Los padres del niño británico dicen que querían impedir que la radioterapia le dejara "vegetal"
- Dicen que advirtieron a los médicos británicos de que se llevarían al niño
- Los padres estaban en contra de que se le aplicara una agresiva radioterapia
Brett King, el padre del niño británico Ashya King que fue sacado sin consentimiento del hospital londinense en el que estaba ingresado por un tumor cerebral, ha dicho este miércoles en Sevilla que todo lo que han hecho él y su esposa ha sido "por amor" a su hijo y para que el pequeño no terminara hecho un vegetal.
En el despacho de sus abogados en Sevilla, junto a su mujer y madre del niño, Naghmeh King, Brett ha hablado cinco minutos, en español y en inglés, sin admitir preguntas de los periodistas, para decir que "algo ha fallado en la justicia" de su país, por culpa de la cual su esposa y él han sido "tratados como criminales".
Sin ningún tono de rencor, Brett ha asegurado que los médicos británicos tampoco se han portado bien con ellos ya que les habían avisado en varias ocasiones de que se llevarían el niño a otra clínica para suministrarle un tratamiento menos agresivo.
Con la radioterapia que le aguardaba en el hospital británico del que lo sacaron, ha asegurado Brett, el niño hubiera quedado en estado vegetal, ya que le iban a suministrar el doble de la que soportaría su cerebro.
Ashya seguirá unos días en el hospital malagueño donde se encuentra ingresado y cuando mejore su estado viajará a la República Checa o Francia a recibir tratamiento.
Viajaron a España para vender la casa
Los Brett tienen en venta su casa de Casares (Málaga) para poder financiar el tratamiento del pequeño, del que su padre ha asegurado hoy que no será trasladado a la República Checa, para su ingreso en una clínica de ese país, hasta que consigan el dinero necesario.
Esas declaraciones las ha efectuado Brett en la calle, rodeado de periodistas y tras la breve conferencia de prensa celebrada en el despacho de su abogado, literalmente abarrotado de informadores españoles y británicos, 47 personas y once cámaras de televisión en una habitación de unos 17 metros cuadrados.
Los padres han agradecido el apoyo recibido a la prensa y a los Gobiernos de España y Reino Unido y han insistido en que si rechazaron el tratamiento que se les ofreció en su país fue por el bien de su hijo, y que los médicos británicos les dijeron que si no seguían ese tratamiento les quitarían al pequeño.
Dedicados por entero al cuidado de su hijo
En ese momento, ha admitido Brett, sintieron "mucho pánico", ya que, ha explicado, les quitarían a su hijo en el momento de su vida que más necesitaba de sus padres y del apoyo y la custodia familiar.
Eso significaba, ha añadido el padre, que no podrían ver a su hijo, que pasaría a ser responsabilidad del Estado británico, mientras éste seguía en tratamiento médico.
"Por eso vinimos aquí a España para vender mi casa, que está en Casares, para pagar el tratamiento privado; ya que en Inglaterra ellos dijeron que no iban a pagar el tratamiento", ha añadido, al insistir en que la radioterapia "no es la respuesta" para un niño de cinco años.
Brett también han dicho que han sufrido las consecuencias de la detención policial, pero que ahora están "en un camino mejor que antes", ya que se pueden dedicar por entero a ayudar a su hijo.
El matrimonio Brett y Naghmeh King abandonaron este martes la prisión madrileña de Soto del Real, donde ingresaron ayer en situación de detención judicial tras ser arrestados el pasado sábado cuando se encontraban con su hijo en un hostal de Benajarafe (Málaga).