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Rohaní vincula la cooperación contra el Estado Islámico a un acuerdo nuclear

  • El presidente iraní critica las intervenciones occidentales en Afganistán, Irak y Siria
  • "Ciertas agencias de inteligencia han puesto espadas en manos de dementes"

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Ruhaní se dirige a la Asamblea General de la ONU.
Ruhaní se dirige a la Asamblea General de la ONU.

El presidente de Irán, Hasán Rohaní, ha instado a Occidente a cerrar cuanto antes un acuerdo que resuelva la cuestión nuclear de su país y asegura que así se podrá reforzar la cooperación internacional contra el extremismo de grupos como el Estado Islámico.

Un año después de debutar entre una gran expectación, Rohaní ha regresado a la Asamblea General de la ONU con otro esperado discurso por el posible papel de Irán en la lucha contra el yihadismo y por el lento avance de las negociaciones nucleares.

Los dos asuntos centraron la intervención del presidente iraní, que, a diferencia de la postura que ha mantenido hasta ahora Estados Unidos, ha establecido un vínculo claro entre los dos. "Un acuerdo final sobre el programa nuclear pacífico de Irán puede servir como el principio de una colaboración multilateral para promover la seguridad, la paz y el desarrollo en nuestra región", ha señalado, según Efe.

El clérigo ha dicho que poner fin a la disputa atómica crearía una "atmósfera totalmente distinta". Tras escuchar como en los últimos días países como Estados Unidos y el Reino Unido le pedían sumarse de alguna forma a la lucha contra el EI, Rohaní ha dejado claro que su Gobierno está comprometido a combatir a los yihadistas, pero ha marcado distancias con Occidente y ha dicho que deben ser los países de la zona quienes dirijan la respuesta contra el EI.

Liderazgo regional

"Obviamente, dado que los países de la región conocen mejor el daño, pueden formar mejor una coalición y aceptar compartir la responsabilidad del liderazgo contra la violencia y el extremismo", ha afirmado, siempre según la agencia.

Esta semana, un líder militar iraní ha reconocido abiertamente por primera vez que una unidad de los Guardianes de la Revolución ha intervenido en Irak, país de mayoría chií y aliado de Teherán, para combatir al Estado Islámico.

El EI también se enfrenta a los bombardeos de una coalición internacional en Irak y Siria liderada por EE.UU. con la participación de sus tradicionales aliados árabes, regímenes de mayoría suní encabezados por Arabia Saudí y que rivalizan con Irán por la hegemonía regional.

En ese sentido, Rohaní ha advertido a Washington de que si la coalición que ha impulsado para intervenir en Irak y Siria pretende "continuar su hegemonía" en Oriente Medio cometería un "error estratégico". Error que seguiría, en su opinión, a los que Occidente ha repetido en los últimos años y que para Irán son en gran parte los causantes de la actual situación.

"La democracia no se exporta"

"Ciertos países han ayudado a crearlo (el extremismo) y ahora son incapaces de frenarlo, mientras nuestros países pagan el precio", ha dicho y ha exigido a los responsables que pidan perdón, en aparente alusión a sus vecinos del otro lado del Golfo. "Ciertas agencias de inteligencia han puesto espadas en manos de dementes de los que ahora nadie está a salvo", ha añadido.

Rohaní ha insistido en que muchas causas del auge del extremismo que ahora se quiere combatir están en actuaciones de Estados Unidos y sus aliados, como la "agresión militar contra Afganistán e Irak y una interferencia inadecuada en los acontecimientos en Siria". También en los intentos de Occidente por tratar de "exportar la democracia", como si fuese un "producto" que puede llevarse fácilmente de un lugar a otro.

En el apartado nuclear, Rohaní ha defendido las posibilidad de cerrar un acuerdo antes de que a finales de noviembre venza el plazo que se fijaron Teherán y las potencias del Grupo 5+1 cuando cerraron un histórico acuerdo preliminar hace un año.

Diálogo nuclear

La comunidad internacional quiere poner tales límites al programa atómico iraní que aseguren que no está en disposición de desarrollar un arma atómica. Teherán, que este año se abrió a las inspecciones de la ONU aunque ahora ha frenado su colaboración, defiende que su programa solo tiene intenciones pacíficas.

"Aunque algunas de las observaciones y actos de nuestros interlocutores han creado ciertas dudas sobre su determinación y realismo, esperamos que las actuales negociaciones lleven a un acuerdo final en un corto periodo de tiempo", ha señalado.

El presidente iraní, que ha criticado duramente las sanciones impuestas a su país, ha defendido que "el compromiso y el acuerdo en este asunto va en el mejor interés de todos" y dijo que el dossier atómico ofrece a Occidente una "oportunidad histórica" para demostrar que no se opone al progreso de los países de Oriente Medio.