Mirando al Greco, desde la Tierra al Cielo
- Doce artistas muestran la influencia en sus obras de El Greco
- Entre el cielo y la tierra puede visitarse en La Academia de Bellas Artes
- La muestra estará abierta entre el 10 de septiembre y el 8 de noviembre
- Incluye pintura, escultura, vídeo y fotografía
Hace cuatro siglos los pinceles de Domenicos Theotocopoulos, El Greco, dieron rostro a cada uno de los doce apóstoles. También plasmaron sobre el lienzo el puente figurado que sus patrocinadores anhelaban; un camino para liberar sus almas de la carne terrestre hacia el refugio celestial.
Este martes, en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, la exposición Entre el cielo y la tierra. Doce miradas al Greco, muestra el testimonio de doce artistas contemporáneos que expresan a través de sus trabajos la influencia del inmortal cretense. Una presencia ejercida sin caducidad sobre los creadores modernos que en este año del Greco cobra un relieve especial.
Luis Gordillo, Cristina Iglesias, José Manuel Broto, Jorge Galindo, Pierre Gonnord, Secundino Hernández, Carlos León, Din Matamoro, Marina Nuñez, Pablo Reinoso, Montserrat Soto y Darío Villalba no son precisamente apóstoles, pero su arte contiene sílabas del discurso del maestro. En mayor o menor medida han bebido de su estilo en algún momento y este rastro se evidencia en las obras expuestas.
A ellos se suma como artista invitado de la exposición Joan Fontcuberta, quien participa con seis trabajos pertenecientes a la serie Camuflaje, en la que el protagonista es el Caballero con la mano en el pecho. Según Isabel Durán, comisaria de la muestra, "así como el Greco está camuflado en las obras de la exposición, Fontcuberta se camufla dentro de esta pintura del Greco".
Un vínculo claro y reconocido
Con el San Jerónimo que se conserva en la Academia, se inicia el recorrido por la exposición. Los artistas presentes plantean abiertamente su vínculo con el cretense, un reconocimiento que unas veces es explícito en sus trayectorias y otras más sutil, pero igualmente intenso.
La condición humana, la religión, la luz, lo invisible, son tratados desde un punto de vista conceptual que ayuda a ver y a comprender la vigencia del Greco en el arte contemporáneo, en opinión de la comisaria.
Así ocurre con Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío (1992), obra de Luis Gordillo, artista que desde los años sesenta ha manifestado la existencia de la influencia del Greco, en su opinión "el símbolo cultural perfecto", ha recordado la comisaria, quien señaló que para Gordillo la obra del Greco es como si "palpitase".
En el tríptico El cardenal don Fernando Niño de Guevara, Carlos León se ha inspirado directamente en el cuadro del mismo título del Greco, "obra maestra del retrato en el que un color carmín/púrpura extraño protagoniza todo, convirtiéndose en símbolo del poder y de sangre, al ser el protagonista un inquisidor", ha comentado el artista durante la presentación de la muestra.
En el caso de Din Matamoro, su obra se centra en el estudio del color, la mirada a lo cenital. "Para mí, esto ocurre también en el Greco, que mira al cielo y construye con la energía solar. Cambia las nubes y las convierte en túnicas; genera una energía central en el cuadro".
Al igual que el cretense, Matamoro tamiza el color a base de veladuras "para que el espectador se pare a contemplar la obra, que la descubra y no solo se limite a pasear. El Greco se cuidaba mucho de trabajar el interior para que a lo largo de los tiempos esos colores salieran y los pudiera contemplar el público", ha señalado el artista.
Escultura, vídeo y fotografía
En su elección, Isabel Durán ha querido contar con Secundino Hernández, un joven artista "que lleva pensando y trabajando en el Greco varios años", así como con el argentino Pablo Reinoso, que ha creado un cuadro-escultura de madera inspirándose en el Laocoonte del cretense.
Las dos últimas obras de la serie El Greco revisitado en Borox de Jorge Galindo forman parte también del recorrido. Partiendo del "collage", el artista llega a abstraer imágenes del Greco donde manos y brazos se sitúan en partes del cuerpo que no les corresponden.
José Manuel Broto, al que siempre han fascinado los transgresores colores ácidos del Greco, ha creado para la exposición dos obras "muy espirituales", mientras que Marina Nuñez, artista que trabaja con la tecnología, muestra un vídeo inspirado en Vista y plano de Toledo del cretense.
El gran tríptico de Darío Villalba Entre dos mundos, tres imágenes en las que Pierre Gonnord retrata la dignidad de la condición humana, la escultura en la que Cristina Iglesias invita a descubrir nuevos espacios y las grandes fotografías de Montserrat Soto, en las que el cielo y la atmósfera son protagonistas, completan el recorrido por la exposición.