El Gobierno dice que en la valla fronteriza no hay "devolución en caliente" sino "acción de rechazo"
- Cree que el término "induce a confusión" sobre lo que pasa en Ceuta y Melilla
- El secretario de Estado de Seguridad defiende la actuación de la Guardia Civil
- Destaca que protegen la frontera con un trato "exquisito" a los inmigrantes
El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez Vázquez, ha defendido este viernes que lo que hace la Guardia Civil en la valla de Ceuta y Melilla "no es en ningún caso una devolución en caliente sino una acción de rechazo en frontera".
Martínez Vázquez ha explicado que lo que hacen los efectivos de la Benemérita es "algo previo" a una devolución, expulsión o inadmisión, "algo más fáctico que jurídico", una acción en la que la Guardia Civil, de "manera exquisita", hace compatible la protección de nuestras fronteras con "el respeto a la integridad, a la vida y a la dignidad" de los inmigrantes.
Así lo ha manifestado el secretario de Estado de Seguridad en su intervención este viernes en el Foro SER Cantabria, donde ha insistido en que esas "devoluciones en caliente, si las hubiese, si las hay, serían ilegales y estarían fuera del ordenamiento".
De hecho, este lunes el juez de Melilla imputó al coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en la ciudad autónoma por un presunto delito de prevaricación por las llamadas "devoluciones en caliente" de inmigrantes por dos actuaciones en junio y agosto, tras la querella presentada por tres ONG.
Martínez Vázquez ha considerado que esa "expresión" de "devoluciones en caliente" está "contaminando" y está "induciendo a gran confusión" sobre lo que sucede en la valla fronteriza con Marruecos, una zona que tiene una "presión migratoria brutal" y que no sólo es el paso fronterizo de España con Marruecos, sino que también de la Unión Europea con África.
Desigualdad en uno y otro lado de la frontera
"Además, probablemente, sea la frontera del mundo en la que hay mayor desigualdad a un lado y a otro", ha añadido. En este sentido, ha explicado como esa "desigualdad" condiciona la acción de la Guardia Civil.
"Como quienes entran evidentemente no son un ejército invasor, sino seres humanos arrastrados por situaciones dificilísimas de miseria, que merecen la máxima compasión pero que a lo mejor tampoco justifica una situación de incumplimiento de la legalidad, la Guardia Civil se encuentra con que tiene que proteger la frontera pero al mismo tiempo dar el trato más exquisito posible a quienes intentan entrar, incluso violentamente", ha apuntado Martínez Vázquez.
Por ello, la Guardia Civil, a pesar de estar obligado a proteger la frontera y puede hacer uso de la fuerza para ello, lo que hace es "esperar a que los inmigrantes desciendan de la valla, estén a salvo y, luego, los rechaza".
Impedir que trepen a la valla no es "lo más razonable"
El secretario de Estado de Seguridad defiende que no se recurra de forma primaria al uso de la fuerza con los inmigrantes que trepan a la valla y que se emplee "al mínimo".
"La Guardia Civil podría evitar que trepasen a la primera valla, evidentemente, pero tendría que hacer uso legítimo de la fuerza, cosa que tratándose de personas que vienen huyendo de la miseria, no parece que sea lo más aconsejable y lo más razonable", ha considerado Martínez Vázquez.
Para concluir, ha señalado que "eso no es ninguna innovación porque se lleva haciendo muchos años" junto a muchas otras medidas de la política migratroria "aunque esto sea la parte más triste y emocional de algo mucho más complejo" y, por ello, la Guardia Civil "merece el mayor reconocimiento y respaldo".
El pasado mes de agosto, la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) pidió al Gobierno un "protocolo de actuación claro" para que los agentes se sientan respaldados jurídicamente en su actuación para evitar los intentos de salto masivo a la valla de Melilla.