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Un estudio sobre el genoma de la abeja apunta a que surgió en Asia y no en África, como se creía

  • Es el primer análisis global de la variación genómica de esta especie animal
  • Los científicos han analizado el genoma de 140 abejas de 14 poblaciones
  • El cambio climático ha condicionado la existencia de dicho insecto

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Una abeja recolecta polen de una flor en Holanda
Una abeja recolecta polen de una flor en Holanda

Un grupo internacional de científicos ha presentado el primer análisis global de la variación genómica de las abejas, que ha demostrado un inesperado nivel alto en su diversidad genética, así como que la Apis mellifera -abeja de la miel- es probablemente originaria de Asia y no de África, como se creída anteriormente.

Estas son algunas de las conclusiones de un trabajo que ha secuenciado el genoma de 140 abejas de 14 poblaciones diferentes y que ha sido publicado en la revista científica Nature Genetics.

La investigación ha estado liderada por el profesor e investigador del Departamento de Bioquímica Médica y Microbiología de la Universidad de Uppsala (Suecia), Matthew Webster, y en la que también han participado expertos de Noruega, Japón, Jordania, Brasil, Sudáfrica, Turquía y España.

Según este proyecto, las abejas parecen descender de un antiguo linaje que anidaba en cavidades y que llegó desde Asia hace unos 300.000 años, extendiéndose rápidamente por Europa y África.

Este resultado contrasta con investigaciones anteriores que han sugerido que son originarias de África.

"El árbol evolutivo que hemos construido a partir de la secuencia del genoma no admite un origen en África, lo que nos da una nueva visión sobre cómo las abejas se extendieron y se adaptaron a los hábitats en todo el mundo”, ha argumentado Matthew Webster en una nota de prensa de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.

La importancia de la especie melífera

La abeja melífera o Apis mellifera es de crucial importancia para la humanidad puesto que un tercio de los alimentos depende de la polinización de frutas, frutos secos y verduras por parte de las abejas y otros insectos. Por ello, las grandes pérdidas de colonias de abejas en los últimos años son una causa importante de preocupación.

En concreto, las abejas se enfrentan a amenazas por las enfermedades, el cambio climático y prácticas de gestión. Para combatir estos peligros vinculados a esta especie, es importante entender la historia evolutiva de las abejas y cómo se adecuaron a los diferentes ambientes en todo el mundo, han afirmado los autores de la investigación.

Hemos identificado altos niveles de diversidad genética en las abejas

"Hemos utilizado tecnología de última generación sobre genómica para responder a estas preguntas y hemos identificado altos niveles de diversidad genética en las abejas. A diferencia de otras especies domésticas, la gestión de las abejas parece tener mayores niveles de variación genética por mezclar abejas de diferentes partes del mundo", ha detallado el profesor Webster.

Por tanto, en esta línea y en contraste con otras especies de animales domésticos, las abejas esos mayores niveles de variación genética, debido probablemente a que el apareamiento se realiza de forma natural.

El cambio climático, un enemigo histórico

El cambio climático ha afectado de forma considerable a las poblaciones de abejas a lo largo de su historia.

"Las poblaciones de Europa parecen haberse reducido durante las edades de hielo, mientras que las africanas se han expandido en esos momentos, lo que sugiere que las condiciones ambientales eran más favorables", ha indicado Webster.

Participación española

Entre el grupo de investigadores internacionales que han elaborado este estudio ha destacado la participación de Pilar de la Rúa Tarín, profesora de la Universidad de Murcia, quien ha aportado las muestras de la abeja ibérica Apis mellifera iberiensis, junto con información sobre la historia evolutiva de la abeja.

"Hemos encontrado evidencias de que el tamaño de las poblaciones ha oscilado mucho en el pasado, como reflejo de fluctuaciones históricas del clima, y que las poblaciones contemporáneas tienen una alta diversidad genética", ha señalado De la Rúa Tarín a la agencia Efe.

La abeja Apis mellifera tiene una enorme importancia ecológica y económica, sin embargo, sus poblaciones siguen disminuyendo a la par que los estudios de variación genética son limitados.

Por ende, el nuevo trabajo de investigación del genoma de las abejas que ha identificado mutaciones específicas en genes importantes para la adaptación a diversos factores, como el clima y los agentes patógenos -incluidos los que participan en la morfología, el comportamiento y la inmunidad innata-, ha arrojado nuevos y relevantes datos.

"El estudio proporciona nuevos conocimientos sobre la evolución y la adaptación genética y establece un marco para la investigación de los mecanismos biológicos que están detrás de la resistencia a enfermedades y la adaptación al clima, conocimientos que podrían ser vitales para la protección de las abejas en un mundo que cambia rápidamente", ha concluido Webster.