El centro espacial de Francia da por perdidos los satélites Galileo colocados en una órbita errónea
- No servirán para el sistema de navegación vía satélite
- "Su órbita no es circular y no están en buena situación en un plano orbital", dice
- Podrán servir para "efectuar pruebas de órbita y validar su funcionamiento"
Los satélites 5 y 6 del sistema de posicionamiento europeo Galileo, situados en una órbita errónea, no servirán para el mismo, según ha informado el representante francés en el proyecto y presidente del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) de Francia, Jean-Yves Le Gall.
Mientras la Agencia Espacial Europea (ESA) se muestra prudente sobre el uso de esos dos aparatos, posicionados el pasado viernes en una órbita errónea y con los que se tiene contacto desde Tierra, Le Gall fue mucho más taxativo al indicar que no servirán para el sistema de navegación vía satélite con el que Europa quiere hacer la competencia al GPS de Estados Unidos.
"No serán recuperables (para la navegación) porque su órbita no es circular como debería haber sido y por lo tanto no están en buena situación en un plano orbital. No podrán, por tanto, servir a la misión Galileo", ha indicado el exastronauta en una entrevista que este viernes publica la revista Usine Nouvelle.
“Su órbita no es circular como debería haber sido y por lo tanto no están en buena situación“
Asimismo, Le Gall ha señalado que, sin embargo, Doresa y Milena, que es como fueron bautizados, podrán servir para "efectuar pruebas de órbita y validar su funcionamiento".
Las consecuencias "serán limitadas"
El responsable del centro espacial francés ha indicado que "las consecuencias" de este error "serán limitadas", aunque puede provocar un retraso en los siguientes envíos de satélites de la constelación Galileo.
Para ello, ha señalado, es preciso que se conozcan lo antes posible los motivos del error, para poder continuar inmediatamente con el programa de lanzamiento, que prevé uno nuevo en diciembre próximo.
Galileo prevé estar constituido por 24 satélites, de los cuales seis son de repuesto, ha recordado Le Gall.
Primeras hipótesis
A la espera de conocer las primeras conclusiones de la comisión de investigación creada para analizar este error, previstas para el próximo día 8, Le Gall, que durante años presidió el consorcio de lanzaderas espaciales Arianespace, responsable del mismo, emitió sus primeras hipótesis.
"Los más probable es que la disfunción se produjera en el cuarto piso del Soyuz, llamado Fregat, que sitúa los satélites en su órbita definitiva tras dos impulsiones consecutivas. Por un motivo todavía desconocido, el segundo impulso no se dio en la buena dirección", ha explicado.
“El segundo impulso no se dio en la buena dirección“
Le Gall ha afirmado que el cohete ruso Soyuz no es el culpable del error, sino el sistema Fregat, concebido conjuntamente por rusos y europeos.
Para el presidente del CNES se trata "de un error de producción" que puede estar ligado a los problemas que atraviesa la industria espacial rusa en los últimos años.
"La comisión de investigación debe determinar si se trata de un elemento mal programado o de un equipamiento defectuoso", ha dicho.
Un enorme gasto de cosbustible
Ambos satélites, los primeros de serie del sistema tras los seis lanzados para pruebas iniciales, llevan combustible a bordo destinados a mantener su posición órbita, pero si cambiar la altura de una órbita ya exige un enorme gasto de combustible, cambiar la inclinación de esta aún tiene un consumo mayor.
No obstante, aunque lleven combustible suficiente, probablemente no merecería la pena, pues luego no tendrían forma de mantener su posición en la órbita deseada, o al menos no durante mucho tiempo.
Por eso lo más probable es que haya que construir y lanzar otros dos satélites que sustituyan a los lanzados el pasado viernes.