Puebla: "En mi nuevo libro quiero dar voz a la gente anónima"
- El dibujante publica una selección de sus viñetas sobre la crisis
- Se titula ‘Si no fuera por estos raticos’
José Manuel Puebla
Dibujante, nacido en Cartagena y licenciado en Bellas Artes. Ha ilustrado libros de texto y publicado dos libros de viñetas previos: Con buen talante (2005), doblemente premiado en el salón del Cómic de Barcelona como autor revelación y mejor dibujante, y Por no llorar (2009). Ha coordinado charlas, impartido talleres de humor gráfico y participado en diferentes mesas redondas y exposiciones colectivas. Ha trabajado en diferentes medios nacionales –como Diario 16, La Gaceta de los Negocios o El Economista– y regionales de Murcia, como La Opinión y El Faro y, en la actualidad, dibuja para ABC y publica en las páginas de opinión del diario murciano La Verdad.
Hace poco más de dos años, José Manuel Puebla tuvo la difícil misión de sustituir a Mingote en los chistes diarios del ABC. Ya era uno de los humoristas gráficos más destacados pero en este tiempo se ha convertido en un maestro, no solo del humor, también del análisis de la extraña psicología humana. Algo que queda patente en su nuevo libro recopilatorio que incluye chistes publicados en ABC y el diario murciano La Verdad: Si no fuera por estos raticos (viñetas de puebla para reirte de la crisis) publicado por la editorial LID.
“Es un libro que tenía muchas ganas de sacar –nos confiesa Puebla- porque hacía ya cuatro años del último. Está centrado en estos años de crisis y lo que más destacaría es que quiero dar voz a la gente anónima. A veces parece que en la prensa solo se saca a los políticos y los viñetistas estamos acostumbrados a hacer chistes sobre lo que hacen o dicen. Pero he querido centrarme en la gente anónima porque todos nos podemos identificar con ellos”.
“Por eso muchos de los chistes de este libro –continúa Puebla- provienen de cosas que he escuchado en conversaciones de bares, andando por la calle, en el metro… Y tratan de temas muy diferentes como la familia, el deporte… aunque la política siempre esté presente de alguna manera, eso sí, vista desde la perspectiva de la calle y de los ciudadanos anónimos”.
“La crisis es un filón para los humoristas”
Puebla confiesa que “El tema que subyace en el libro es la crisis por la que atravesamos. Pero, como decía, vista desde la gente a pie de calle, sin nombres propios. Quiero reflejar cómo nos ha afectado y cómo hemos llegado a interesarnos por cosas que antes no nos parecían nada interesantes como los términos económicos que aprendemos porque no nos queda otro remedio”.
“La crisis es un filón para los humoristas gráficos –continúa el dibujante-. Y además de agudizar mi sentido del humor, también me permite realizar viñetas de denuncia o protesta contra los abusos. Hay lectores que me piden que trate ciertos temas porque para ellos seguir adelante, en situaciones tan complicadas como la actual, es más fácil con un poquito de humor”
“Por eso creo que el humor es fundamental para salir de la crisis –añade-. Vivimos días bastante difíciles en los que empezamos a darle importancia de ultimátum a casi todo. Por eso es importante que sonriamos, que nos tomemos las cosas de una forma más reflexiva y confiar en que haya soluciones para los problemas que a veces parecen insalvables”.
“Me gustaría dibujar la viñeta del final de la crisis”
Puebla confiesa que una de las cosas que le haría más ilusión sería dibujar la viñeta del final de la crisis: “Si me dicen fecha y hora para dibujarla sería feliz. Me imagino esa viñeta con las oficinas del INEM vacías, porque todo el mundo tendría trabajo. Los funcionarios estarían sentados en las mesas, solos. E igual habría que hacer un ERE con esa gente del INEM que se habría quedado sin trabajo”.
Pero, además de la crisis, el libro trata de muchos otros temas: “Es mi libro más reflexivo -confiesa Puebla-. Me sirve casi de terapia. Y analizo otras cuestiones como la revolución tecnológica que prácticamente nos está atropellando, porque a casi todos nos pilla con el paso cambiado. De ahí han salido viñetas muy curiosas”.
En cuanto a la viñeta que destacaría, de las más de 200 que aparecen en el libro, asegura que sería: “Una en la que se expresa la frustración de lo que te prometen los políticos, prácticamente la luna, y cuando llegan al poder nos exigen que seamos realistas. Creo que la gente se sentirá identificada con ese pensamiento”.
