus dos compañeros de viaje.
Asimismo, ha dicho que está convencido de que los dos desaparecidos se encuentran en una isla desierta situada a cinco millas náuticas del lugar del naufragio -en el trayecto de la isla Lombok a la de Komodo- y hacia donde nadaron tanto ellos, que fueron rescatados por un pesquero antes de tocar tierra, como el resto de los supervivientes.
Martínez ha relatado que el madrileño y el sevillano partieron a nado desde la embarcación que se hundía 30 ó 40 minutos antes que el resto de los náufragos que decidieron nadar hacia tierra y que, por lo tanto, estima que "siguieron el mismo itinerario que ellos" y "siempre en dirección al cono del volcán" que había en la isla desierta, que era el punto de referencia en caso de que les desviarán las corrientes marinas o la marea.
No alertaron a las autoridades
También ha explicado que el capitán del barco pudo hacer una llamada a través de un teléfono móvil en el momento en que la embarcación se hundía y que un barco cercano a la zona del suceso les contestó que no tenían espacio y que su embarcación era pequeña para albergar a 25 personas, por lo que argumentaron que "no podían hacer nada", pero tampoco alertaron a las autoridades.
"El problema en Indonesia es que estás vendido y que no hay ninguna medida de seguridad y se juega con la vida las personas y de de los turistas", ha advertido el periodista.
“El problema en Indonesia es que estás vendido“
Se ha mostrado convencido de que sucesos como el que le tocó vivir se repetirán en poco tiempo porque cree, tras su experiencia, que "el Gobierno indonesio no va a perseguir a la empresa responsable y no va a echar la culpa a nadie", por lo que "evidentemente esto puede seguir pasando", ha apostillado.
Iba a ser un crucero de cuatro días
El barco turístico en el que se encontraban Martínez y Pallol zarpó de la isla de Lombok hacia la de Komodo el 14 de agosto, en lo que debía ser un crucero de cuatro días, pero comenzó a hundirse a las pocas horas de zarpar al chocar con un atolón coralino y porque el mar estaba agitado.
La embarcación era de madera y, según los supervivientes, había impactado días antes contra otro arrecife sin que los daños fueran subsanados correctamente.
Además, carecía de radio y sistema de GPS y en él viajaban 25 personas, entre turistas y tripulación, un número superior al permitido para una embarcación de dichas características.
Martínez y Pallol permanecieron agrupados con otros turistas más de 20 horas en el agua, en principio agarrados a un bote salvavidas que solo tenía capacidad para cuatro personas, hasta que decidieron partir hacia una isla volcánica que divisaron en el horizonte.
Un mar agitado con olas de casi tres metros
Tras nadar más de siete horas en un mar sumamente agitado con olas de casi tres metros, sufrir deshidratación y hambre, tratando de esquivar las numerosas medusas que hay en esa zona, fueron rescatados por unos pescadores.
Aún continúan desaparecidos otros dos españoles, Jorge de Miguel y Víctor García, dos procuradores que trabajan en Madrid.
Los equipos de rescate indonesios han intentado localizar en los últimos días sin éxito a los dos desaparecidos en un rastreo en el que participaron hasta unas 150 personas, nueve embarcaciones y varios helicópteros.