'La buena mentira', el infierno estaba en Sudán (pero Kansas City está lejos del cielo)
- Reese Whiterspoon participa en una emotiva cinta sobre los 'niños perdidos'
- El director de Profesor Lazhar añade toques de humor a una trágica historia real
- Se estrena simultáneamente el 3 de octubre en España y EE.UU.
Título original: The good lie
Año: 2014
Duración: 110 min.
País: Estados Unidos
Director: Philippe Falardeau
Guion: Margaret Nagle
Reparto: Reese Whiterspoon, Arnold Oceng, Ger Duany, Emmanuel Jal, Corey Stoll
Una Reese Witherspoon mirando al infinito con un pelo perfecto y, debajo, tres niños que caminan en un precioso paisaje africano. Premio al póster descolocador para La buena mentira, una película dura con buen corazón sobre las heridas imborrables de la guerra y el desarraigo de los refugiados.
La buena mentira narra dos viajes de miles de kilómetros. El primero, el de un grupo de niños sudaneses que deben huir a pie de un país en guerra donde no les queda ni familia ni esperanza. El segundo, el de esos mismos niños convertidos en adultos con el cambio de siglo y trasladados desde un campamento de refugiados a la (para ellos) incomprensible sociedad estadounidense.
En Kansas City, los tres jóvenes Mamere, Jeremiah y Paul (interpretados por antiguos niños soldado e hijos de refugiados sudaneses), tendrán que adaptarse al estilo de vida americano mientras intentan reagruparse con la hermana de uno de ellos.
Es en este choque de culturas y en la descripción de su soledad y añoranza donde se concentran los mejores momentos de la película, con escenas que recuerdan al magnífico documental español Balseros.
El canadiense Philippe Falardeau, director de la notable Profesor Lazhar, vuelve a tratar el tema de la inmigración con un tono que bascula entre el drama y la comedia. Deja la violencia fuera de cuadro y trata con sensibilidad a unos personajes marcados por la barbarie sin caer en el paternalismo.
El propio Falardeu viajó al sur de Sudán en 1994 para rodar un documental y tuvo que ser evacuado por la ONU. “Me sentí culpable por poder marcharme”, asegura. Así pues, parecía el director adecuado para contar esta historia en la que las decisiones altruistas y el contexto mundial posterior el 11-S marcan quién puede escapar de la guerra y quién se queda atrapado.
Reese Witherspoon, ¿una racha ganadora a lo Matthew McConaughey?
La actriz de Nueva Orleans interpreta a Carrie, trabajadora de una agencia de empleo que tiene que colocar a los tres inmigrantes. Pese a no tener demasiado tiempo en pantalla, cumple con solvencia con un personaje que podía haberse deslizado hacia lo ñoño.
Witherspoon, que desde que ganó el Oscar en 2006 por En la cuerda floja había deambulado por comedias románticas y thrillers intranscendentes, encuentra en La buena mentira el papel que puede marcar un nuevo punto de inflexión en su carrera.
Está en la mayoría de prequinielas para el Oscar por su actuación en Wild, de Jean-Marc Vallée (Dallas Buyers Club) y participa en Inherent Vice, la esperadísima adaptación de la novela de Thomas Pynchon a cargo de Paul Thomas Anderson. Si a eso le añadimos que es la productora de Perdida de David Fincher, parece segura su presencia en la entrega de las estatuillas en 2015.
Completa el reparto el televisivo Corey Stroll (The Strain, House of Cards) como dueño de la agencia de empleo que también se implicará en la integración de esos "niños perdidos del Sudán" que no han visto nunca un interruptor de la luz y no entienden cómo se puede tirar la comida.
La buena mentira es una rareza en el panorama del cine comercial estadounidense. Con un largo prólogo en África y numerosos diálogos subtitulados, consigue llevar al gran público una historia reciente olvidada y lo hace de una forma amena y conmovedora, sin que el interés decaiga en ningún momento.