Adiós al Messenger de Microsoft tras 15 años
- El que fuera el primer chat para muchos internautas nació en 1999
- Se sigue usando, aunque Microsoft apoya a Skype con opción preferente
- Este verano ha marcado sus últimos días; China los cerrará el 31 de octubre
Antes de que existiera WhatsApp existió el Messenger de Microsoft. Presentado en 1999 y de nombre MSN Messenger (Microsoft Network Messenger) fue la primera aplicación de chat que conocieron muchos internautas, especialmente porque en aquellos años gloriosos para Internet –entre 1995 y 2000– supuso también la primera experiencia de muchos de ellos a la hora de navegar por la web, utilizar el correo y otras aplicaciones.
Precisamente estos días el Live Messenger, que es como es conocida su más reciente encarnación, está cerrado sus puertas para siempre. 15 años de gloria, de millones de usuarios dejando mensajes y respuestas y de miles de millones de mensajitos, de "te quiero" de citas, bromas y de todo tipo de historias alegres, tristes o cautivadoras que nunca llegarán a conocerse.
El caso es que sus días estaban contados desde que Microsoft adquiriera Skype, una empresa de mensajería y comunicaciones con productos competidores tremendamente similares. Aquella compra le supuso un desembolso a la compañía fundada por Bill Gates ni más ni menos que 6.000 millones de euros y ha sido la mayor transacción de este estilo realizada por Microsoft.
Tres años resistiéndose a desaparecer
Así que, una vez soltado el dinero por Skype y con esa nueva joya de la corona en sus arcas, ¿qué sino un triste final se podía presagiar para el Messenger de toda la vida? Bastante ha durado aguantando tres años más, porque muchos lo habrían cerrado de inmediato para dejar clara la estrategia de la compañía.
Pero ni esa estrategia ha estado a veces muy clara ni Skype ha conseguido destronar a otras aplicaciones como Whatsapp o el Messenger de Facebook en según qué países y entornos – algo que por cierto es muy variable según las regiones, en parte por temas tecnoculturales, en parte por razones históricas. En aquel momento, hacia 2011, el Messenger tenía alrededor de 320 millones de usuarios, de los que se han mantenido alrededor de 100 millones. Hoy en día Skype debe haber superado los 300 millones – pero se desconocen las cifras tras el cierre y traslado de los usuarios de uno a otro.
En su día el Messenger de MSN funcionaba sobre todas las plataformas de Microsoft (Windows, Xbox, etc.) y también sobre iOS y Mac OS X, los teléfonos Symbian (principalmente Nokia) y las BlackBerry. Llegó a estar traducido a 50 idiomas.
Los emoticonos que conocimos con Messenger
El software era relativamente sencillo de utilizar e iba preinstalado en muchos sistemas. Con una cuenta se podía acceder rápidamente a conversaciones de texto con los amigos; poco a poco se le incluyeron funciones muy populares como la transferencia de archivos, los emoticonos, o las conversaciones de voz. Cuando Microsoft pasó a renombrar muchos de sus servicios como Live, otro tanto le ocurrió al Messanger. Durante esa época se añadieron funciones como llamar a teléfonos fijos, diversos sistemas de autentificación y mejoras de seguridad requeridas para esa época.
Las batallas que tuvo que librar el Messenger fueron muchas y muy variadas: desde la interoperatividad on otras plataformas de chat –que vetaban que el software de Microsoft pudiera "hablar" con otros usuarios– a guerras contras los spammers, que enviaban mensajes a diestro y siniestro a todos los usuarios.
El final del Messenger se produjo hace relativamente y no ha podido ser más microsoftiano: anunciado como una "actualización" (es decir: acuñando un nuevo eufemismo para "cierre de un servicio"), se realizó trasladando a los usuarios poco a poco de Messenger a Skype, por países, ofreciéndoles en algunos casos algunos créditos para atraerlos al nuevo servicio. Los últimos, al parecer de Brasil y China están siendo trasladados todavía, aunque en China el plan es pulsar el Gran Botón Rojo que apague el servicio el 31 de octubre de 2014. Un final muy propio para Halloween, digno de un software que marcó época que quedará en el entrañable recuerdo de millones de personas.