Muere un empleado de Cruz Roja en un bombardeo en el centro de Donetsk
- Los rebeldes acusan al Ejército de atacar zonas residenciales en la ciudad
- El aeropuerto registra los combates más intensos desde el alto el fuego
- El acuerdo entre Kiev y los prorrusos firmado hace un mes se tambalea
- Rusia abre una causa penal por crímenes de guerra al Gobierno ucraniano
Un empleado del Comité Internacional de la Cruz Roja ha muerto por la caída de un obús junto a la oficina del organismo en el centro de la ciudad de Donetsk, donde han llegado los bombardeos por primera vez desde el alto el fuego acordado hace un mes para el este de Ucrania y que cada vez está más lejos de cumplirse.
Este ataque, del que los rebeldes responsabilizan al Ejército, se produce mientras en el aeropuerto de la ciudad se registran intensos combates y un día después de la muerte de diez civiles en bombardeos a un barrio cercano a esa instalación.
Y este jueves por la tarde, los proyectiles de mortero y de artillería volvían al corazón del principal bastión de los prorrusos.
Fuentes de los servicios de emergencia han informado de que entre las víctimas hay un empleado suizo del Comité Internacional de la Cruz Roja, que ha sido incluso identificado por las autoridades locales, según las cuales tenía 36 años.
Un equipo de AFP ha visto un cadáver junto al edificio, donde como en los colindantes los critales han reventado. El organismo se ha limitado por ahora a confirmar el ataque y la muerte, sin más detalles.
En un mensaje posterior en Twitter ha transmitido su pésame a la familia y amigos.
Según la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti, citada por Efe, las fuerzas gubernamentales han utilizado lanzaderas de misiles Uragán, a juzgar por varios proyectiles que han caído sin explosionar.
El hecho de que, según la agencia rusa Interfax, entre los lugares atacados estén las instalaciones del canal de televisión de la autoproclamada República Popular de Donetsk refuerza la tesis de que el bombardeo lo ha lanzado el Ejército.
Combates en el aeropuerto
Ante la intensidad del ataque, los habitantes que quedan en la ciudad se han resguardado en refugios subterráneos, mientras el transporte público no ha funcionado en todo el día.
Desde primeras horas de la mañana de este jueves las fuerzas leales a Kiev y las milicias prorrusas protagonizan intensos combates en torno al aeropuerto. Las milicias separatistas lanzaron un asalto contra el recinto tras cañonearlo el miércoles, informa Efe.
El líder separatista en Donetsk, Alexandr Zajárchenko, reconoció que sus hombres planean tomar el aeropuerto antes de que concluya esta semana, según la agencia.
Todo ello ocurre pese a la tregua que ambos bandos declararon el 5 de septiembre y que fue sellada en el Memorándum de Minsk dos semanas más tarde.
Iniciativas de la UE y Moscú
Según una fuente del Gobierno alemán citada por la agencia Bloomberg, la Unión Europea podría adoptar nuevas sanciones contra Rusia si los separatistas toman el aeropuerto de Donetsk o el de Mariúpol, segunda ciudad más importante de Donetsk y principal puerto en el mar de Azov, todavía en manos de Kiev.
Mientras tanto, Rusia ha acusado directamente al ministro de Defensa de Ucrania, Valeri Gueletéi, y el jefe del Estado Mayor, Víctor Muzhenko, por organizar asesinatos masivos, uso de métodos prohibidos en guerra y genocidio en el este del país.
El Comité de Instrucción (CI) ruso ha hecho público en un comunicado la lista de acusados y cargos en la causa abierta por el supuesto asesinato de civiles en las regiones de Donetsk y Lugansk, donde los secesionistas prorrusos combaten al Ejército ucraniano.
El CI señala también como responsable al llamado Sector de Derechas, una organización ultraderechista que tomó parte en las revueltas de Kiev que acabaron con el gobierno de Víktor Yanukóvich, y que combaten ahora a los prorrusos en el este.
Moscú informó el lunes del supuesto hallazgo de 400 cuerpos en Donetsk y Lugansk, y aseguró que 2.500 civiles podrían haber muerto. Días antes, y en la guerra de propaganda que acompaña a todo conflicto, fue Kiev quien aseguró haber hallado fosas comunes en Slaviansk, localidad que estuvo bajo control rebelde durante varios meses.
Más de 3.000 personas han muerto desde abril en Donetsk y Lugansk, según la ONU.