Escocia suena a 'indiependencia'
- Muchos músicos escoceses se han mojado por el 'Sí 'a la independencia
- La lista del 'No' es más corta porque algunos tienen miedo a defender la Unión
“¡I want you to take me out!”. En el Usher Hall de Edimburgo 2.000 personas pedían a gritos que les llevaran fuera, y el primero Alex Kapranos. El líder de Franz Ferdinand debe de haber cantado su hit “Take me out” miles de veces, pero ninguna como esta, en un concierto a favor del Sí a la independencia a horas de un referéndum que puede llevar a Escocia fuera del Reino Unido.
Kapranos es escocés (su familia se mudó a Edimburgo cuando tenía 7 años) y muy independentista. Su nombre se une al de muchos otros músicos que se han mojado por el Sí, como el de Amy Macdonald.
Tras el pelotazo “This is the life”, puede que su estrella internacional se haya apagado, pero continúa brillando en Escocia, ahora en favor de la independencia. Aquí canta antes de un partido de fútbol Escocia-España “Flower of Scotland”, el himno nacional.
El público del Usher Hall también sintió retumbar su cuerpo con el ruido y la distorsión de Mogwai. Uno de sus guitarristas, Stuart Braithwaite, ha sido la voz independentista de la escena cultural escocesa en el camino al referéndum. Braithwaite no quiere ni un gobierno en Londres que tome decisiones por los escoceses ni continuar acogiendo la base de submarinos nucleares del Clyde.
También piden la independencia Ricky Ross (Deacon Blue), Rab Allan (Glasvegas), Isobel Campbell, Stuart Murdoch (Belle and Sebastian) o Dave Maclean (Django Django). O los gemelos Charlie y Craig Reid, activistas del Partido Nacionalista Escocés desde muy jóvenes y más conocidos como The Proclaimers.
Aunque ya hay quien ha advertido con mucho sentido del humor de que cuando quieran cantar en Escocia su éxito “I’m gonna be (500 miles)” tendrán un serio problema. Cierra la lista del Sí todo un Billy Bragg. Músico comprometido de los pies a la cabeza, Bragg no es escocés sino inglés, pero cree que la independencia de Escocia despertaría al resto del Reino Unido de su letargo conservador.
Los del "NO"
La lista del No es más corta porque muchos músicos tienen miedo a defender la Unión, o al menos eso piensa James MacMillan. Se arriesgan a perder seguidores y vender menos discos, dice el compositor y director de orquesta. “Si eres unionista en Escocia no puedes hablar con libertad”, denuncia MacMillan. Sea como sea, cuesta encontrar a defensores del No en la escena escocesa.
Sí resulta algo más sencillo si salimos de Escocia. Como Billy Bragg, David Bowie tampoco es escocés y vive apartado de la vida pública, pero aprovechó su premio en los Brit Awards para transmitir, a través de Kate Moss, un brevísimo alegato por la Unión: “Escocia, quedaos con nosotros”.
Un londinense de nacimiento pero escocés de corazón es Rod Stewart. Su padre era de Edimburgo y en una entrevista al diario The Sun aseguraba que “odiaría ver como la unión se fractura después de tantos años”. Pero a continuación añadía: “si la independencia es buena para los escoceses soy feliz”.
Sharleen Spiteri es de Glasgow pero vive en Londres y no podrá votar en el referéndum, pero la vocalista de Texas cree que una Escocia independiente no saldría adelante y añadía que se siente tan escocesa como británica. Tampoco lo tiene claro Susan Boyle. La voz que sorprendió a todos en el Operación Triunfo británico ve en la independencia un riesgo para el estado del bienestar.
Eso no va con nosotros
Claro que hay un sinnúmero de bandas escocesas que se han dedicado a seguir componiendo y tocando ajenos al debate, sin dejarse arrastrar por uno u otro lado. Una larga lista que incluye a Camera Obscura, Teenage Fanclub, David Byrne, Primal Scream, Calvin Harris, Mark Knopfler, Annie Lennox, Travis, Boards of Canada, Edwyn Collins o Mike Scott.
Tampoco se mojan Chvrches, una joven banda de Glasgow que ha impresionado con un pop electrónico de muchos quilates en su disco de debut. En un chat con fans el pasado mes de abril uno de ellos preguntaba a la banda sobre la independencia. La respuesta de Iain Cook era justamente esa: ojalá los músicos se concentraran solo en crear música.