La ONU acusa al régimen sirio y al EI de "crímenes de guerra sistemáticos" en Siria

• Documenta ejecuciones públicas y torturas por parte de los yihadistas
• Denuncia que Asad usa agentes químicos y asesina a prisioneros
• Para elaborar este catálogo de horrores cuenta con más de 27.000 imágenes

Un miliciano del Estado Islámico dispara al aire en Siria

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) y el gobierno sirio cometen de forma regular crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en la guerra civil siria, según el último informe de la ONU.

Los crímenes cometidos por el Estado Islámico incluyen torturas, asesinatos y violaciones, según ha denunciado la comisión de la ONU que investiga las exacciones cometidas en el país. Por otro lado, la comisión también señala que el gobierno sirio ha lanzado bombas de barril en zonas con población civil, incluidas algunas sospechosas de contener agentes químicos, como el cloro, en ocho incidentes en el mes de abril, entre otros crímenes de guerra que deben ser investigados según la propia comisión.

El informe se basa en entrevistas a 480 personas y documenta el periodo entre el 20 de enero y el 15 de julio de este año. La ONU también ha hecho un análisis forense de 26.948 imágenes supuestamente tomadas entre 2011 y 2013 en centros de encarcelamiento gubernamentales en los que se han detectado "torturas y asesinatos sistemáticos de prisioneros ".

El texto revela cómo los yihadistas de EI llevan a cabo de forma regular, principalmente los viernes, ejecuciones públicas de hombres -incluidos menores- acusados de colaborar con otros grupos, y latigazos públicos a mujeres que no obedecen el código de vestimenta del grupo y "osan" salir a la calle con su pelo o su rostro al descubierto.

A menudo, los milicianos de EI obligan a los transeúntes, incluido los niños, a presenciar las ejecuciones, que normalmente se concretan mediante decapitaciones o tiros en la cabeza.

Los cuerpos de los ejecutados, muchas veces crucificados, se dejan a la vista del público durante tres días, como un método de aterrorizar a la población local.

La comisión, presidida por el profesor brasileño Paulo Sergio Piñeiro, considera que EI ha cometido crímenes de guerra al ejecutar a individuos sin el proceso judicial correspondiente, y crímenes contra la humanidad por no enterrarlos según los credos que procesaban.

"El Estado Islámico representa un claro peligro para la población civil, particularmente para las minorías, ahora bajo su control, en Siria" afirma Piñeiro.

Preocupación por los bombardeos

Se ha podido constatar que el grupo yihadista recluta y entrena militarmente a niños de hasta 10 años y la comisión argumenta que "los educa", afirma el texto, que también indica que los menores forman parte activa de los combates, "incluidas las misiones de ataques suicidas".

Por este motivo, los investigadores de la ONU han alertado sobre la presencia de niños en los campos de entrenamiento militar del Estado Islámico en Siria, y que por tanto, cualquier decisión tomada por EEUU para bombardear los puestos islamistas "deben respetar las leyes de la guerra".

Además, los investigadores, entre los que se incluye Carla del Ponte, antigua fiscal del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia y actual miembro de la Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria, ha elaborado cuatro listas confidenciales de sospechas de crímenes que deberían ser juzgados por la Corte Penal Internacional.

"La impunidad reina en Siria. Una imputación de los responsables sería un primer paso para encontrar Justicia para las víctimas pero también para acabar con el conflicto. Lo hemos visto en otros casos como en los Balcanes o en Ruanda", ha afirmado del Ponte.

El Estado Islámico se refuerza

El informe deja claro que los recientes logros militares de EI en Irak han reforzado su posición en Siria "tanto material como psicológicamente".

"EI está mucho mejor organizado y financiado gracias a la toma de considerables recursos y equipamiento militar en Irak, el grupo ha consolidado su control sobre amplias áreas de la provincias del norte y el este de Siria, en particular Dayr az Zawr", añade.

"EI lucha cada vez más contra otros grupos armados, y en menor medida, a fuerzas gubernamentales", afirma.

El informe destaca que más allá de atraer a combatientes extranjeros, sobre todo desde que se autoproclamó un califato islámico, el grupo capta a un número creciente de sirios, especialmente tras las alianzas con tribus locales en las provincias de Ar Raqqah, Al Hasakah y Dayr az Zawr.

"Para mitigar el descontento popular sobre sus radicales métodos de gobierno, EI ha adoptado una estrategia basada en el establecimiento del orden a través de una combinación de brutalidad y el abastecimiento de servicios esenciales, incluidos seguridad y trabajo.