El juez Elpidio Silva, condenado a 17 años de inhabilitación por el 'caso Blesa'
- En la sentencia se le acusa de haber prevaricado de forma continuada
- Señala que el juez Silva encarceló indebidamente a Blesa dos veces
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha condenado a Elpidio José Silva a 17 años y medio de inhabilitación por haber prevaricado de forma continuada y haber encarcelado indebidamente en dos ocasiones al expresidente de Caja, Madrid Miguel Blesa.
En una sentencia, que cuenta con el voto particular del presidente de la sala que juzgó a Silva, Arturo Beltrán, los otros dos magistrados sostienen que cometió un delito de prevaricación continuada y dos contra la libertad individual y le condenan a pagar una multa de 6.300 euros y una indemnización de 10.000 al expresidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán.
La Fiscalía reclamó para él 30 años de inhabilitación y una multa de 10.800 euros, mientras que el abogado del exbanquero elevó esa pena a 40 años y el del expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán pidió 24 y que le indemnizara con 50.000 euros por daños morales.
La defensa de Silva, ejercida por el abogado Gonzalo Boyé, ha anunciado en declaraciones a Europa Press que recurrirá la resolución ante el Tribunal Supremo.
Según la resolución, que supone la expulsión definitiva del condenado de la carrera judicial, Silva persiguió desde el principio un "objetivo", el de encarcelar a Miguel Blesa, la primera vez bajo fianza de 2,5 millones en mayo de 2013, y la segunda de manera incondicional, apenas quince días después.
En la primera, negándose a darle un plazo de 24 o 48 horas para abonar esa cantidad, tal y como le reclamó su abogado y como suele ocurrir en otros casos de cuantías incluso muy inferiores.
La segunda ocasión, el 5 de junio de ese año, y tras "adentrarse en una especie de lección de economía para empresas", volvió a dictar su ingreso en prisión incondicional sin fianza con "motivaciones insólitas, por su grado de especulación" y sin haber resuelto sobre la devolución de la fianza.
"No era sino el resultado final al que desde hacía unos meses se encaminó el proceder instructor del acusado", subraya la sentencia para resumir toda la actuación de Silva en el caso en el que investigaba a Blesa y Díaz Ferrán por la concesión de un crédito de 26,6 millones a Marsans de "mero voluntarismo".
Pero no solo fueron ilegales las resoluciones por las que encarceló al expresidente de Caja Madrid, sino que todas y cada una de las que dictó constituyen "un acto prevaricador", empezando por la reapertura del caso que él mismo había archivado dos años antes para dirigirse "contra dos ciudadanos por su propia voluntad y sin nada que lo justifique", pues no habían aparecido nuevas pruebas.
Se enfrentaba a una petición de 30 años de inhabilitación
El titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid se enfrentaba a una petición fiscal de 30 años de inhabilitación; mientras que el banquero solicitaba que fuera condenado a una pena de 40 años y el ex presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, requería que no pudiera trabajar en la Administración de Justicia durante 24 años.
Silva, que ha abierto un despacho de abogados, investigó a Blesa por el crédito de 26 millones de euros concedido al ex jefe de la patronal Gerardo Díaz Ferrán y por la compra del City National Bank de Florida llevada a cabo en abril de 2008 por Caja Madrid. Esta es la única causa que continúa abierta en los Juzgados de Plaza de Castilla después de que la otra fuera anulada por la Audiencia de Madrid.
Silva ordenó en noviembre de 2012 reabrir las actuaciones que se incoaron después de que Manos Limpias presentara una querella contra Blesa y Díaz Ferrán, que el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu rechazó acumular a la causa abierta por la fusión y salida a Bolsa de Bankia.
El juez intervino los correos electrónicos corporativos de Blesa y le envió a prisión el 16 de mayo de 2013. Tras haber pagado la fianza de 2,5 millones, el magistrado ordenó de nuevo y en menos de un mes su vuelta a la cárcel madrileña de Soto del Real. Blesa permaneció quince días y dijo al salir: "Quiero un juez imparcial".