HRW denuncia que los soldados de la Unión Africana abusan de mujeres y niñas en Somalia
- Son desplazadas por la hambruna o el grupo terrorista Al Shabab
- Los soldados las fuerzan a practicar sexo para sobrevivir y mantener a sus hijos
- Human Rights Watch urge a la Unión Africana a atajar estos abusos
Soldados de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) destinados en Mogadiscio han abusado sexualmente y explotado a mujeres y menores desplazadas por el hambre o el conflicto durante el último año. Así lo ha denunciado Human Rights Watch (HRW).
El documento titulado El poder que estos hombres tienen sobre nosotros: Explotación Sexual y Abusos por las Fuerzas de la UA en Somalia, revela las violaciones a mujeres y niñas en dos sedes de AMISOM en la capital somalí desde 2013. Los soldados las coaccionaban para que mantuvieran relaciones sexuales con ellos a cambio de ofrecerles ayuda médica, alimentos o agua, cuando no las forzaron directamente.
HRW realizó su investigación en Somalia, Uganda y Burundi, países éstos dos últimos de donde procedían los agresores, identificados por 21 mujeres y menores entrevistadas.
Todas las mujeres somalís entrevistadas habían llegado a la capital procedentes de comunidades del sur y centro de Somalia, zonas de hambruna o controladas por el grupo terrorista Al Shabab de las que han huido decenas de miles de personas en los últimos años.
Más de un millón de personas viven en condiciones cercanas a la hambruna, según alertó la pasada semana en un informe conjunto la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid). Las débilas lluvias, el conflicto con Al Shabab, las perturbaciones en el comercio y la reducción de la ayuda humanitaria están detrás de esta crisis.
Víctimas del hambre y el terror
Sin empleo ni recursos básicos, muchas solo pueden recurrir a la ayuda humanitaria y se ven, por ello, forzadas a mantener relaciones de abuso para sobrevivir y mantener a sus hijos.
"Una joven fue a la base a pedir un medicamento y, cuando la llevaron a la habitación de un soldado, se dio cuenta de la situación. En ese momento quería huir, estaba aterrorizada, pero tenía hambre y no podía hacer nada", explicó la investigadora de África en HRW, Laetitia Bader.
En el informe hecho público este lunes en rueda de prensa en Nairobi , la organización urge a la Unión Africana (UA) a tomar medidas para atajar estos abusos y garantizar la justicia de las víctimas.
HRW sospecha que la explotación sexual "no es un secreto" en las bases de AMISOM en Mogadiscio, ya que las mujeres accedieron a campamentos que en teoría se encuentran restringidos.
Temor a represalias
Algunas de ellas nunca denunciaron lo ocurrido por temor a represalias de sus agresores, las autoridades, sus familias e incluso Al Shabab.
"Ellos -el grupo terrorista- creen que están trabajando con el enemigo, en lugar de pensar que las están explotando", subraya Bader.
La organización considera que, aunque los países que participan en la AMISOM están desplegando recursos en Somalia para investigar estos abusos -como Uganda, que ha establecido un tribunal militar permanente-, solo un número muy limitado estas denuncias han sido tramitadas.
Para la investigadora, "es una cuestión de voluntad política, la AMISOM puede prevenir estos abusos".
Historial de abusos por parte de cascos azules
HRW reclamó mecanismos que permitan a las víctimas denunciar fuera de las instalaciones militares, con protección y sin temor a represalias.
Bader también exige la creación de una unidad disciplinaria para abordar este tipo de casos en la sede de la UA, en la capital etíope, Adis Abeba.
"La UA tiene la oportunidad de hacer las cosas bien desde el principio y aprender de los graves errores de Naciones Unidas", ha dicho, en alusión a los abusos cometidos por cascos azules en Liberia o la República Democrática del Congo hace una década.
La AMISOM -integrada por tropas de Uganda, Burundi, Kenia, Etiopía, Yibuti y Sierra Leona- se desplegó en Somalia en 2007 para proteger las instituciones y el Gobierno somalí y favorecer la distribución de ayuda humanitaria.
"Crímenes de guerra" por las milicias libias
En otro informe, HRW ha advertido de que las milicias que combaten por el control de Trípoli atacan a los civiles y podrían haber cometido "crímenes de guerra".
"Las milicias han capturado a gente y han saqueado, quemado y destrozado propiedades", asegura la organización.
Una coalición de milicias denominada "Al Fayer" (Amanecer), dirigida por hombres armados de la ciudad de Misrata (al este de Trípoli), se enfrenta a otra alianza de fuerzas armadas comandada por combatientes de Zintán (suroeste de la capital), desde el pasado 13 de julio. Según la ONG, estas fuerzas están descontroladas y cometen todo tipo de actos violentos.
El caos desatado en Libia se precipitó el pasado mayo, cuando el militar retirado Jalifa Hafter, al mando de fuerzas paramilitares, se levantó en armas contra las milicias islamistas de Bengasi, en el este.