Muere el primer paciente de ébola diagnosticado en Estados Unidos
- Duncan, natural de Liberia, se contagió del virus en ese país
- Los familiares denuncian errores en su tratamiento
- EE.UU. hará controles de temperatura en cinco aeropuertos
Thomas Eric Duncan, el ciudadano liberiano enfermo de ébola que estaba siendo tratado en el Hospital Presbiteriano de Dallas, Texas, ha muerto este miércoles. Duncan era el primer caso de ébola diagnosticado en Estados Unidos y, según las autoridades de Liberia, mintió para subir al avión que le llevó hasta Dallas.
Las autoridades de EE.UU. han decidido ampliar los controles y medir la temperatura de los pasajeros que lleguen de África Occidental en cinco aeropuertos: el de John F. Kennedy en Nueva York; el de Newark Liberty en Nueva Jersey; el de Dulles, en Washington Dulles; el O'Hare de Chicago y el Hartsfield-Jackson de Atlanta.
Procedente de Liberia
"Con profunda tristeza y decepción sentida, debemos informar de la muerte de Thomas Eric Duncan hoy a las 7:51 de la mañana (hora local) " ha anunciado el portavoz del hospital, Wendell Watson, en un comunicado enviado por correo electrónico.
Duncan aterrizó en Estados Unidos procedente de Liberia el pasado 20 de septiembre para casarse con la madre de su hijo y empezar una nueva vida en ese país. Al iniciar el viaje en Monrovia, Duncan rellenó un formulario en el que aseguró no haber tenido contacto con ninguna persona infectada con el virus del ébola.
Duncan acudió el 25 de septiembre al Hospital Presbiteriano de Dallas con fiebre y dolores abdominales, pero los médicos le dejaron volver a casa con antibióticos sin tener en cuenta que venía de Liberia.
El enfermo volvió al hospital tres días después, cuando fue aislado y posteriormente diagnosticado con ébola, pero esas horas fueron trascendentales para una potencial propagación del virus entre las personas con las que estuvo en contacto y que ahora están bajo observación.
Este fin de semana, tras empeorar el estado de salud del paciente, el hospital le empezó a suministrar el tratamiento experimental Brincidofovir, un medicamento antiviral de carácter experimental que no ha dado resultado.
Vigilancia ante nuevos casos
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos han pedido tras la muerte de Ducan al personal médico del país que se mantenga "vigilante" ante la posibilidad de que se produzcan nuevos casos de infección por el virus ébola.
En una conferencia de prensa en Atlanta (Georgia), sede de los CDC, el director de la agencia, Thomas Frieden, ha subrayado la necesidad de que los centros médicos se mantengan alerta "para que los pacientes sean diagnosticados de forma rápida y aislados" en cuanto se detecten síntomas de la enfermedad.
La muerte de Duncan se produjo poco antes de que las autoridades de Dallas anunciaran también el ingreso hospitalario de un funcionario que estuvo en el apartamento en el que vivía.
Este funcionario evidenció "algunos" síntomas de la enfermedad, aunque las autoridades aseguran que el riesgo de que esté infectado es "mínimo".
Otros casos en EE.UU.
Según informa la corresponsal de TVE en Nueva York, la familia estudia querellarse con el hospital por que no fue atendido en un primer momento. En EE.UU. se repatrió a cinco personas, de las cuales tres están curadas y dos siguen en tratamiento. Ken Brantly, de 33 años, y Nancy Writebo, de 59, que se salvaron del mortal virus contraído en Liberia tratados con ZMapp, que nunca antes se había usado en humanos.
Rick Sacra, otro médico contagiado con el virus en Liberia, también se salvó con otro suero experimental, el TKM-Ebola, elaborado con anticuerpos de otros pacientes que ya han superado la enfermedad. Por su parte, el camara de la cadena NBC, Ashoka Mukpo, continúa siendo tratado con Brincidofovir.
La noticia se ha conocido poco después de que el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, haya dicho este miércoles en una rueda de prensa que "más países pueden y deben" aumentar sus esfuerzos para combatir el brote de ébola.
El jefe de la diplomacia norteamericana, que ha comparecido junto al ministro de Exteriores británico, Phillip Hammond, ha instado a la comunidad internacional a colaborar en la contención del virus y a no cerrar sus fronteras con los países afectados.