“No he querido meter a políticos en el libro”
Quizá haya gente que se extrañe de no encontrar a políticos en el libro. “No he querido meterlos –confiesa Puebla- porque parece que los actualmente los políticos tienen que decidir sobre todos los aspectos de nuestra vida. Y yo soy de los que piensan que no es necesario tenerlos metidos hasta en la sopa. Todo está demasiado politizado. Los políticos son necesarios pero no deben controlarlo todo. Por eso quería dejarlos un poco al margen de este libro”.
“A veces me preguntan que de dónde saco las ideas – continúa- y confieso que de vez en cuando me bloqueo, como todo el mundo. Entonces me bajo al bar, me tomo mi tostada con tomate y un café, creo que ese es mi secreto, y doy vueltas a los temas de los periódicos. Y al final, te acabas dando cuenta de que lo que está comentando el de la mesa de al lado es más interesante que lo que dicen los políticos. Y de ahí salen muchas ideas”.
“Mingote me aconsejó una vez pisar la calle para saber lo que pasa realmente y los temas que preocupan a la sociedad, y procuro seguir su consejo. Y siempre saco cosas positivas de los bares. Aunque también es cierto que te puedes encontrar de todo. Pero creo que es importante reflejar y no menospreciar esa filosofía de la calle”
“Mingote es insustituible”
Más de dos años después de la muerte Mingote (3 de abril de 2012) Puebla asegura que: “El maestro es insustituible. Yo sólo he rellenado el espacio físico que dejó. Todavía recuerdo muchas cosas de las que me comentaba. No hablábamos del día a día sino de la humanidad. Era un poso de sabiduría y sabía colocarse por encima de las cosas del día a día para ir a los temas realmente importantes. Tenía una seguridad impresionante”.
“Por ejemplo –continúa Puebla- aprendí de Mingote que las noticias que para los periódicos son imprescindibles, no tienen por qué ser interesantes para la gente. Y que los humoristas gráficos tenemos que tener olfato para saber distinguir eso, porque a veces te dejas llevar por los temas de portada y te olvidas de las cosas realmente importantes. En estos dos años me he dado cuenta de cuanta razón tenía y ya voy empezando a distinguir esas cosas”.
“En parte –afirma- por eso quería hacer protagonista de este libro a la sociedad, para bien o para mal. Un dibujante también esta expuesto al tema del populismo, no solo los políticos, y corre el peligro de sacrificar su talento para dar a la gente lo que quiere”.
“En estas viñetas de opinión también reflejo mis propios errores como ciudadano. Es una especie de terapia para mí. Tengo muchas dudas que creo que debemos plantearnos como sociedad y quiero reflejar eso en mis libros, por supuesto desde el punto de vista del humor”.
Un gran dibujante
Contrariamente a muchos viñetistas de opinión, Puebla es un excelente dibujante, lo que no siempre es una ventaja: “Reconozco que ser tan meticuloso puede ser un fallo, porque puedes hacer un dibujo precioso pero no transmitir el mensaje. Yo empecé en esto porque quería ser dibujante, pero acabé siendo viñetista, y con el tiempo intenté que la idea siempre estuviera por encima del dibujo, porque mi parte de guionista me dice que lo importante es la idea. Y fui relegando un poco a mi parte de dibujante. Pero todavía intento equilibrar esas dos facetas. Por eso, en este libro pueden verse estilos muy diferentes, dentro de la misma línea”.
“Mingote también me decía que si no hacia la caricatura del político de turno, sino que retrataba a un ciudadano anónimo, la viñeta me valdría para siempre, pero que al dibujar al personaje y su declaración, le ponía fecha de caducidad”.
Otra de las cosas destacadas del libro es el prólogo de Emilio Aragón. “Siempre he tenido mucha suerte con los prologuistas de mis libros -afirma Puebla- es como un regalo para mí y para los lectores. En mis libros anteriores conté con Forges, Julio Rey (Gallego & Rey), Mingote e Ignacio Camacho. Y en este cuento con Emilio, que es como un totem del humor en todas sus facetas. Lo único que le ha faltado, precisamente, es hacer viñetas. Y en cuanto al epílogo, es de mi socio y amigo, Carlos Rodríguez Braun”.
En cuanto a sus proyectos, Puebla asegura que sigue con sus viñetas diarias en ABC y La Verdad y esta sacando tiempo para dibujar un cómic sobre la creación del Universo escrito por Manuel Alfonseca, un escritor y catedrático. Un cómic que esperan distribuir en centros educativos.
Mientras, podemos disfrutar de estos raticos que nos propone puebla y que, aunque no nos saquen de la crisis, sin duda nos ayudan a sobrellevarla.