Mayuba, la historia de un secuestro en el Sáhara
- Mayuba es una joven española de 23 años y origen saharaui
- Su familia biológica la tiene secuestrada desde hace un mes en Tinduf
- "La tienen amenazada y encerrada en casa", denuncia su hermana adoptiva
- Exteriores afirma estar haciendo todo lo posible y negocia su liberación
Su pasaporte es español. Su modo de vida, occidental. Pero sus raíces saharauis la han arrastrado al campamento de refugiados de Tinduf de donde salió hace diez años para no volver. Es la historia de Mahdjouba Mohamed Handidaf (Mayuba), una joven de 23 años “secuestrada” por su familia en el Sáhara Occidental.
La joven vino por primera vez a España a finales de los años 90 en el programa de Vacaciones en Paz. En la localidad valenciana de Genovés encontró un hogar y una familia, los Llopis Viñes, que en el año 2002 la adoptaron en acogida permanente con el consentimiento de sus padres biológicos. Allí estudió la Secundaria y se licenció en Filología Árabe en la Universidad de Alicante. En el último año ha trabajado y estudiado en Londres. Hasta este verano, cuando una llamada de su familia saharaui la obligó a volver a Al Aiaún y cambió su vida.
Con el reclamo de visitar a su abuela gravemente enferma, Mayuba viajó al Sáhara el 24 de julio acompañada de su padre adoptivo. Él regresó a España días después. Ella debía volver el 18 de agosto pero, según denuncia su familia adoptiva, su padre biológico la retuvo en contra de su voluntad. Un familiar directo ha confirmado a RTVE.es desde Tinduf que, efectivamente, la joven se encuentra allí sin poder salir por lo que él califica como "una disputa familiar".
Amenazada de muerte
“Le quitó el pasaporte, el dinero y el teléfono móvil. Y le dijeron que no iba a volver nunca más”, explica a RTVE.es Vero Llopis, su hermana adoptiva. “Está encerrada en un habitación sin poder salir y vigilada las 24 horas del día. Algunos días la han dejado llamarnos, siempre bajo el control de su padre, pero desde el domingo no sabemos nada de ella”, asegura.
En los mensajes de texto que Mayuba ha podido enviar a sus familiares y amigos cuenta que ha sido amenazada de muerte en caso de que intente escapar de allí, al igual que su familia de acogida si intenta ir a rescatarla.
“La familia está cometiendo un delito bajo la ley argelina pero el problema es que además estamos ante un tema político muy sensible”, afirma a RTVE.es desde Ginebra la abogada y defensora de los derechos humanos de la Fundación Al Karama, Radidja Nemar.
El Sáhara Occidental es la lucha de un pueblo por un país que no aparece en los mapas. La excolonia española -ocupada por Marruecos desde hace cuatro décadas- reivindica su independencia pero no ha sido reconocida como un territorio autónomo. Casi la mitad de la población sobrevive en campamentos de refugiados, como el de Tinduf en Argelia, que están gobernados de facto por el Frente Polisario, una organización que la ONU reconoce como representante legítimo del pueblo saharaui.
"En la familia biológica de Mayuba hay importantes miembros del Polisario lo que complica aún más la situación. Pero debemos recordar a las autoridades que incluso en los campos de refugiados rige la ley argelina y deben hacer que se cumpla", señala la abogada.
"Un asunto políticamente sensible"
Al Karama presentó una denuncia por secuestro ante la fiscalía de Tinduf el 17 de septiembre y aunque la policía está obligada a investigarla en las 24 horas siguientes, aún no han recibido respuesta, según explica Nemar. La abogada presentó otro escrito ante el consulado español en Argel, que está obligada a dar protección a Mayuba como ciudadana española, y al Relator Especial de la ONU encargado de la Violencia contra las Mujeres.
“Nos consta que hay negociaciones al más alto nivel diplomático”, asegura Nemar. Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores han confirmado a RTVE.es que están “pendientes” desde el primer día del caso y que “están desarrollando todas las gestiones necesarias para hallar una solución lo antes posible y con el consenso de todas las partes”.
“Sólo queremos que la dejen en libertad y pueda decidir su futuro“
Pero en Genovés cada minuto parece una eternidad. Tiempo robado a un futuro prometedor. Por eso, Batiste, el padre adoptivo de Mayuba, ha viajado a Argel para tratar de encontrar a su hija. “Mis padres están muy tristes. Han hecho siempre lo que han creído mejor para ella. Nos han querido y cuidado a todas las hermanas por igual. No se merecen esto", asegura Vero emocionada.
"Ella ha viajado al Sáhara siempre que ha querido a ver a su familia. En 2012 pasó dos meses allí. Pero no la pueden retener si no quiere estar allí. La tienen que dejar en libertad. Que pueda decidir dónde y cómo quiere vivir”, añade, mientras su hijo pequeño llora reclamando su atención. “Sus sobrinos la esperan”.
Un futuro brillante interrumpido
La abogada de Mayuba afirma que no temen por su vida pero sí por las secuelas psicológicas de este encierro. “Su familia la insulta y la amenaza. Considera que su comportamiento no es propio de una mujer saharaui y la castigan por ello. Es una cuestión de honor", condena.
“Es una cuestión de honor. No quieren que se comporte como una occidental“
Mayuba, que consiguió la nacionalidad española en 2012, tiene seis hermanos en el Sáhara. Todos hombres. Sus allegados creen que la presión de una sociedad muy conservadora es la razón para que sus padres la hayan retenido. “Quieren controlar su forma de comportarse, de vestir. No quieren que viva como una occidental. La fuerzan para que vuelva a sus costumbres”, afirma su hermana valenciana.
Hace unas semanas cuando la Fundación Al Karama presentó la denuncia y la prensa local empezó a hacer preguntas los padres biológicos la escondieron en un pueblo del Rift, en Oum Lassel, a 170 kilómetros de El Aaiún. Después, la trasladaron de nuevo a Tinduf, donde ahora se encuentra junto a las decenas de miles de refugiados que viven en este campo en condiciones extremas. “Me han dicho que me van a llevar a un lugar donde nadie pueda encontrarme”, les ha dicho Mayuba a sus amigos. Y ese es el mayor temor de la familia.
"Si la liberan, nadie tomará represalias", asegura su hermana Vero. "Pero si no lo hacen, vamos a luchar hasta el final. Antes o después la encontraremos".