Linde pide control "continuo" de la recaudación tributaria en 2015 para evitar desviaciones
- El gobernador del Banco de España comparece en el Congreso
- Avisa que los cambios tributarios introducen "incertidumbre" en los cálculos
El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha pedido que se haga un seguimiento "continuo" de la recaudación impositiva en 2015 para poder reaccionar "a tiempo" y que no se produzcan desviaciones respecto al déficit previsto (4,2%).
En su comparecencia ante la comisión de Presupuestos del Congreso, Linde ha basado esta petición en la "incertidumbre" que rodea "habitualmente" a los cálculos del impacto de los cambios impositivos. Así, recomienda el control continuado para poder "anticipar posibles desviaciones" de los objetivos, como consecuencia de los cambios derivados de la reforma fiscal.
El gobernador ha destacado que esa reforma tendrá un coste presupuestario "relativamente" menor en 2015, y ha añadido que tendrá mayor alcance cuando se haya completado su implantación en 2016.
Linde ha recordado que la previsión presupuestaria anticipa que esta pérdida recaudatoria se verá compensada por el mayor dinamismo de los ingresos "en un contexto de fortalecimiento de la recuperación, en particular, de la demanda interna".
Advertencia sobre la tendencia "alcista" de la deuda
El responsable del Banco de España ha alertado también de la tendencia "alcista" de la ratio de deuda pública sobre el PIB, que superará el 100% el año que viene. Para Linde, la magnitud de esta cifra "pone de relieve el reto al que se sigue enfrentando la política presupuestaria en España, que debería seguir priorizando la reducción gradual de este endeudamiento".
El gobernador ha destacado la importancia de avanzar en el proceso de consolidación fiscal, pues cumplir los objetivos marcados "permitirá consolidar las ganancias de credibilidad ya alcanzadas y quebrar la tendencia alcista de la ratio deuda pública sobre el PIB".
Linde ha señalado que la mejora económica permitirá que el esfuerzo fiscal necesario para la reducción del déficit público al 4,2% del PIB en 2015 será "más moderado que en años previos".
Riesgos para la recuperación
Sobre el cuadro macroeconómico que encuadra los presupuestos de 2015, Luis María Linde ha afirmado que lo considera "creíble", aunque con "incertidumbres serias", ya que el escenario de recuperación de la economía española "no está exento de riesgos".
El gobernador ha explicado que algunos de esos riesgos vienen del "entorno exterior" y que éstos se han acentuado en los últimos meses, "en particular" por la evolución de la zona euro.
Otros riesgos -ha agregado- están relacionados con los efectos de la crisis sobre la situación real y financiera de las familias y empresas, en un contexto en el que debe proseguir la reducción del endeudamiento privado y los ajustes presupuestarios.
En todo caso, Linde ha destacado que la información más reciente apunta a una "prolongación" de la mejora de la economía española, que en el segundo trimestre creció un 0,6%, aunque "a un ritmo más pausado". De esta manera, el responsable del Banco de España ha apuntado que, en el último trimestre de este año, el PIB crecerá un 2% en tasa interanual, tasa a la que podría crecer de media el conjunto de 2015.
Mantener el ritmo de ajustes en 2014
Respecto a 2014, Linde ha señalado este miércoles que el ritmo de ajustes deberá mantenerse en el último tramo de este año para poder alcanzar el 5,5% de objetivo de déficit público previsto por el Gobierno.
Precisamente, este martes Hacienda pubicó que el déficit del conjunto de las Administraciones Públicas se situó hasta junio en el 3,43% del PIB, dos puntos por debajo del límite fijado por el Ejecutivo para todo el ejercicio (5,5%), si bien Bruselas fijó el límite para todo el año un poco más allá, en el 5,8%.
En cuanto al empleo, el gobernador ha recordado que el ritmo de creación de puestos de trabajo de la primera mitad de este año fue superior al previsto, y ha señalado que en la segunda parte del año se continuará creando aunque "a un ritmo más atenuado".
Para el gobernador, la recuperación del empleo está siendo uno de los "principales" factores impulsores de la demanda interna. Esta mejora -ha defendido- muestra el "papel" que la reforma laboral y la moderación salarial "están desempeñando en el asentamiento de la recuperación". En todo caso, alertó de que los niveles de paro "siguen siendo inaceptablemente altos".
Respecto al sector exterior, Linde ha recordado que ha disminuido su aportación neta al PIB, sobre todo por la ralentización de las exportaciones -por la pérdida de dinamismo los mercados a los que exporta España- a la par que se "aceleraban las importaciones".
"Aunque puede pensarse que algunos de estos desarrollos tienen naturaleza transitoria, la elevada sensibilidad cíclica de nuestras importaciones alerta sobre la necesidad de ampliar la base exportadora y de continuar aumentando la presencia de las empresas españolas en los mercados con mayor potencial de crecimiento. Y también es un indicador de que nuestros problemas de competitividad se plantean no sólo en la exportación, sino también en el mercado interior frente a las importaciones. Es un tema a considerar", ha concluido el gobernador.
Inflación "muy baja", pero positiva a final de año
Sobre la evolución de los precios, Linde ha descartado que se llegue a la deflación y ha apuntado que espera que a finales de año la tasa de inflación pueda retornar a valores positivos, aunque "muy bajos".
Aún así, ha señalado que sí considera posible que el país quede "anclado en un nivel de inflación muy bajo, cercano al cero, durante mucho tiempo", aunque confía en que la evolución reciente del tipo de cambio del euro con respecto al dólar y los anuncios de reforma en algunos países de la eurozona evitarán esa posibilidad.
Linde también ha abordado también la situación del crédito, donde ha subrayado que las cifras siguen en "fase de contracción" en paralelo con el desendeudamiento del sector privado.
Además, el gobernador considera una "discusión absurda" el debate de que "ha llegado el momento de subir los salarios", y ha subrayado que dependerá de la situación de cada empresa y sector que se puedan acometer o no tales subidas.
Así, ha abogado por "cambiar el chip" con respecto a las subidas de sueldo generalizadas, y ha afirmado que la filosofía de la reforma laboral "no ha sido congelar los salarios, sino evitar subidas salariales disparatadas". Esta reforma, ha añadido, está orientada a que las subidas salariales no generen paro y destrucción de empresas, ya que habrá compañías que ganen dinero "y esté justificado", pero en otras deban incluso bajarlos para sobrevivir.