La Unión Europea y Canadá finalizan las negociaciones de un acuerdo de libre comercio
- Para que entre en vigor tiene que ser ratificado por los estados y la Eurocámara
- El tratado eliminará la mayoría de los aranceles existentes
- Aumentará el comercio bilateral en bienes y servicios en un 23%
La Unión Europea (UE) y Canadá han finalizado, en una cumbre celebrada en Ottawa, las negociaciones de un acuerdo de libre comercio, aunque ambas partes han reconocido que su entrada en vigor puede precisar de un proceso largo.
El Acuerdo Global Económico y Comercial (CETA por sus siglas en inglés) eliminará el 99% de los aranceles y ofrecerá garantías a empresas e inversores de Canadá y la UE.
El primer ministro de Canadá, Stephen Harper, ha dicho que espera cambios antes de su ratificación y que el texto final del acuerdo será dado a conocer "en breve".
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha señalado que "será el primer acuerdo comercial concluido por la UE con uno de los países más industrializados".
No obstante, el pacto tiene que iniciar a partir de ahora el proceso de ratificación por parte de los países de la UE y del Parlamento Europeo.
"Creo que es el mejor acuerdo que podemos tener y no tengo ninguna duda de que será ratificado por todos los Estados miembros", ha asegurado el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, al ser preguntado por las críticas de Alemania.
Aumentará el comercio bilateral de bienes y servicios en un 23%
El pacto liberalizará el comercio de servicios, en particular los financieros, telecomunicaciones, energía y transporte.
Además, por primera vez, todos los niveles de la administración canadiense abrirán sus licitaciones a proveedores europeos.
Asimismo, se garantiza la protección de la propiedad intelectual y de las denominaciones protegidas de productos agrícolas.
Una vez en vigor, el acuerdo aumentará el comercio bilateral de bienes y servicios en un 23% o más de 25.000 millones de euros. Los beneficios del pacto aumentarán el PIB de la UE en 11.600 millones al año, según los cálculos de Bruselas.
Este acuerdo ha sido considerado un modelo para el que se negocia en estos momentos con Estados Unidos.