El BCE lanza la penúltima bala en la recámara para reactivar la economía de la zona euro
- El organismo se guarda el último cartucho: la compra de deuda pública
- La bajada de tipos al 0,05% no servirá para reactivar el crédito
- La compra de deuda, más efectiva si se compran los peores activos
Tipos de interés al 0% y compras de deuda privada, además de las ya anunciadas subastas de liquidez para que la banca facilite crédito a empresas y familias. El Banco Central Europeo desplegó este jueves casi toda su artillería para hacer frente a un escenario de baja inflación y nulo crecimiento en la zona euro. Unas medidas que por sí mismas no son suficientes para lograrlo, como ya reconociera Mario Draghi ante los medios al pedir a los gobiernos más reformas.
"El paquete de medidas anunciado es la penúltima bala que tenía en la recámara. La última es destinar un billón de euros para comprar deuda pública y privada, tal y como hace la Reserva Federal", asegura el economista Javier Santacruz, de la Universidad de Essex, a RTVE.es.
"El BCE ha rebajado el tipo de interés oficial del 0,15% (es decir nada) al 0,05% (también nada). Esta medida no servirá de mucho. Nadie va a pedir crédito ni nadie lo va a dar por que le salga un 0,10% más barato", asegura Eduardo Martínez Abascal, profesor del IESE. "Si no me compro una casa no es porque el tipo de interés sea alto, sino porque no me dan la hipoteca", destaca a RTVE.es
Draghi sorprendió dejando los tipos casi en el 0%, un movimiento que, según los analistas, sirve para frenar en seco la especulación sobre futuras bajadas. Además, el organismo logra con ello mandar el "mensaje contundente" de que está abierto a tomar las medidas que sean necesarias, según asegura a Efe el analista de Citi José Luis Martínez.
Las incógnitas de la compra de deuda privada
Una de esas medidas es el programa de compra de deuda, del que no se conocen todos los detalles, pero que podría mejorar la fluidez del crédito. En declaraciones a Efe, el catedrático de banca de la escuela de negocios ESADE, Robert Tornabell, señala como clave que la fecha de comienzo del programa es inminente y que "es una cifra que se podrá revisar". No obstante, cree que no será efectivo si los gobiernos no introducen mayor flexibilidad diseñando programas para estimular el empleo o si continúan con políticas fiscales "poco razonables".
Para Javier Santacruz, la compra de ABS, que son bonos garantizados por activos (en este caso créditos al consumo, hipotecas...) "solo funcionará si el BCE se lanza a comprar los de peor calidad".
Por cada crédito que da una entidad financiera, ésta debe provisionar una cifra de capital para afrontar eventuales pérdidas (por si falla, por si no se llega a cobrar). Si un banco vende un activo al BCE, automáticamente libera la provisión que tiene asignada. Y eso es lo que dedica al crédito. Por eso, cuanta menos calidad tenga un activo, mayor es la provisión que se libera del balance, lo que permite dar más crédito.
Pero para comprar deuda primero hay que saber cuánto valen esos activos, algo que nadie sabe. "Por eso BlackRock va a hacer una auditoría: para saber el valor real de esos activos ahora y si el banco los ha provisionado", señala Santacruz.
El profesor y experto de Analistas Financieros Internacionales (AFI) Miguel Arregui ha explicado a Europa Press que, aunque Draghi no ha adelantado el impacto del plan de compra, sí lo ha insinuado al decir que el objetivo es recuperar el balance que tenía la institución en el año 2012. De esta frase, según Arregui, se puede entender que el montante final del programa podría situarse entre los 500.000 millones de euros y el billón de euros, aunque habrá que esperar a la próxima reunión del BCE para que Draghi ofrezca nuevos detalles.
Más liquidez para que haya más crédito
Esta medida, unida a las operaciones de TLTRO (subastas de liquidez ligadas a la concesión de crédito a la economía real), van a inundar de dinero la zona euro. Una liquidez que, según algunos expertos, no se necesita porque ya existe.
Uno de ellos es Javier Santacruz, que destaca que ya existe "un exceso de 150.000 millones de euros". Por eso, el economista de la Universidad de Essex subraya que lo que tiene que hacer el sistema financiero para poder dar crédito es "sanear los activos tóxicos que aún tienen en su balance".
"El dinero ahora va a la compra de deuda pública, que está viviendo una burbuja. En el mercado secundario ya hasta países como Irlanda (país que tuvo que ser rescatado en 2011) tienen tipos negativos: cobran por sus bonos a dos años", incide Javier Santacruz. Por eso este economista pide que se penalice la compra de deuda, que se considere un activo de riesgo y la banca tenga que provisionarla.
"Lo que hace falta es que el BCE preste dinero a los bancos, esto ya lo hace, y se asegure de que los bancos lo prestan a las familias y las empresas. Tan simple como eso. Así lo hizo la Fed de Estados Unidos, el Banco de Inglaterra y el de Japón. Y ha funcionado. Nosotros en Europa no… y así nos va desde 2007", subraya por su parte Martínez Abascal.
Otros efectos: la depreciación del euro
Lo que ya ha traído las medidas del BCE es la depreciación del euro, algo beneficioso en líneas generales para las exportaciones, para la llegada de inversión y para el comercio con Estados Unidos y Japón. Pero tiene sus contras, como el encarecimiento de las importaciones, incluído el petróleo (y por ende la gasolina), el gas natural y los bienes de consumo.
"Así que", según Javier Santacruz, "si estas medidas no impulsan el crecimiento en la zona euro, principal mercado para las exportaciones de España, nuestro déficit por cuenta corriente subirá porque importaremos más caro y no exportaremos más".
Y el consuelo de la bajada de la hipoteca podría quedarse en poco, o en nada, porque el euríbor podría no caer en exceso. Lo mejor, según señala a TVE Miguel Ángel Bernal, del Instituto de Estudios Bursátiles, es que "no veremos una subida del índice hasta 2016 o 2017".