HRW acusa a Israel de crímenes de guerra por los ataques contra las escuelas de la ONU
- Denuncia que dos fueron indiscriminados y el tercero desproporcionado
- La ONU informó en decenas de ocasiones de la localización de sus escuelas
La ONG pro Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) ha acusado a Israel de perpetrar crímenes de guerra durante la operación 'Margen Protector' en la Franja de Gaza al atacar "de manera indiscriminada, desproporcionada y sin ofrecer explicaciones convincentes" tres escuelas de la ONU en el enclave palestino que se cobraron la vida de 45 personas, 17 de ellas niños entre la última semana de julio y la primera de agosto.
"El Ejército israelí desencadenó ataques sobre o cerca de tres escuelas claramente identificadas donde sabía que cientos de personas se estaban refugiando", ha denunciado el asesor especial de HRW, Fred Abrahams. "Israel no ha ofrecido ninguna explicación convincente de estos ataques ni de la masacre resultante", ha añadido.
Concretamente, los ataques tuvieron lugar el 24 de julio contra una escuela de Beit Hanun, donde murieron 13 personas, entre ellas seis niños; el 30 de julio contra una escuela para chicas de Jabalya, que se cobró la vida de 20 personas, tres de ellas niños; y el 3 de agosto contra una escuela para chicos de Rafá, donde perdieron la vida 18 personas, de las cuales ocho eran menores de edad.
La investigación de HRW ha indicado que Naciones Unidas avisó a Israel hasta en 17 ocasiones de la localización exacta de la escuela de Jabalya y en 33 ocasiones de la posición de la escuela de Rafá. "Israel sabe dónde están estas escuelas", ha denunciado el jefe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Gaza, Robert Turner.
El Ejército israelí, siguiendo su propia investigación, ha negado toda responsabilidad en estas muertes. Israel defiende que atacó posiciones cercanas de milicias del movimiento islamista Hamás, que usaron a los civiles como escudos humanos al impedir la evacuación de las escuelas.
Los testigos contradicen la versión israelí
Por contra, HRW cuenta con una investigación sobre el terreno y declaraciones de múltiples testigos que contradicen la versión israelí, y ha recalcado que ninguna de las instalaciones educativas almacenaba armamento de las milicias.
Dos de los tres ataques investigados por HRW en Beit Hanun y Jabalya "no parecían estar cerca de un objetivo militar por lo que eran indiscriminados" y el tercer ataque contra la escuela de Rafá, que según Israel tenía como objetivo a tres milicianos palestinos que circulaban en motocicleta, fue ilegal por desproporcionado.
"Todos los ataques ilegales, por desproporcionados o indiscriminados, que son ejecutados de manera consciente son crímenes de guerra", ha concluido la ONG.